A lo largo de los años el tópico de que el fútbol es ver solamente a 11 personas persiguiendo un balón ha revoloteado bajo la atmósfera que cubre el juego del balompié, y ha ido pasando de generación en generación. Personas como las que componen el equipo de fútbol Aspace - Decathlon, que compiten a fútbol sala en la liga amateur FS5 Navarra, y que forman el único equipo inclusivo de la competición. Porque el fútbol no entiende de límites y ellos han roto barreras para competir de tú a tú contra sus de rivales.

Luciano Araujo dispara a portería ante la presencia de Rubén Flores. Foto: Unai Beroiz

Aspace

Un boceto hecho realidad

Similar a cualquier otro proyecto, un boceto o una idea no se lleva a cabo de la noche a la mañana. Requiere de un proceso, en el que siempre hay un paso clave que lo convierte en realidad. "El concepto de hacer un equipo mixto, de personas con dispacapidad y personas sin discapacidad estaba puesto encima de la mesa de Aspace durante varios", comienza relatando Juan Francés, responsable de Aspace. "Se puso en contacto con nosotros Decathlon, que querían hacer un proyecto. Empezamos a hablar de las posibildades de colaborar en diferentes proyectos en tres años. Se ha creado un convenio con diferentes proyectos y con Decathlon Pamplona hacer diferentes actividades dentro del voluntariado, desde un punto de vista del deporte", prosigue.

Aspace, que lleva desde 1971 acompañando a muchas personas con parálisis cerebral en Navarra, ha querido ir más allá. Tras varias jornadas compartiendo el deporte con otros equipos con discapacidad, desde la organización han buscado "competir de forma más regular y pensamos en alguna liga amateur que estuviera funcionando", reconoce Francés.

Y es en este escenario donde aparece FS5 Navarra. "Veíamos que durante muchos años estaban bien organizados, y tienen buenos árbitros, que era un poco lo que nos preocupaba, el proteger a nuestros deportistas y que pudieran estar respaldados. La verdad que hemos tenido una acogida buenísima. Jesús (Ferraz, el responsable) nos acogió con los brazos abiertos, nos reservó una plaza cuando estábamos pasados de tiempo y nos han facilitado absolutamente todo y se ha adaptado a nuestros tiempos. Pudimos hablar con los árbitros, que lo veían algo positivo y nos transmitieron mucha seguridad. La experiencia está siendo increíble y hay un ambiente de equipo increíble. Todos son deportistas. Y dentro de la competición hemos tenido la oportunidad de hablar con otros equipos y nos hemos encontrado con una respuesta positiva. Han disfrutado de los partidos, han sudado la camiseta y les ha encantado la propuesta", expone.

Lejos del rechazo que podría suponer por parte de la organización o del resto de equipos para competir contra ellos, el mayor temor en Aspace era tener la negativa de los protagonistas. "Tuvimos una reunión con ellos, y se apuntaron todos. Fueron sin miedo", argumenta Francés, que agrega que a los chicos "les encanta jugar a fútbol, y no tenían la oportunidad de jugar contra aquellos que no tienen discapacidad. Estaban en un cajón a parte, y en esta liga amateur, en la que sí que importa ganar o perder, el objetivo es poder disfrutar del deporte que ellos quieren bajo la condición de deportista. También queremos que se visibilice y se normalice, que no les dé pereza a los rivales jugar contra Aspace - Decathlon. Que es algo que hemos preguntado a los equipos. Y la respuesta también ha sido positiva. A no todas las personas les toca tener una relación con una persona con discapacidad, y es una forma de que se encuentren dos realidades en un escenario de salud como es el deporte".

Juan Francés se sincera al admitir que el proyecto no podría haber salido adelante sin el apoyo de Decathlon. "Nos ha venido como anillo al dedo. Ellos han puesto la equipación, los materiales y los voluntarios, a quienes les ha dado la oportunidad para acercarse a esta realidad. Es un importe elevado el alquiler, pero el proyecto lo merece. Los deportistas no han tenido que hacer un esfuerzo extra y ha estado abierto para el que quisiera. Sin el apoyo de Decathlon no nos hubiéramos lanzado a ello".

En cuanto a lo deportivo, Francés señala que "ahora mismo no nos interesa tanto el hecho de ganar o perder, pero sí que sea competitivo, que no sea un regalo para los adversarios. Queremos que los demás equipos tengan que sudar la camiseta para poder llevarse la victoria. Por ahora es el máximo respeto que podemos pedir. Sí que tenemos la idea de que los deportistas necesitan un tipo de adaptación porque una competición así no han tenido nunca. Nosotros a veces no jugamos con el resultado total del partido. Si somos capaces de ganar una parte, ya contamos que ganamos medio partido. Creemos que poco a poco tenemos que empezar a algo. De cara al futuro lo ideal es que se pudieran animar más equipos, por parte nuestra o de más asociaciones o personas que se puedan acercar a cualquier equipo. También a mujeres, que tenemos una chica que juega con nosotros, que apenas hay".

