pamplona - Un verano ajetreado el de Álvaro Iso, un portero de 22 años que sólo quiere jugar para reencontrarse como guardameta. Salió por vez primera de casa para jugar en Tercera y en mes y medio ha pasado de vivir en Andalucía a buscarse piso en Madrid.

En un mes y medio ha pasado de fichar por el Xerez Deportivo a recalar en el Alcobendas. Un verano agitado.

-Sí, así es. Ha sido movido. Acabé en Estella. No renové con el Izarra y me salió la oportunidad de ir a Xerez Deportivo. Salí con mucha ilusión, porque tenía ganas de irme fuera de Navarra para probar. Fiché y tanto con los compañeros como con la afición las cosas fueron bien, pero hubo cosas internas en el club que no me convencieron.

¿Qué pasó?

-Había cosas que en mi opinión no funcionaban bien dentro del club y, aunque fue un chasco, lo mejor que pasó fue que llegó la oportunidad de ir al Alcobendas. No tuve dudas y me vine a Madrid el 22 de agosto, contento de tener otro equipo en el que jugar y poder demostrar.

En su carta de despedida del Xerez hablaba de que el fútbol es “cruel”.

-Sí, porque vas con la mejor intención de demostrar y por cosas internas del club no te van a dar la oportunidad. Así que tanto yo como el club rescindimos. Estuve muy bien con los compañeros, con la directiva y con la afición. Allí el fútbol se vivía mucho. Pero al final el fútbol es como es y no tuve suerte.

Xerez y Alcobendas son dos equipos de Tercera, en grupos en los que esta categoría está más profesionalizada que en Navarra.

-Sí, el nivel es superior. El potencial de los clubes andaluces y madrileños dan mayor nivel a la competición.

¿Qué objetivo deportivo tiene el Alcobendas?

-Por ahora hay muchos jugadores nuevos. Lo primero es asentar al equipo y la temporada dirá dónde estamos.

¿Le pena no haber dado con el destino a la primera? Llega a Alcobendas en la semana previa a la Liga y se tiene que ganar el puesto.

-Llevo desde el 15 de julio entrenando y la preparación la llevo bien. En lo que se nota es en la adaptación al club, a los compañeros y al club. Lógicamente la primera semana me tocó ir al banquillo, pero tengo ilusión por trabajar para que pueda demostrar en el campo.

¿Está ya tranquilo?

-Sí. Ha sido bastante movido y ahora que ya me he asentado, noto que necesitaba estabilizarme. Estoy en un piso con unos amigos y buscaré algo con los compañeros que son de fuera y más adelante con mi pareja cuando tenga la oportunidad de venir.

Necesita minutos después de la temporada en el Izarra en la que no pudo jugar lo que le hubiera gustado.

-En el Izarra no tuve la oportunidad de jugar y lo que busco es encontrar este año lo perdido la temporada pasada. Llegaba a Estella de Segunda B, donde con la Peña Sport pude jugar once partidos de 16. Me gustaría volver a estar debajo de la portería, porque las sensaciones no son las mismas que entrenando.

¿Qué buscaba al salir a jugar fuera?

-Buscaba salir, demostrar y jugar.

¿Cuesta tomar la decisión?.

-Depende del momento. Si aquí no lo puedes demostrar, o no te dejan, o la gente habla sin saber, lo que te apetece es salir de casa y jugar y si surge, ya tendré oportunidad de volver. No tenía problemas para salir de casa. Lo estaba buscando. Esta experiencia te ayuda a crecer como persona y sacarte las castañas del fuego. En poco tiempo han sido muchas cosas y ya tengo ganas de asentarme. El próximo paso es salir al campo y jugar.