Después de que la pandemia obligara a las federaciones territoriales a tomar cartas en el asunto y cambiar tanto el formato como el protocolo de competición, la Tercera División, que pasa a denominarse Tercera RFEF, regresa a su origen con un único grupo en el que todos los equipos se verán las caras entre sí durante las 30 jornadas del calendario de competición regular.

Sin los cocos de la categoría en el grupo que se encuentran en Segunda RFEF se abre de esta manera una oportunidad única para equipos que se han visto en los últimos años a las puertas de conseguir un histórico ascenso, un hito que lograron San Juan y Ardoi el curso pasado.

En este aspecto, clubes como Itaroa Huarte, Pamplona, Cirbonero o Valle de Egüés, que quedaron la pasada campaña en un segundo escalón por detrás de Peña Sport, San Juan y Ardoi, podrían soñar con una temporada ilusionante por delante sabiendo que el primer objetivo es la permanencia, pero sin renunciar a poder ser ambiciosos.

Tampoco habría que olvidarse del Txantrea de Jaime Sánchez, pues con el técnico que sustituyó a Txiki Akaz durante la pasada campaña el equipo pamplonés realizó una de las mejores actuaciones del curso, mientras que la competición marcará el objetivo del renovado Beti Kozkor, con Elías Tomé a los mandos del equipo de Lekunberri, que la pasada campaña también se quedó a las puertas de conseguir el ascenso a Segunda RFEF. Por abajo, Azkoyen, Avance y Gares prometen dar guerra en una categoría que no es novedosa para ellos, y en la que, en mayor o menor medida, ya cuentan con experiencia, por lo que los equipos que consiguieron salvarse la pasada campaña en el grupo de permanencia deberán hacer los deberes a tiempo si no quieren pasar los mismos apuros que el curso pasado.

Ascensos y descensos

El campeón de Tercera RFEF al término del calendario regular tendrá el premio de conseguir el ascenso directo de categoría, mientras que del segundo al quinto clasificado quedarán encuadrados en un play off. El vencedor de la eliminatoria disputará un encuentro contra el décimo octavo clasificado del grupo correspondiente en Segunda RFEF.

El que gane ese duelo competirá la próxima campaña en Segunda RFEF, mientras que el que lo pierda lo hará en Tercera RFEF. En cuanto a los descensos, los tres últimos clasificados descienden automáticamente de categoría, mientras que, en caso de que de la Segunda RFEF desciendan más equipos navarros, se producirá un efecto cascada que comenzará arrastrando al decimotercer equipo clasificado.