pamplona - Iñigo Zubiri (Lodosa, 1994) está viviendo tiempos de oro en el Unionistas, un equipo que está sufriendo en la parte de abajo de la Segunda B, pero para el que la Copa ha deparado un partido con todo un Real Madrid. Zubiri es uno de los jugadores con más minutos del equipo salmantino.

¿Qué tal se encuentra esta campaña? Está jugando bastante.

-Bien, me estoy encontrando bien. Además, tengo toda la confianza del técnico y estoy jugando todo.

Y eso que ha tenido dos entrenadores esta temporada.

-Sí. Empezamos mal la temporada y los resultados no nos acompañaron, y además el juego tampoco era el adecuado. Pero con los dos he tenido confianza, por lo que eso hay que aprovecharlo.

¿Aprovecha su actual entrenador, Javi Luances, su polivalencia?

-Con él juego de central y de pivote. Eso es de agradecer, que el míster piense en ti y que te pueda poner en varias posiciones y le cumplas. Eso es muy positivo.

Estrenarse como goleador en Segunda B este año, además, tuvo que ser lo máximo.

-Sí, por fin he podido marcar un gol en Segunda B. Estoy en el mejor momento de mi carrera, la verdad.

Aunque la situación liguera debe de ser difícil, ocupando puestos de descenso normalmente.

-Totalmente, aunque el triunfo contra el Barakaldo de hace unos días fue muy importante. Todavía nos queda mucho por trabajar, es una carrera de fondo. No tenemos que ver el partido de Copa como un premio, sino que debemos seguir trabajando.

¿La Copa ha servido para olvidar cómo están en Liga?

-Más que olvidar, para añadir un plus al equipo y a la gente. Lo que nos ha pasado nos ha venido de maravilla para coger confianza y seguir peleando.

Como jugador de equipo de Segunda B, el nuevo formato le debe de encantar.

-Sí, nos ha venido muy bien. Tuvimos la suerte de eliminar en segunda ronda a todo un equipo de Segunda como el Deportivo, y el sorteo con el Madrid es una experiencia que la vamos a disfrutar al máximo.

El ambiente en esos partidos tuvo que ser impresionante.

-Sabíamos que si pasábamos de ronda podíamos tener un buen premio y así ha sido. El trabajo da la recompensa.

¿Vivió el sorteo con muchos nervios?

-Nos concentramos todos: el equipo, presidente, equipo de trabajo... y hasta que no salieron las tres primeras bolas estábamos muy nerviosos. Cuando salió la cuarta, que era la nuestra, aquello se convirtió en una fiesta para todos.

¿Se imaginaba al Real Madrid?

-Hombre, cuando pasas de ronda y sabes que entran los equipos de Supercopa piensas “Qué bonito sería jugar contra ellos”. Todavía estamos muy contentos. Jamás me había pasado algo así y es lo mejor que me ha podido pasar en mi carrera. Es un subidón de adrenalina increíble.

En el sentido deportivo, ¿cómo afronta ese partido?

-Al final sabemos que es un partido muy complicado, pero tenemos que salir a disfrutar, a pasarlo bien y a vivir el momento.

Para ustedes es muy importante jugar en Las Pistas, campo del Unionistas, y no en el Helmántico, del Salamanca, como se ha llegado a pedir.

-Nosotros, ante todo, queremos jugar en Las Pistas porque ha sido nuestro campo desde el principio. Sobre todo por la afición, que se merece que juguemos ahí.

¿Cómo es el ambiente en Salamanca y la convivencia entre Unionistas y el nuevo Salamanca?

-Yo lo vivo de manera indiferente, pero hay muchísima rivalidad, porque cada uno tiene sus ideas y hay choque, amistoso, a la hora de vivir el fútbol.

¿Cómo fue su vida en categorías inferiores, con ese fichaje por el Logroñés?

-Hasta el segundo año de juveniles he estado siempre en el equipo de mi pueblo, de Lodosa. Cuando se me presentó esa oportunidad el último año de juveniles, fue un reto importante. Salió un gran año, el club confío en mi para seguir con el primer equipo, y con esa oportunidad de jugar en Segunda B con 18 años empiezas a vivir el sueño de todo el mundo. A ver hasta dónde puedo llegar.

Tuvo una etapa de un año en Valencia hasta que retornó a Logroño. ¿Notó mucho el cambio?

-Sí, noté mucho cambio porque fui a un filial y es muy diferente a un equipo de Segunda B. Sobre todo, aprendí muchas cosas del fútbol que también es importante. En Segunda B estás compitiendo, pero en los filiales es más tema de enseñanza.

Lo ha jugado casi todo estos dos últimos años en Langreo y Salamanca. ¿Ha ido muy rápido todo?

-Antes de ir a Langreo, deportivamente el último año en Logroño no fue el mejor porque tuve muchos parones, y quería buscar un año en el que tuviese minutos. En Langreo lo disfruté y este año sigo creciendo.

¿Echa de menos Lodosa?

-Claro. Pero cuando el míster nos da dos días libres aprovecho para ver a mi familia y a mis amigos.

¿Cuántas entradas le han pedido?

-Pues entre 20 y 25 (risas).

¿Podrá conseguirlas? Porque todos los jugadores estarán igual.

-Sí, estaremos todos igual, pero ya pelearé para que vengan todos.

Como jugador navarro que es, ¿ha soñado o sueña con Osasuna?

-Bueno, sí, soñaba con Osasuna hasta que se me presentó la oportunidad en Logroño. Por unos motivos o por otros decidieron no contar conmigo, pero a partir de ahí ya empecé a pensar en otros sueños.