- Una vez más el aficionado inglés alzó la voz y una vez más paralizó el fútbol. El proyecto de la Superliga europea ha dejado secuelas en los hinchas ingleses y estos dieron un paso más al invadir Old Trafford, bloquear el autobús del equipo y lograr el aplazamiento del Clásico de Inglaterra entre Manchester United y Liverpool.

A poco más de dos horas para el comienzo del partido, unos 200 aficionados rompieron las barreras de seguridad en Old Trafford y lograron colarse por el túnel de Múnich, que rememora a las víctimas del accidente de avión, en el estadio. Invadieron el campo, lanzaron bengalas contra la grada y mostraron pancartas en contra de los Glazer, la familia que ha dirigido el United en las últimas dos décadas.

El descontento tras el proyecto de la Superliga europea sigue presente. Las disculpas de Joel Glazer, el cabecilla de la familia, y la dimisión de Ed Woodward, vicepresidente del equipo, no han servido para calmar los ánimos. Dos semanas después de la noticia que trastocó el fútbol, los aficionados del United, que ya se colaron hace unos días en el entrenamiento del equipo, quisieron mandar un nuevo mensaje. Esta vez el objetivo era atacar lo que más aprecian los Glazer, el dinero. Lograr un retraso del partido unas horas o que se tuviera que aplazar a otro día para que el club perdiera ingresos televisivos.

Además de la invasión de Old Trafford, la cual desarmó rápidamente la Policía, los aficionados se reunieron en los alrededores del estadio y causaron una pequeña revuelta con la policía, lanzándoles botellas y derribando las barreras de seguridad. Las fuerzas de seguridad consiguieron despejar la situación, pero los aficionados al mismo tiempo estaban concentrándose en el hotel en el que descansan el día de partido los futbolistas del United. Unas 700 personas acudieron al Lowry Hotel de Mánchester para impedir la salida del autobús. El negro bus del United tuvo que quedarse en la puerta. Los futbolistas no pudieron ni subirse a él, tuvieron que aguardar durante horas a que amainara la situación para conocer, tras cinco horas de espera, que el parido no se jugaría.

El título de Liga. El aplazamiento del encuentro entre el Manchester United y el Liverpool provoca que el Manchester City tenga que esperar, como mínimo, una semana más para ser campeón de la Premier League. Los de Pep Guardiola vencieron el sábado por 0-2 al Crystal Palace, logrando una ventaja de 13 puntos en lo más alto de la tabla, con cuatro jornadas por jugar. Una derrota del Manchester United contra el Liverpool hubiera mandado el título directamente para el Etihad Stadium, mientras que un empate los hubiera hecho virtuales campeones por la diferencia de goles.