pamplona - El Bidezarra es el líder de Autonómica con pleno de victorias. Mikel González ha renovado la ilusión con un proyecto nuevo tras su enriquecedora etapa en el Mulier.

12 puntos después de los cuatro primeros partidos.

-Sí. El primer partido lo empatamos en el campo, pero lo ganamos por alineación indebida del rival. No es una situación agradable, pero las leyes están para cumplirlas y nosotros habíamos dejado a un jugador sancionado sin jugar. Por lo demás, puede ser un inicio sorprendente, pero me he encontrado con un grupo de trabajo muy bueno y el fin de semana es un reflejo de lo que se trabaja entre semana.

Como entrenador, se ha adaptado bien a una categoría nueva.

-Después de tres años en el fútbol femenino, sobre todo después de un año muy duro en lo personal y laboral, que influyó también en lo deportivo, estaba a la expectativa, porque hacía mucho tiempo que no estaba en contacto con el deporte masculino. Estaba con dudas, pero se disiparon en la segunda semana. Para el segundo entrenamiento se vio que aquello podía funcionar y que encajaba bien con el grupo de trabajo (Jesús García y Javier San Martín). Es una gozada de club en cuanto a directiva y coordinación, y tienes todo el material que necesitas para entrenar.

¿Con que ilusión está el club?

-Los chavales se ven arriba y están a deseo de que llegue el fin de semana. Lo ponen difícil a la hora de hacer convocatoria con una plantilla larga y se merecen entrar todos. La ilusión es máxima en el club. Yo rebajo expectativas, porque estamos en octubre y hemos cumplido el miniobjetivo de septiembre, que era quedar lo mejor posible. Ahora en octubre tenemos partidos complicados y a ver qué pasa. Un poco cholismo.

Tras los años en Tercera del Noáin, ¿en el Bidezarra hay exigencia de luchar por subir?

-Nadie me ha exigido nada, ni la permanencia. No contemplo el descenso, pero más que objetivos me plantearon hacer grupo. A partir de ahí, ahora mismo 12 puntos menos que nos quedan para la salvación, que será el primer objetivo. Después ya miraremos a un segundo objetivo que puede ser fase de ascenso y a un tercero si hace falta. Pero hacer un plan de septiembre se te puede venir abajo en noviembre y entonces aparece la frustración. Ya tengo experiencia en esto. El equipo empezó bien las dos últimas temporadas, pero tuvo un bajón al final. Trataremos de, si llegamos bien al final, evitar que pase.

Tras su experiencia en Mulier, ¿qué diferencias hay entre entrenar a un equipo de chicas o de chicos?

-En el fútbol femenino son vestuarios más sensibles, en los que tienes que entrar con más cuidado con qué dices, cómo lo dices y a quién lo dices. En el fútbol masculino, contando con que siempre debes ir con el máximo respeto, la manera de hablar y de tratar es diferente aun siendo fútbol. Nunca pongo el apellido de fútbol femenino o masculino, pero en la relación personal, el trato con la plantilla es diferente, teniendo en cuenta que en un entrenador es más importante llevar un grupo que saber mucho de fútbol, porque lo táctico y lo técnico lo puedes aprender en un curso. Ahí estoy aclimatándome a llevar a un grupo de chicos, pero siendo chico, se me hace más fácil.

¿Cómo valora su experiencia en el fútbol femenino?

-Enriquecedora. A Mulier siempre le estaré agradecido por confiar en mí y siempre será mi club. Les vi el primer partido de Liga. Todo lo que he aprendido, es ahí, aunque esto es un aprendizaje continuo. Cada día es un mundo.

¿Cómo ve desde fuera ya la nueva categoría?

-Muy igualada. Osasuna tiene uno de los equipos más fuertes, junto a Bizkerre. Al Berriozar lo veremos arriba pese a la última derrota. El Huarte luchará por la permanencia, porque les avisaron muy tarde del ascenso. Para los navarros será una temporada muy igualada y muy bonita. Mulier siempre será mi casa y les sigo ya como forofo.