pamplona - El 6 de enero de 2019 será una fecha especial para el excanterano de Osasuna Robert Navarro. El catalán, con pasado rojillo, disputó un cuarto de hora con el primer equipo monegasco, en la victoria copera por la mínima del conjunto del Principado ante el Canet, lo que le permitió avanzar hacia los dieciseisavos de final de la Copa de Francia.

Era el minuto 75 de partido y Thierry Henry dio entrada al campo al catalán, que se convertía, con 16 años y 8 meses, en el jugador más joven de la historia de la entidad francesa en disputar un partido con el primer equipo, por delante de la estrella francesa del PSG, Kylian Mbappé, que lo hizo con 16 años y 11 meses e incluso por delante también de su actual entrenador, que se estrenó con 17 años en 1994.

Robert Navarro nació el 14 de abril de 2002 en Barcelona. De padre navarro y madre catalana, Robert comenzó dando sus primeros pasos en el mundo del fútbol en la escuela del Barcelona. Con 8 años se vio obligado a mudarse a Huarte por motivos laborales de su padre, pero esta circunstancia no le impidió dejar el fútbol. Recaló en las filas de Osasuna, equipo en el que se formó su padre, y pronto comenzó a despuntar. Tras rechazar ofertas del Athletic y Real Madrid, Navarro volvió a La Masía en edad alevín, donde le consideraron como una de las mayores promesas del club.

Sin embargo, el internacional sub-17 por la selección española abandonó la disciplina blaugrana el pasado mes de junio después de no llegar a un acuerdo para prolongar su contrato. Tanto el padre como el agente del jugador mantuvieron conversaciones con José Mari Bakero, que les trasladaba el mensaje de que iban a apostar fuerte por él. El secretario técnico del fútbol formativo del Barcelona realizó una propuesta al jugador de formar parte del Juvenil A, pero por aquel entonces el Mónaco, entre otros clubes de Europa, llamó a su puerta. El club francés le ofreció entrenar con la primera plantilla, y Robert no tardó en aceptarlo.

Esta temporada, Leonardo Jardim le convocó para la final de la Supercopa de Francia ante el PSG, que se disputó en China, pero en la que no llegó a jugar. Tras el cese del entrenador, Henry habló con el jugador para mostrarle su confianza a pesar de estar lesionado. Además, el galo confesó en la previa del partido que va a seguir contando con el catalán para esta segunda vuelta.