Chelsea0

Manchester City0

Chelsea: Kepa; Azpilicueta, Luiz, Rudiger, Emerson; Jorginho, Kanté, Barkley (Min. 89, Loftus-Cheek); Hazard, Pedro (Min. 79, Hudson-Odoi) y Willian (Min. 95, Higuaín).

Manchester City: Ederson; Walker, Laporte (Min. 46, Kompany), Otamendi, Zinchenko; David Silva (Min. 79, Gundogan), Bernardo Silva, Fernandinho (Min. 90, Danilo); De Bruyne (Min. 86, Sané), Sterling y Agüero.

Goles: John Moss amonestó a Luiz, Rudiger, Jorginho por el Chelsea y a Fernandinho y Otamendi del City.

Incidencias: Wembley, final de la Copa de la Liga.

londres - Un Manchester City más pragmático de lo habitual, que estuvo durante muchos minutos a merced del Chelsea, consiguió sostenerse y someter al irreverente cuadro de Maurizio Sarri en los penaltis después de 120 minutos de 0-0 y ganar en Wembley la Copa de la Liga.

El lanzamiento de Sterling que certificó el sexto título para el City en esta competición, acabó con un Chelsea que supo manejar el favoritismo del City y en el que Kepa Arrizabalaga protagonizó el momento del encuentro al negarse a salir del campo, cuando Maurizio Sarri quiso cambiarle para meter a Willy Caballero en la tanda de penaltis.

Una situación esperpéntica y extraña se vivió en el estadio de Wembley cuando Maurizio Sarri intentó cambiar a Kepa Arrizabalaga para meter a Willy Caballero con la vista puesta en la tanda de penaltis contra el Manchester City.

El exportero del Athletic se estiró a sacar un remate de Sergio Agüero desde la frontal, se resintió de un problema físico y Sarri llamó a Caballero para que entrara al campo. El argentino se despojó del chándal y se fue al área técnica, preparado para entrar.

El cuarto árbitro incluso levantó la tablilla con los cambios. El 1 se marchaba por el 13 de Caballero.

Kepa, ya en pie, alzó la mirada y lo divisó. Rápidamente le dijo a Sarri que no, que lo parara, que estaba bien. Pero Sarri no quería dar marcha atrás. Quería que el cambio se produjera.

Kepa, inamovible, dijo que no y siguió en el campo, ante un técnico italiano que se desesperaba, pidiendo el cambio, con un Caballero incrédulo, que no entendía nada.

El meta vizcaino se mantuvo impertérrito y no salió, Sarri amagó con irse y solo el pitido final dio un poco de tregua. Los jugadores del Chelsea se acercaron a hablar con el transalpino, Kepa se dio la mano con Caballero y comenzó la preparación de unos penaltis que podían alzar al cielo o bajar a los infiernos a Kepa.

Nada pudo hacer ante el primer lanzamiento de Gündogan. Intentó despistar a Sergio Agüero moviéndose de lado a lado y la parada se le escapó por centímetros. Sí le atajó a Leroy Sané, pero Bernardo Silva y Raheem Sterling no fallaron y confirmaron la derrota Blue, señalando a Kepa y Sarri como la historia de la noche.

Callum Hudson-Odoi, en la entrevista post partido, defendió al guardameta vasco. “Apoyo a Kepa en esto, no creo que hubiera que sustituirle, ha jugado todo el partido y su confianza es alta. No estoy de acuerdo con que los porteros sean sustituidos antes de la tanda de penaltis”, explicó el inglés.

El espectáculo lo puso Arrizabalaga, pero el City ganó su sexto torneo y se queda a dos del Liverpool, máximo ganador de esta competición, con ocho entorchados.

Los miedos de sarri Sarri, consciente de su delicada situación, se redujo en el planteamiento. Renunció a su estilo, a la posesión y al nueve puro y le entregó los galones a Eden Hazard en detrimento de un Gonzalo Higuaín apocopado en el banquillo.

Guardiola había ganado el primer duelo, el mental, haciendo creer a Sarri que el City era superior y los Blues saltaron al campo dejando el balón en las botas celestes y resignándose a defender y aguantar el chaparrón de ocasiones que no existió.

El City embotelló al Chelsea en su campo. Los de Sarri, herido por un esquema ilógico en su fútbol, pero con el que ya venció al City en liga, se ampararon a un destello que tuviera Hazard o a un casi improbable error de la defensa rival, bien plantada con Aymeric Laporte y Otamendi.

El City sufrió ante las arremetidas finales del Chelsea y para bregar con la lesión de Fernandinho, quien antes de que el árbitro pitase el final de los 90 minutos, se tuvo que marchar. - DEIA/Efe