- Tras la reciente llegada del delantero Jonathan Calleri, el siguiente objetivo de Osasuna está muy claro: “un jugador rápido, que sea capaz de jugar en banda o en punta”.

Así lo confirmo el director deportivo de la entidad rojilla, Braulio Vázquez, que compareció en rueda de prensa telemática en el acto de presentación del lateral izquierdo Juan Cruz, que quedó relegado a un segundo plano por la vorágine del actual mercado.

Así las cosas, el máximo responsable en la confección de la plantilla dejó claro el perfil del próximo futbolista en llegar, un tipo de jugador que tendrá que ser veloz y versátil para dar más variantes a Jagoba Arrasate a la hora de afrontar una temporada complicada, en la que además de las lesiones que han asolado el inicio de la temporada puede haber otros contratiempos como positivos por covid-19 que dejen a uno o varios futbolistas fuera de una convocatoria de 23 que ya en Cádiz no se pudo completar.

“Jagoba cambia mucho el esquema, y no es lo mismo tener solo dos posibilidades en el banquillo que alguna más. Esto repercute en la toma de decisión, y aunque no es un técnico de plantillas largas hay que taparse un poco”, confesó.

Respecto a la última incorporación del equipo, Jonathan Calleri, que se cerró en la madrugada del sábado al domingo, Braulio quiso aclarar que no es un jugador desconocido para la secretaría técnica, sino que llevaban detrás de él desde hace tiempo.

“Calleri fue la primera o segunda opción para delantero el año pasado, pero era otra situación y estaba fuera de nuestro alcance”, adelantó para mostrar “su creencia” en este jugador que, “aparte de por los goles, cuadra mucho con lo que es Osasuna”.

El atacante argentino, que jugó con la camiseta del Espanyol la pasada temporada, ha tenido que rebajar significativamente sus emolumentos tras una mala actuación, algo que ha sido clave para su llegada a Pamplona.

Y es que, tras la lesión del Chimy Ávila la pasada semana, la situación ya de por sí complicada en un mercado austero marcado por la crisis económica derivada de la covid-19 se ha tornado todavía más difícil para el club rojillo, cuyo interés por un delantero era conocido por todos los demás equipos. “Los clubes saben de la necesidad y te aprietan y lo ponen más difícil”, asumió Braulio, que también admitió que muchas de las llamadas que se hizo preguntando por delanteros que sonaron -como Stuani- no tenían muchas opciones de fructificar, ya que son opciones “inalcanzables” para Osasuna, que no goza de “la capacidad económica de otros equipos”, por lo que deben ser “más ingeniosos” en su trabajo.

Respecto al capítulo de salidas, el director deportivo espera que la marcha de Juan Villar al Almería, que se dio “porque no iba a tener relevancia” y le ofrecían “un contrato de tres años” muy beneficioso para él, sea la última. “Espero y deseo que no vengan a por nadie, pero en fútbol he visto de todo, aunque no negociamos por ningún jugador importante. En ese aspecto espero que el mercado acabe ya”, sentenció.

Calleri no entrena hasta el viernes. El último fichaje de Osasuna, el delantero argentino Jonathan Calleri, deberá superar dos test PCR para incorporarse a la dinámica del equipo, por lo que no entrenará hasta el próximo viernes, lo que hace casi imposible su participación en Getafe.

Sin metas para el Chimy. Braulio admitió que no cuentan con Chimy Ávila para el resto de temporada, ya que “no se le pueden poner metas” en su recuperación, que comienza mañana con la operación del ligamento cruzado de la rodilla derecha.

El director deportivo se mostró “muy contento” por la primera victoria de la temporada y la valoró como “una continuación de lo que somos”, en la que el equipo venció pese a ser “una semana en la que todos lo pasamos bastante mal, porque todo eran malas noticias”.

Braulio Vázquez destacó que jugadores como Calleri, Adrián o Roncaglia se hayan bajado el salario para jugar con Osasuna, lo que le da “un valor intangible” al club.

