Tinges - La clasificación general del Tour de Francia quedará pendiente del último tribunal, Val Thorens, la estación de esquí más alta de Europa, situada por encima de los 2.000 metros, la tercera meta en esa latitud, algo que nunca había sucedido antes en la carrera centenaria. Será una etapa más corta aún de los 130 kilómetros iniciales, ya que según anunció la organización a última hora de ayer será reducida hasta un recorrido total de 59 kilómetros por las condiciones meteorológicas adversas y los desperfectos en algunos tramos de la carretera por la tormenta de granizo que obligó a acortar la etapa de ayer.

La salida de la penúltima etapa de la ronda francesa se mantiene en la ciudad de Albertville y tendrá lugar a las 14.30 horas. La llegada será en la estación invernal de Val Thorens, pero con 71 kilómetros menos que en el trazado original.

Todos los puntos y bonificaciones intermedias serán suprimidos, salvo los puntos al mejor escalador en la llegada de Val Thorens.

Tras tres semanas de competición y casi 3.500 kilómetros en las piernas, la general final quedará pendiente de los 33,4 kilómetros de ascenso a Val Thorens, con una pendiente media del 5,5% de desnivel medio en cuya cima se conocerá el podio que al día siguiente se consagrará en los Campos Elíseos.

Será la segunda vez que esa estación acoja la meta del Tour, tras la victoria en sus rampas del colombiano Nelson Rodríguez en 1994.

Las pésimas condiciones climáticas y el corrimiento de tierras que ya obligó a los organizadores a suprimir la ascensión a Tignes, cima en la que iba a acabar la etapa de ayer, también van a tener influencia en la jornada de hoy, la penúltima de la carrera. Y es que el pelotón quedará exento de subir las dos cotas previas a Val Thorens, una de primera categoría (Roselend) y otra de segunda (Longefoy), por lo que la general final, que se encuentra tremendamente comprimida en sus primeros puestos, se resolverá prácticamente en una ascensión en la que puede pasar de todo. - Efe