pamplona - ¿Cómo arrancan?

-Tenemos los pies en el suelo, pero con la idea se asentarnos y rondar los puestos de cabeza para dar el salto en algún momento. Va a ser complicado. El primer objetivo es la permanencia, pero no ponemos puertas a nada.

¿Qué es lo más difícil cada año?

-La categoría se ha profesionalizado, viene dinero de fuera y equipos como el nuestro deben recurrir a jugadores emergentes, porque los contrastados tienen precios prohibitivos. Somos el Tudelano y estamos contentos de ser uno de los 80 equipos de Segunda B, cuando hay capitales de provincia sin representación.

Se han rejuvenecido.

-Hemos renovado el 50% de la plantilla, con chicos que creemos que tienen buen futuro. Nos hemos convertido en equipo trampolín, nuestros jugadores se revalorizan. Nuestro goleador del año pasado (Gabarre) ha multiplicado su precio por cuatro.

Se han hecho con un nombre.

-Cuando subimos, los jugadores no querían venir, nos veían como equipo de pueblo. Tras ocho años, hemos tenido jugadores como Paris Adot o Unai García que han dado el salto a Segunda o a Primera. Y la honradez deportiva. Nunca hemos dejado de pagar.

Sus funciones exceden a la del presidente.

-Me toca hacer de director deportivo y de relaciones públicas, de forma altruista. Va tocando un cambio. Como club, no tenemos futuro, tenemos que ir a una Sociedad Anónima Deportiva. Los clubes de Segunda B somos una empresa, con impuestos y nóminas. Hay que ir cambiando para ser el segundo equipo de Navarra que alguna vez pueda disputarle algo al primero. El sur de Navarra tiene que ser algo más. Que Navarra no sólo sea Osasuna. - M.J.A.