-1,3

A falta de la llegada de un delantero, Osasuna presenta un balance de mercado de -1,3 millones de euros tras las llegadas de Lucas Torró (2 millones), Juan Cruz (2,75 millones) y Calleri (cesión) y las ventas de Luis Perea (3 millones) y Juan Villar (450.000 euros).

No se descarta fichar en el mercado invernal

La tardía ventana de fichajes veraniega, que este año será otoñal -acaba el 5 de octubre- abre otras puertas para la dirección deportiva rojilla, que valora que, tras la llegada de un atacante, se espere hasta el mercado invernal -del 4 de enero al 1 de febrero- para traer otras opciones, sobre todo en el flanco zurdo. “Con Juan Cruz estamos encantados y estamos valorando todo: puede jugar Íñigo, Roncaglia, tirar de carrileros... Nos sentaremos con Jagoba y Bittor y valoraremos la situación. También hay un mercado de Navidad para el que no queda mucho”, deslizó Braulio en la rueda de prensa de ayer. En esta ventana, el club ya se hizo el año pasado con los servicios de Enric Gallego (cesión con opción de compra obligatoria por 2+2 millones), Jose Arnáiz (cesión por 500.000 euros con opción de compra de 4,5 millones no ejecutada) y Toni Lato (cesión sin opción de compra).

El límite salarial, una restricción importante

El límite salarial es la principal restricción de Osasuna a la hora de cometer fichajes. Esta cantidad, que se calcula restando los gastos estructurales a los ingresos de la entidad, comprende los diferentes gastos de salarios de futbolistas, cuerpo técnico así como de la cantera. En el caso de la entidad rojilla, el tope es uno de los más bajos de la Liga -el del año pasado fue de 38 millones, solo superando al del Granada, Valladolid y Mallorca-, por lo que no pueden exceder este importe a la hora de confeccionar la plantilla. Las lesiones de Brandon Thomas, Darko Brasanac y Chimy Ávila hacen que todavía haya que ajustar más la economía, ya que como explicó Braulio estos jugadores “se comen mucho tope salarial, no jugarán en meses y a la vez hay que sumar otros efectivos”. Ésta es la mayor restricción a la hora de hacer alguna incorporación.

Se baraja un jugador sub-23 para el primer equipo

Los protocolos de LaLiga para disputarse la competición mientras dura la pandemia de la covid-19 hacen que los futbolistas de la cantera no puedan estar a caballo entre el filial y el primer equipo como hasta ahora, cuando podían jugar con las dos plantillas en días diferentes. Durante esta temporada, para que un jugador con ficha del Promesas dispute un partido con el primer equipo tendrá que pasar dos PCR durante la semana, lo que hace que tenga que estar integrado en la dinámica de éste y no poder cambiar a Segunda B de un día a otro. Por ello, Braulio apuntó que “hay que traer gente para el filial con ficha sub-23”, pero no pensando en un refuerzo exclusivamente para Santi Castillejo, que intentará dar el salto a la futura Segunda B Pro, sino para acompañar a los Aimar Oroz, Asier Córdoba, Javi Martínez y Jorge Herrando con los mayores.

Dos semanas de espera por Manu Sánchez

La llegada de Manu Sánchez, lateral izquierdo del Atlético de Madrid, fue otro de los asuntos por los que fue cuestionado Braulio, que explicó que todavía “hay alguna posibilidad” de que el jugador pueda llegar, pero para lo que “hay que esperar dos semanas”. La llegada del joven carrilero, que estaba “prácticamente cerrada” con el club colchonero, se trastocó tras la venta de otro jugador de su posición, Caio Henrique, que puso rumbo al Mónaco por 8 millones de euros. A pesar de que los madrileños tenían pensado firmar a Mathias Olivera, del Getafe, las negociaciones parecen estar cada vez más lejos de fructificar, lo que hace que la cesión de Sánchez, recientemente renovado hasta 2025 con los rojiblancos y que había sido muy seguido por la secretaría técnica del club, continúe paralizada pero abierta hasta final del mercado.