Rubén Flores conduce el balón ante un rival. Foto: Unai Beroiz

FS5 Navarra

Un espacio para todos que traspasa fronteras

FS5 Navarra nació en 2012 y ahora, por primera vez, cuenta con un equipo inclusivo. "Para nosotros es una alegría inmensa. Llevamos muchos años con el torneo y siempre hemos querido colaborar con este tipo de personas para integrarlos en algún torneo, como ya hicimos en alguno benéfico. Cuando nos lo propuso Juan nos gustó mucho y le tendimos la mano para hacer todo lo que pudiéramos para que el equipo se sintiera cómodo. Creo que lo estamos consiguiendo, porque el feedback es positivo. Los rivales les muestran respeto, no hay ninguna actitud ni buena ni mala, respetan lo que están viendo y los chicos de Aspace disfrutan y se muestran integrados. No hemos tenido tampoco que dar ningún toque de atención, que es algo importante, porque en un torneo de estas características la situación ha fluido con total normalidad", reconoce Jesús Ferraz, organizador.

Ferraz, que considera estar encantado de "poder apoyar este tipo de proyectos, ya que, como organización, queremos hacer todo lo que sea para sumar", analiza una sociedad en la que "hoy en día están las cosas tan complicadas a nivel mundial, con la pandemia, la crisis económica, la falta de trabajo o problemas personales y al final el deporte es la vía de escape para salir del día a día. Cuando organizas la competición, lo que intentamos es que la gente disfrute durante una hora. Y si lo conseguimos, haces que ellos se olviden de todo lo demás y estén deseando que llegue el siguiente partido".

Navarra no es pionera en el deporte inclusivo, pero este caso sí que ha servido de ejemplo para otras comunidades. "Sí que hemos tenido algún contacto, pero por conocidos o gente con la que tenemos relación de otras ciudades que tengan proyectos como este. Algunos que no tienen te felicitan, pero en algún caso sí que tienen algo parecido, como en Lleida. Intentamos transmitir que la gente que no ha podido hacerlo tenga la posibilidad de llevarlo a cabo", admite Ferraz.

Su meta no es otra que "ilusionar a todas estas personas que tienen estas pequeñas limitaciones para la práctica del deporte. Si se les permite sentirse como uno más y disfrutar de hacer este deporte y conseguimos que sea una realidad, la reflexión es que estamos contentos de que se sientan contentos e ilusionados. Buscamos que todo el mundo quiera volver a repetir año tras año. Todos tienen la puerta abierta y no vamos a hacer ningún tipo de discriminación. Lo único que les pedimos es que cumplan el reglamento disciplinario".

Javier J. Arizcun, Oier Altuna y Daniel Iraceburu celebran un gol. Foto: Unai Beroiz

Una mirada desde dentro

La competitividad basada desde el respeto

A pesar de que el resultado es lo que menos tienen en cuenta, el equipo Aspace - Decathlon ya ha ganado, a mitad de temporada, el mayor premio posible: el respeto de los rivales. Algo que reconforta tanto los voluntarios de Decathlon, como a Ángel García, el entrenador del equipo, que ejerce como punto de unión entre los chicos de Aspace, con los voluntarios. Su mensaje es claro y contundente. "Aquí venimos para ser respetuosos, estamos luchando para que haya un fair play, porque tenemos nuestras limitaciones. Llevo con la gente de Aspace desde el año 2000", señala.

Para García es importante que se abran este tipo de puertas, "porque cada vez esta gente está muy cerrada en sus entornos, aunque la mayoría de ellos están trabajando de una u otra manera y es clave la función de los voluntarios, que son personas que podrian estar jugando en otros equipos y que están integrados y contentos de jugar con nosotros", al tiempo que recalca, de manera positiva, el proyecto que se ha llevado a cabo. "Pienso que es una buena idea, totalmente innovadora, y que está haciendo aprender a los otros futbolistas contra los que jugamos. Cada vez ellos les respetan mucho y ahora que estamos en la mitad de la competición ellos también nos respetan muchísimo. Es mucho de valorar. Cuando metemos un gol, es una de las mayores satisfacciones que tienen. No le dan ninguna importancia al marcador, luchan siempre de la misma manera", finaliza.

Uno de los puntos de referencia que tienen los chicos de Aspace es Daniel Iraceburu, jugador del equipo y y voluntario de Decathlon. "Realmente lo que nos motiva es poder ayudar a otras personas a través del deporte, que es algo que está presente en nuestro día a día. Desde el deporte podemos llegar a la gente, y podemos hacer que se sientan igual de realizados que nosotros", valora. "El deporte es una herramienta más para normalizar la situación de estas personas y nosotros disfrutamos tanto como ellos. Nos sentimos integrados y es una gozada verles participar, disfrutar y esforzarse en cada partido", prosigue.

Iraceburu reconoce que en el campo ellos intentan "ser un punto de referencia, de guiarles para que sepan estar ordenados, que sepan qué hacer en cada momento", pero que esa situación también les sirve "para la vida, que tengan un punto de apoyo porque ellos tienen las capacidades, en este caso para competir, y el resultado es lo de menos. Veníamos al principio cada uno de un sitio, ahora nos conocemos y poco a poco vamos mejorando e intentando que cada partido sea mejor".

En la foto: Arriba, de izquierda a derecha: Ángel García (entrenador), Koldo Ciaurriz (árbitro), Jesús Ferraz (Organizador FS5 Navarra) , Gorka Largo, Javier Joao, Koldo Catalán, Daniel Iraceburu, Luciano Araujo y Esperanza Mora (Relaciones públicas FS5). Abajo, de izquierda a derecha: Juan Francés (técnico deportivo Aspace), Oier Altuna, Iván Linares, Rubén Flores y Eduardo Larumbe.