bilbao - Ohian Sancet (Pamplona, 25-IV-2000) ve la luz al final del túnel a una distancia cada vez más cercana. Han transcurrido poco más de cinco meses de la rotura del ligamento cruzado anterior y del menisco interno de su rodilla izquierda que sufrió en el encuentro que el Bilbao Athletic disputó ante la Gimnástica en Torrelavega, dentro de la segunda jornada de liga, y el navarro, que se rompió de forma fortuita, ha pasado ya el calvario que supone una lesión de semejante gravedad. Su juventud, 18 años de edad, y su afán de trabajo le han servido para curtirse en la soledad. Sancet no solo cumple los plazos de su rehabilitación, sino que estos incluso se han acortado, aunque dentro de la prudencia que conlleva, y su regreso se prevé a lo largo de la segunda quincena de marzo o en la primera de abril. En Lezama, con todo, prefieren no dar fechas, pero las sensaciones en torno al centrocampista son positivas. Se incorporará al primer equipo, pero competirá con el filial.

Sancet es un valor de presente y de futuro. La decisión de Eduardo Berizzo de reclutar en la pretemporada al navarro, aún en edad juvenil, sorprendió puertas afuera, pero no tanto dentro de la factoría rojiblanca, donde se conocía el potencial de un chaval de 1,90 metros que ya despuntaba en la cantera de Osasuna. Sancet, un futbolista talentoso con el balón y con llegada, participó en varios amistosos con el primer equipo antes de integrarse al Bilbao Athletic, donde pronto se ganó la confianza de Gaizka Garitano, hoy en día entrenador del primer equipo. Jugó titular en la jornada inaugural de liga frente al Tudelano con gol incluido (2-0) y el infortunio le sacudió después en Torrelavega.

El Athletic asume la joya en bruto que encarna Sancet, que el curso pasado sobresalió en el juvenil de Honor y que también fue pieza clave para Luis de la Fuente, seleccionador español sub’19, en los Juegos del Mediterráneo, competición en la que España conquistó el título. El club rojiblanco le detecta un futuro como león a medio plazo y, de hecho, ya maneja los tiempos para llevar a cabo su blindaje desde el momento en que debute como león, escenario que se da por hecho si no media un nuevo percance. La idea es hacer bueno su contrato encadenado y revisarlo en su justa medida hasta el 30 de junio 2023 como pronto, aunque las condiciones del mismo lo marcará su recorrido en el conjunto rojiblanco, donde se espera llegue a consolidarse. El relevo generacional es inevitable y Sancet pujaría por tomar el testigo en la medular de los Beñat, al que le resta solo un año de contrato; Rico, Iturraspe -estos dos podrían cerrar su trayectoria en el club el próximo junio- y San José. Jugador de visión y de muy buen juego en corto, el de Iruñea entra en la última fase de su proceso de recuperación. Su regreso está a la vuelta de la esquina.