donostia - El periodista guipuzcoano amplía ahora su catálogo con libros deportivos más allá del ciclismo con el sello LDR Sport, que se estrena con el título La carrera más sucia de la historia, sobre el inolvidable duelo, salpicado por el dopaje, entre Ben Johnson y Carl Lewis en los Juegos Olímpicos de 1988. Es un buen momento, por tanto, para charlar con Eneko Garate sobre su editorial y sus gustos literarios.

Creó Libros de Ruta en 2013.

-Bueno, la idea nació hace seis años o algo más con un amigo. A ambos nos encantaba leer sobre ciclismo y teníamos que hacerlo sobre todo en inglés, así que pensamos en sacar una editorial un poco como hobby. Pero queríamos hacerlo de forma profesional y desde el principio en los temas de maquetación, marketing y logística contamos con gente profesional, los únicos que no cobrábamos éramos nosotros. Empezamos a distribuir por los canales habituales y a la vez montamos una librería online, en la que decidimos no distribuir solo los nuestros. El motivo es que había libros en el mercado, pero ni nos enterábamos de que existían porque tenían mala distribución o porque si un libro no se vende bien, desaparece de las librerías. El primer libro lo publicamos en abril de 2013 y en 2016, con el mercado ya testado, el que era socio conmigo lo quería dejar y dimos el salto de profesionalizarnos nosotros. Me puse con otra persona, Amagoia, a tiempo completo y ahora tenemos más de 700 referencias en la página web.

¿Cree que la literatura deportiva es un género en auge?

-A nivel europeo, por ejemplo Reino Unido, lo que se publica es una bestialidad. En Holanda y Bélgica se publica muchísimo de ciclismo. Ha habido un boom aquí, pero empujado por tendencias de fuera. Yo creo que interés hay, aunque percibo también que el deporte es como que todavía se minusvalora. Pero al final es como en poesía o novela, hay libros buenos y malos. Se están haciendo cosas muy buenas.

El ciclismo, con su épica, es un deporte especialmente atractivo para contar historias.

-Es la épica y que nos gusta saber lo que se ha hablado en el hotel, lo que pasa por la cabeza del corredor. El partido de fútbol o baloncesto se ve entero en el campo o por la tele, pero antes los periodistas veían el final de la etapa, cogían declaraciones de los ciclistas y a partir de ahí tenían que hacer una historia. Entonces, en el ciclismo siempre se han contado historias.

Una de las novedades de Libros de Ruta es Una pulga en la montaña, libro sobre Vicente Trueba. Últimamente se están recuperando historias antiguas.

-En nuestro caso no ha sido algo buscado. Teníamos un par de historias buenas, la de Vicente Trueba y De la Vuelta a la luna, que es sobre Gustaaf Deloor (ganador de las dos primeras ediciones de la Vuelta a España en 1935 y 1936). Antes no nos habíamos ido tan lejos en el tiempo. Lo piensas y es un periodo del que se tiene poco información sobre la Vuelta a España en comparación con el Tour y el Giro.

Una de sus próximas novedades va a ser Peter Sagan. Mi historia. ¿No considera que las biografías de corredores en activo se quedan incompletas?

-Froome tiene varias biografías y de Geraint Thomas salió una hace tres años en el Reino Unido. La de Sagan me la ofrecieron y me gustó. Se unen los intereses comerciales del propio Sagan o su entorno con el interés de las editoriales, porque un nombre vende más cuando está en activo. El planteamiento del libro es inteligente. En vez de hacer una biografía al uso, está centrado en el hito de sus tres Mundiales seguidos. Es un acercamiento a cada uno de esos Mundiales, hay flashbacks a carreras anteriores, a momentos personales, a su infancia.

¿Se queda con algún título de Libros de Ruta?

-La tierra de las segundas oportunidades, aunque ha sido un poco fracaso comercial. Ser editor es algo muy personal, en ese libro se juntaron mi interés hacia el ciclismo y hacia África, un continente que me apasiona. Está situado en Ruanda. No es un libro deportivo al 100% ni un análisis geopolítico, pero tiene esos componentes. Lo leí y tuve claro que tenía que publicarlo. La pena es que lo ha leído poca gente, pero los que han hecho les ha gustado. A mí me gusta especialmente.

¿Qué libro recomendaría al margen de su editorial?

-Los forzados de la carretera. Habla sobre el Tour de 1924, es una pequeña joya. Es un ciclismo casi de forajidos, te lo cuenta como una película del Oeste, con sus trampas, insultos y follones con la dirección del Tour. Es un libro pequeñito, en su día fue escrito para un diario o un semanario, y se lee muy rápido. Me gusta recomendarlo porque a veces estos libros pasan desapercibidos.

¿Por qué crea ahora LDR Sport?

-Queríamos seguir creciendo. Gracias al trabajo de estos cinco años tenemos una red de distribución y relaciones con otras editoriales y autores. Ya nos habían surgido opciones de publicar otros temas. Queremos ser referentes en ciclismo, pero para seguir creciendo hemos decidido publicar otro tipo de deportes y ampliar nuestro abanico. Será un acercamiento menos especializado, los temas que tocaremos, como el de este primer libro, La carrera más sucia de la historia, serán más conocidos. Gente o eventos que han trascendido el deporte, como pueden ser unos Juegos Olímpicos o un acontecimiento especial.

¿Qué historia le gustaría publicar?

-Yo creo que en ciclismo hay dos libros pendientes. El primero es el del Chava Jiménez. Hay mucha historia, otra cosa es que sea del agrado de la gente, hay veces que preferimos no conocer la verdad. No sé si habrá alguien que querrá escribir esa historia. Todos los años, en el aniversario de su muerte, las redes sociales arden. Mantiene el tirón, es como Pantani. El segundo es el de Induráin. Tiene un par de libros, pero en ninguno habla él. No sé si una biografía, pero estaría bien oír su voz. Tal vez pasado un tiempo pueda contar muchas cosas de momentos de su carrera, por ejemplo, el intento del récord de la hora o cómo acabó con su equipo de toda la vida. Cosas de las que se ha hablado muchísimo pero en las que él no ha querido tener voz.