Una duda: si La Liga quiere abrir mercados en EEUU, y Girona y Barça aceptan que su duelo liguero sea en Miami, ¿qué derecho tiene la RFEF a vetarlo? Una RFEF que hay que recordar que hace poco se llevó a Tánger la Supercopa, pese a que uno los equipos, el Sevilla, no quería jugarla allí. Dice la RFEF que están en contra la FIFA, la UEFA, la AFE y hasta el Gobierno (que se huele, seguramente con razón, que los independentistas le van a liar un buen show). Pero es que ninguno de esos organismos tiene potestad sobre el partido. Es como si dijeran que tampoco quiere la Asociación de Veterinarios. O como si me añaden a mí, que lo veo mal porque creo que el fútbol español se pasa con tanta mercantilización. Pero es que no se trata de decidirlo por referéndum, porque ese partido es solo de La Liga, el Girona y el Barça. La RFEF no solo se ha colado en la fiesta, sino que además se ha liado a guantazos con anfitriones e invitados.