- Imanol Erviti Ollo (15/11/1983) terminó el domingo su undécimo Tour. Y volvió a ganar, por quinta vez, la clasificación por equipos con el Movistar. "Es un premio muy bonito y, para gente como yo, es la única manera de poder subir al podio y ver París desde otra perspectiva", confesó. El navarro terminó subiendo al cajón de un Tour "extraño" por el coronavirus, "productivo" para el equipo e "histórico" por la remontada de Pogacar. Erviti, además, se muestra satisfecho por haber podido contribuir al triunfo del Movistar con una escapada en la que llegó 15º, con diez minutos de adelanto sobre el pelotón.

¿Qué balance hace del Tour?

-Yo creo que es un Tour productivo para nosotros porque había mucha incertidumbre y era muy raro. No habíamos tenido los mejores resultados en la vuelta a la competición. Era difícil marcarse unos objetivos concretos y empezamos día a día, haciendo una carrera sin fallos, sin meternos en problemas y siendo bastante eficientes. Ha sido bonito porque teníamos planteados algunos objetivos y los hemos conseguido. Estaban a nuestro alcance, hemos sido eficientes y nos vamos contentos.

Quinta vez que sube al podio de París como ganador de la clasificación por equipos.

-Está claro que todos lo cambiaríamos por una victoria en la general del líder del equipo, pero es un premio bonito y que nos recompensa a todo el grupo. Desde el podio, se ve París desde otra perspectiva. Para gente como yo, que no tenemos la capacidad para estar en ese podio de otra manera, es realmente reconfortante.

Y eso que empezó con varias caídas en la primera etapa.

-Creo que ese día fue bastante terrible en cuanto a los percances. Más de la mitad del pelotón tuvo al menos una caída. Ese día fue bárbaro. Se vieron muchas caídas por televisión, pero hubo otras muchas que no. Tuve mala suerte de caerme, pero las condiciones eran bastante feas y era fácil tener algún percance. Eso sí, tuve la buena suerte de no hacerme realmente daño.

Lo probó el día que se rozó Navarra. ¿Fue una etapa especial para usted?

-Bueno, tácticamente también nos convenía que, si salía una fuga antes del puerto, tenía que haber alguien del equipo y reservar un poco a los escaladores. Al final, fui yo y la verdad es que pasar por casa da emoción. Aunque era un día muy duro y los puertos me hicieron mella, me hizo mucha ilusión: ver gente y amigos siempre es especial.Su otra fuga fue el día que ganó Kamna y usted terminó 15º.

-Ese día quizá era algo más tranquilo y se hizo una fuga grande. Era en los Alpes, muy duro y se me ocurrió meterme (risas). Estuvimos peleando por la fuga casi todos los compañeros y acabó tocándome a mí con Carlos Verona. Lo intentamos, pero ese día había mucho nivel, con escaladores muy fuertes. Pero esta etapa nos vino muy bien por el tema de la clasificación por equipos. Con la diferencia que hubo con el pelotón, ganamos unos veinte minutos que nos han venido muy bien.Su labor ha sido ayudar a Enric Mas. ¿Cómo ve su futuro?

-Yo creo que este Tour, aparte del resultado que ha podido conseguir, ha sido muy bueno para su confianza y su solidez. Ha podido reafirmarse un poco como candidato. Lo hemos visto crecer durante la carrera y terminar muy sólido. También hizo una buena crono y esto son signos muy buenos. Todo depende de cómo siga la evolución, de cómo progrese y demás, pero hay indicios que son bonitos. Si sigue trabajando, progresa bien y todo sigue en orden, llegará a estar disputando realmente este tipo de carreras.Mas, Pogacar, Bernal... ¿está habiendo un cambio generacional?

-Sí. Es una renovación constante y los chavales vienen muy fuerte. El año pasado ganó Bernal, vienen muy preparados y son capaces de brillar cuando nosotros a su edad estábamos muchísimo más verdes. Creo que todo es un poco diferente, pero tienen una calidad bestial. Pogacar ha participado en dos vueltas grandes y ha hecho unas actuaciones increíbles.¿Esperaba su victoria en la última contrarreloj?

-Bueno, esperar no lo sé. Si que se veía que había posibilidades. ¿Cuántas? No me atrevo a decirlas porque se le veía sólido a Roglic. Pero, con la chispa y la ambición de estos jóvenes, todo es posible. Y dio una voltereta que yo creo que es impresionante. Me da la sensación de que nos ha tocado vivir algo como histórico, como fue la de Fignon y Lemond, que la gente 35 años después todavía se acuerda y habla de ello. Creo que nos han regalado un momento así.Lleva 11 participaciones en el Tour. ¿Cómo ha sido la primera poscovid?

-Ha sido diferente, pero hay que adaptarse. Entre las restricciones con el público y la mascarilla, es todo un poco pesado, pero llega un momento que lo interiorizas. Pero bueno, también ha sido extraño por cómo se llega, qué fechas son, la evolución de la fatiga y la forma de los corredores. Era un poco especial y se veía que podía haber sorpresas y mira que sorpresón a última hora.¿Había miedo de contagiarse?

-Sí. Como es un aspecto que es nuevo de este año, que no lo dominas y no sabes qué puede pasar. No piensas mucho, pero la verdad es que los días de las pruebas PCR estábamos deseando que nos dieran el resultado y tener tranquilidad. Todo ha funcionado bien y no ha habido contagios, pero la verdad es que en ciertos momentos daba respeto.¿Qué va a correr en lo que falta de temporada?

-Está un poco en el aire. Es posible que alguna clásica, pero depende del equipo. Luego, quizás La Vuelta, pero todavía hay mucha incertidumbre con todo. Así que con calma. Lo primero, recuperar bien de este esfuerzo.

¿Tenían ganas de verle sus hijos?

-Sí. Se les ha hecho largo este año, que teníamos concentración y todo antes del Tour y estamos aprovechando ahora. Ya estaban con ganas de verme y me pedían que no perdiera el vuelo de vuelta (risas).

"La clasificación por equipos es reconfortante: la gente como yo no tenemos otra opción de subir al podio y ver París desde esa perspectiva"

"Hay un cambio generacional: ahora, los chavales brillan cuando nosotros a su edad todavía estábamos muchísimo más verdes"