Lo bueno, si breve, dos veces bueno. En solo siete minutos, los facilitados por el Athletic para realizar la tanda de entrevistas a cada medio de cara a la final del próximo 3 de abril frente a la Real Sociedad, Berenguer hace un rápido repaso de la actualidad rojiblanca, de su llegada al club en octubre y de lo que está por venir.

Restan aún diez días para la final de Copa ante la Real Sociedad, ¿cómo está viviendo estas jornadas previas a ese gran partido?

—Con tranquilidad. Vamos día a día, entrenamiento a entrenamiento y poco a poco irá llegando el día de la final.

No lleva ni seis meses en el Athletic y contra la Real jugará su segunda final. ¿Encuentra alguna similitud entre la Supercopa de enero y esta nueva final?

—Sí... pero bueno, ahora tenemos un parón de por medio que creo que nos va a venir bien para prepararnos bien para la Copa. Pero tenemos que tener tranquilidad. Ir entrenamiento a entrenamiento, pensando en el día a día.

Debido al parón por los encuentros de las selecciones pierden durante varios días a Iñigo Martínez y Unai Simón. ¿Considera que eso trastoca los planes del equipo?

—Sí, trastoca, pero es lo que toca. Han sido convocados por la selección española porque están haciendo las cosas muy bien y llegarán para los últimos días. Pero todos tenemos las cosas claras de cómo tenemos que trabajar, las cosas que nos pide el míster y estamos trabajando en ello.

Llevan mucho tute en lo que va de 2021, con un buen número de partidos entre semana. ¿Qué tal se encuentra físicamente?

—La verdad es que bastante bien; y el equipo también. Ya se ve en el campo que apretamos los 90 minutos. Con el trabajo que hacemos entre semana nos preparamos a tope para los partidos.

Desde la llegada de Marcelino al banquillo le está tocando jugar en la banda derecha. ¿Qué tal lleva la aclimatación a su nuevo puesto?

—Es todo adaptarse un poco. He jugado en muchas posiciones, por la izquierda, por la derecha, de delantero, de segunda punta€ Es todo acostumbrarse. Por lo general he jugado en la izquierda, pero partido tras partido me voy acostumbrando a la derecha y cada vez me siento más a gusto.

¿Ha tenido que cambiar algo de su juego para aclimatarse a la banda derecha?

—No€ Es más o menos lo que hacía en la izquierda, pero ahora tengo que trasladarlo a la derecha. Aunque sea diestro, al meterme para dentro tengo que trabajar más con la zurda, pero no tengo ningún problema en eso. Lo que hacía en la izquierda me toca pasarlo a la derecha.

Sigue buscando muchos los carriles interiores, es raro verle alcanzar línea de fondo y centrar...

—Eso es. Me gusta llegar mucho al área, que ahí es donde está el gol. Dejo mucho la banda para que suban los laterales.

Un hecho que está sorprendiendo en Bilbao es su facilidad goleadora. Suma siete goles en liga y otro más en Copa. ¿Se esperaba alcanzar esos registros?

—Bueno€ nadie se lo espera, pero con trabajo se consigue todo. Al final, unos días tienes más suerte que otros, acabas metiéndolo dentro y por suerte las estoy metiendo casi todas. Esperemos que siga esta racha.

¿Le costó aclimatarse al equipo a su llegada?

—Fue un cambio de fútbol total del fútbol italiano al de aquí, al de España. Me costó un poco, pero enseguida me adapté, luego cambio de entrenador, otra vez adaptarse€ Pero bueno, ahora creo que estoy en el mejor momento de forma de la temporada, aunque todavía puedo mejorar. Trabajo día a día y eso es lo más importante.

¿Cuál considera que es el principal cambio entre una liga y otra?

—Sobre todo, que aquí hay muchos más espacios, no tienes a un tío que te está mordiendo la oreja a todas horas€ Aquí no afecta tanto la táctica como en Italia, hay más desorden en el campo, puedes contraatacar más, que en Italia es más difícil. Eso es sobre todo.

Por sus características, entiendo que le mejor este tipo de juego, ¿no?

—Sí, al espacio tengo velocidad y eso me beneficia.

Ustedes vienen de empatar ante el Eibar en San Mamés y la Real Sociedad de encajar una goleada (1-6) frente al Barcelona. ¿Cree que estos resultados pueden afectarles a alguno de los dos equipos?

—Al final eso no va a contar nada. Una final es una final y cada equipo sacará sus armas al terreno de juego y será una guerra de 90 minutos.

En la plantilla, a diferencia de lo que sucede en la Real, tienen a un puñado de jugadores que saben lo que es jugar finales de Copa. ¿Considera que es algo que puede jugar a su favor?

—Bueno€ cada partido es un partido diferente y siendo una final aún más. Nosotros estamos muy tranquilos porque estamos trabajando muy bien, estamos a un buen nivel y yo creo que si estamos a nuestro nivel tenemos muchas posibilidades de ganar.

¿Cuál considera que es el punto débil de la Real?

—No nos tenemos que fijar mucho en sus puntos débiles. Tenemos que hacer nosotros las cosas bien y así seguramente nos saldrán las cosas mejor. Si nosotros hacemos las cosas bien, a ellos les irá mal.

¿Qué tipo de partido imagina en su cabeza?

—Si te digo la verdad, aún no he pensado mucho en ello. Estamos en el día a día y ya llegará el día 3.

El año pasado, Imanol Alguacil habló acerca de la presión que afectó a su equipo en las semifinales ante el Mirandés. ¿Cree que podría volver a sucederles lo mismo de cara a la final?

—No lo sé. No te puedo hablar de ellos, yo te puedo hablar de nosotros. Y estamos tranquilos, con mucha confianza y esperando a que llegue el día 3.

En menos de seis meses ha ganado un título y le esperan dos finales en dos semanas. ¿Esperaba algo así cuando firmó por el Athletic?

—Si te digo la verdad, no. Pero como me dicen aquí, lo mío ha sido llegar y besar el santo. Llegar y ganar la Supercopa, ahora dos finales de Copa. Tenemos que jugar esos partidos con toda nuestra confianza, dar nuestro mejor nivel e intentar llevarnos las Copas.

"Como me dicen aquí, lo mío ha sido llegar y besar el santo. Ganar la Supercopa, ahora dos finales de Copa..."

"Me costó un poco al principio, pero enseguida me adapté. Estoy en el mejor momento de la temporada"