BARCELONA. El ciclista Rémi Cavagna (Deceuninck-Quick Step) ha ganado fugado este viernes la decimonovena etapa de la Vuelta a España, disputada entre Ávila y Toledo sobre 165,2 kilómetros, en un último pulso sobre las rampas adoquinadas de Toledo con un pelotón que tuvo un día movido que no conllevó cambios en la general, liderada por el esloveno Primoz Roglic (Jumbo-Visma).

Cavagna había rozado la victoria en la etapa 17 de esta Vuelta, en el final de Guadalajara, pero fue tercero por detrás de su compañero de equipo y líder Philippe Gilbert, al que ayudó a levantar de nuevo los brazos, y de Sam Bennett (BORA-hansgrohe). Esta vez, con el belga en el pelotón, el joven Cavagna se vio con fuerzas y permiso para él ser el ganador y el felicitado por Gilbert.

A sus 24 años recién cumplidos, el de Clermont-Ferrand suma su segunda victoria del año, tercera en su carrera, y la de más prestigio. Se metió en una escapada de diez integrantes, de renombre algunos como el ganador de la octava etapa Nikias Arndt (Team Sunweb), y esperó a su momento.

A 24,5 kilómetros de la bonita llegada a Toledo, por las empinadas y adoquinadas calles de la ciudad castellana, el galo atacó aprovechando que la carretera pica algo hacia arriba y dejó atrás a sus compañeros de escapa. Pese a que hubo entendimiento entre ellos para darle caza, las piernas de Cavagna están fuertes y ganó dos pulsos; el primero, a sus acompañantes de la fuga, el segundo, al pelotón.

Y es que finalmente sólo pudo respirar tranquilo y contento para cruzar la meta como ganador de etapa, con el irlandés Sam Bennett entrando en segundo lugar a 5 segundos, por delante del checo Zdenek Stybar y del propio Gilbert, contentos por el triunfo de su compañero.

En una etapa con agua al principio y mucho viento en la parte final, se vieron varios cortes y abanicos pero el mayor de ellos, que implicó al líder Roglic, fue 'neutralizado' por llegar fruto de una caída masiva que hizo que en el pelotón se bajara el ritmo hasta quedar todos reagrupados y llegando juntos a meta.

Con más de 60 kilómetros para llegar a meta se produjo el que parecía el momento clave de la etapa; aunque acabó por no serlo. Una caída masiva en el pelotón, sin daños físicos para ningún líder, dejó cortado a Roglic y a Miguel Ángel López (Astana), cuarto en la general, y Movistar salvó los muebles para Alejandro Valverde, con Tadej Pogacar (UAE) también a salvo.

Inicialmente el Movistar tiró del grupo cabecero, para aprovechar que Roglic se había quedado cortado, y en una zona de viento ideal para las emboscadas. No obstante, desde la UCI se envió un mensaje por 'Radio Vuelta' para permitir el paso de los coches entre ambos grupos y ello facilitó a los rezagados atrapar al primero, donde resignados los 'telefónicos' bajaron los brazos y esperaron.

A partir de ahí la carrera cambió. Hubo más cortes, con otro susto para Roglic, pero ya sin ser definitivos. El gran grupo se puso a cazar a la fuga y de hecho lo logró salvo con Cavagna, que en un movimiento inteligente atacó para poner más tierra de por medio. En una jornada que debía ser tranquila y que para nada lo fue.

Este sábado tendrá lugar la penúltima etapa de esta Vuelta, última en la que habrá algo en juego. Se saldrá de Arenas de San Pedro y se llegará a la Plataforma de Gredos tras 190,4 kilómetros de pura exigencia y con cinco puertos de montaña. El Puerto de Peña Negra, de primera categoría, será el lugar idóneo para los ataques a Roglic antes de la corta subida final a Gredos, donde todo quedará visto para sentencia.