Las Rozas - Luis Enrique Martínez cesa como entrenador de la selección española de fútbol debido a los problemas familiares que sufre desde hace tres meses y le sucederá en el cargo su ayudante principal, Robert Moreno, hasta la Eurocopa de 2020, según anunció ayer el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales.

“Luis Enrique comunica que no va seguir como seleccionador. Tengo que darle las gracias porque es un tío que se ha portado con la federación de manera 10. Hemos estado unidos con él y lo seguimos estando y siempre tendrá las puertas de la federación abiertas”, dijo Luis Rubiales en una rueda de prensa junto al director deportivo de la RFEF, José Francisco Molina, en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas (Madrid).

Rubiales señaló que creen en el equipo de Luis Enrique para “sacar adelante” al equipo nacional. “La decisión es confiar en Robert como seleccionador. Tanto Moli (Molina) como yo creemos que es la mejor opción para ocupar el banquillo en la selección”, indicó el presidente de la RFEF, que anunció que Robert Moreno “seguirá en los mismos términos que había firmado” hasta 2020.

El pasado 26 de marzo Luis Enrique causó baja de última hora antes del partido ante Malta, correspondiente a la fase de clasificación para la Eurocopa de 2020, “por motivos familiares de fuerza mayor”, tal y como explicó la RFEF, y desde ese día no ha vuelto a llevar a cabo ninguna aparición pública.

De este modo, Robert Moreno, ayudante del entrenador asturiano durante nueve años, ha estado ejerciendo como seleccionador provisional en los últimos meses, cargo que ya ejerció en los recientes partidos ante Islas Feroe y Suecia, saldados con dos claras victorias del equipo español.

Desde que accedió a la presidencia de la RFEF hace 13 meses, Rubiales no ha logrado encontrar un entrenador estable por distintos motivos y el ratificado Robert Moreno se convierte en el cuarto seleccionador durante este periodo.

Cuando no llevaba ni un mes en el cargo, al mandatario le estalló la bomba Lopetegui, con el anuncio del Real Madrid del fichaje del seleccionador a escasos días del debut en el Mundial de Rusia. Rubiales optó por el despido fulminante del técnico vasco y Fernando Hierro tuvo que asumir su cargo en una situación de máxima urgencia.

Pasado el campeonato, que España completó con más pena que gloria y eliminada por la anfitriona en octavos de final, Hierro abandonó el banquillo y el presidente y el director deportivo, José Francisco Molina, se decantaron por Luis Enrique Martínez para ocupar la vacante.

El entrenador asturiano llevaba sin trabajo desde la temporada 2016/17, cuando concluyó su éxito trienio en el Barcelona con un triplete incluido, y protagonizó un gran estreno en el cargo, con una simbólica victoria en Wembley (1-2), seguida de una goleada ante la subcampeona mundial Croacia (6-0). Sin embargo, a la triple campeona de Europa se le escapó la Final Four de la novedosa Liga de Naciones por sus derrotas en Sevilla ante Inglaterra (2-3) y en Zagreb ante Croacia (3-2), aunque mantuvo la categoría en la Liga A.

La selección no volvió a la acción hasta finales de marzo con el inicio del camino hacia la Eurocopa. Luis Enrique siguió premiando estados de forma y el debut ante Noruega continuó dejando claro que al combinado nacional le sigue faltando algo de acierto ofensivo. De hecho, ha encontrado en Sergio Ramos a su mejor goleador con siete tantos -algo más de un tercio de los que lleva (20) en sus 165 partidos internacionales- en los diez encuentros bajo el mando del asturiano.

La Roja firmó un buen partido, pero sufrió para ganar por 2-1 a los noruegos gracias a un penalti transformado por el de Camas. Días después, victoria plácida, algo corta, en la visita a Malta (0-2), con doblete de Morata, en un partido marcado por la repentina marcha por un problema privado del ya exseleccionador antes de disputarse el encuentro que a la postre le ha llevado a renunciar.

Robert Moreno se encargó de llevar al equipo en La Valetta y también el trabajo en la última concentración de esta temporada para los partidos ante las Islas Feroe y Suecia, ya con un bloque más definido y menos caras nuevas.

Con rotaciones y como nota más destacada el cambio en la portería -Kepa en lugar de De Gea-, España solventó la visita al césped artificial del Torsvollur (1-4) y después sacó adelante con mucho trabajo y poco peligro ofensivo el duelo ante el combinado sueco, su teórico rival más directo, pero con goleada (3-0) para abrir ya cinco puntos de ventaja sobre los de Janne Andersson y Rumanía.

Sin embargo, a España aún le quedarán seis jornadas para intentar garantizar uno de los dos billetes directos del Grupo F, con el añadido de que tendrá que jugar a domicilio ante rumanos (5 de septiembre), noruegos (12 octubre) y suecos (15 de octubre), y en casa ante Islas Feroe (8 de septiembre), Malta (15 de noviembre) y Rumanía (18 de noviembre). Ganar en Bucarest y en El Molinón los dos encuentros de septiembre casi sellarían la clasificación de la Roja de Robert Moreno. - Europa Press