VIÑA ALBALI VALDEPEÑAS Edu, Pablo Ibarra, Chino, José Ruiz y Cainan -cinco inicial-. También jugaron Buitre, Nano, Rafael, Dani Santos, Juanan, Terry y Manu García.

OSASUNA MAGNA Asier, Araça, Eric Martel, Bynho y Mancuso -cinco inicial-. También jugaron Martil, Rafa Usín, Dani Saldise y Juninho.

Goles 0-1, m.11: Martil; 0-2, m.14: Martel; 0-3, m.17: Bynho; 0-4, m.21: Martel; 1-4, m.36: Bynho, en propia puerta; 2-4, m.37: José Ruiz; 3-4, m.39: Terry; 4-4, m.40: Cainan.

Árbitros Martínez Flores y Moreno Reina. Amonestaron a Dani Saldise, Araça y Rafa Usín, por los navarros; y a Dani Santos por los manchegos.

Pabellón Martín Carpena. Sin público.

Cuatro segundos. Sólo cuatro segundos. Éste es el tiempo que separó ayer a Osasuna Magna de la gloria, de acceder a unas semifinales, de continuar luchando por un título de Liga, a la más absoluta de las decepciones. Las lágrimas de Juninho o el semblante serio y desencajado de Roberto Martil reflejaban tras el partido el dolor por la eliminación. También la tristeza y la rabia de ver cómo el sueño se roza con la punta de los dedos y, de repente, se desvanece.

Cainan, a falta de esos cuatro fatídicos segundos, anotó el gol de la desgracia para el Xota. Empató un partido que los navarros habían encarrilado a la perfección, colocando un esperanzador 0-4 en el marcador, pero que acabaron tirando por tierra ante un Valdepeñas que no se rindió y que acabó teniendo la suerte de la que había carecido durante el resto del choque de cara a portería, en buena medida por la gran actuación de Asier. Un resultado, el 4-4, que posibilitaba a los manchegos el pase a semifinales, al no haber prórroga y hacer valer su mejor posición en la Liga regular.

A pesar de la falta de competición, de haber permanecido tres meses parados por la pandemia, ambos equipos no tardaron en colocarse firmes sobre la pista. Valdepeñas presionaba, se acercaba con peligro a la meta de Asier, y tenía en Chino a su hombre más desequilibrante.

Osasuna, aunque parecía más desubicado, pronto comenzó a jugarle con más intensidad al conjunto de David Ramos. Juninho avisaba, con un disparo lejano que atajó muy bien Edu. Su rival no se amedrentó y también se acercó con peligro al área del meta de Irurtzun, que desplegaba sus credenciales en cada intervención.

La alternancia de ocasiones fue la tónica hasta que Roberto Martil, mediada la primera mitad, adelantaba a los navarros con un disparo desde el flanco izquierdo con su derecha. Sólo cinco minutos después, y a pesar de estar apercibido con la quinta falta, Osasuna ampliaba ventaja por medio de Eric Martel, que culminaba una contra nacida en Asier. Las carencias en la zaga manchega se hacían evidentes y volvieron a relucir con el tercer gol, el de Bynho, quien superó a Edu sin oposición.

El paso por los vestuarios no menguó el hambre del Xota. Nada más reanudarse, de nuevo Eric Martel subía una nueva diana al marcador y ponía un 0-4 que, con todas las reservas aún, era más que alentador.

Los de Imanol Arregui trataron de amarrar este resultado, que les daba el pase a semifinales. Se afanaban en defensa y servían de muro para un Asier con mucho trabajo, debido a las innumerables oportunidades del Valdepeñas. El técnico rival optó por el juego de cinco cuando aún restaban nueve minutos para el final y le funcionó a las mil maravillas. Apenas le bastaron los cinco minutos finales para darle la vuelta a la eliminatoria. Al gol de Bynho en propia puerta cuando intentaba despejar un balón le siguió otro de José Ruiz de estrategia, tras un saque de banda. Los nervios se acrecentaron a falta de un minuto, cuando Dani Santos sorprendía a la defensa navarra, con un saque rápido de falta indirecta, se la pasaba a Terry y éste ponía el 3-4. Un gol que los árbitros dieron por válido tras revisar las imágenes y que, por lo tanto, subió al marcador.

La estocada final la puso el Valdepeñas a falta de esos cuatro segundos, con ese gol de Cainan que tumbaba el sueño de los navarros y los dejaba sin poder poner el broche a una etapa, a un ciclo, que ayer llegó a su fin.