A Osasuna no le gustó demasiado el arbitraje del madrileño Guillermo Cuadra Fernández, colegiado adscrito al Comité balear, y lo demostró con varias protestas, aunque la palma se la llevó la que protagonizó Jagoba Arrasate tras el primer gol del Real Madrid. El técnico se quejó de que, en la acción previa al córner que derivó en el tanto de Militao, el 1-0, Lucas Torró fue objeto de una falta que el árbitro no observó o no entendió como tal. El codo de Militao impactó en el rostro del centrocampista rojillo en la frontal del área, pero la jugada continuó y acabó en un córner botado por Isco y rematado a gol por el central brasileño. La televisión captó la protesta de Arrasate tras el tanto y las explicaciones que le ofreció Cuadra Fernández.

Todo esto sucedió en el minuto 76 del partido, pero antes se produjo otra situación que tampoco gustó a los rojillos. El colegiado le mostró una cartulina amarilla a Javi Martínez por cortar un ataque prometedor del Real Madrid, cuando un momento antes se la había perdonado a Antonio Bueno pese a zancadillear al propio Javi Martínez. Fue tan amarga y sonora la protesta de Osasuna que Oier, ayer en el banquillo, también fue amonestado. Y la amarilla tiene consecuencias: el capitán será baja en San Mamés por sanción.