pamplona - Cuenta la leyenda que Aquiles fue sumergido por su madre en el río Estigia en aras de hacerlo inmortal. Para ello lo sostuvo del talón, por lo que fue la única parte del cuerpo que no tocó el agua. Esa pequeña deficiencia provocó que la flecha lanzada por Paris -príncipe troyano- se clara en su talón y acabara con la vida del héroe.

El protagonista de esta historia es fuerte como Aquiles y también tiene su punto débil en los talones. Sin embargo, la historia de Nico Quijera no tendrá un final tan trágico como la del mito griego.

El lanzador de jabalina del Grupompleo Pamplona Atlético se rompió el Aquiles en la Copa de Europa de lanzamientos que se celebraba en Eslovaquia el 11 de marzo y visitó el quirófano en Madrid dos días después. “Fue un momento bastante duro. Participaba en una competición muy importante, estaba pelando por todo y la lesión vino en el peor momento”, recuerda.

Un dolor familiar para Nico, que ya se había roto el otro talón cinco años antes. “Por la sensación, el sonido, que sonó, ya supe lo qué era. Cuando llegó la médico le dije lo qué era y me dijo: vamos a ver. Puedes mirar, pero sé lo que es”, explica el lanzador, que fue retirado de la pista con ayuda de compañeros.

Nico es un gran atleta, no solo por sus récords -tiene la segunda mejor marca española de la historia solo por detrás de Odei Jainaga- sino porque mentalmente es una roca. “Ya no me quedan más tendones de Aquiles. Otro más ya no me puedo romper. No creo que haya problema para entrenar con normalidad, esto son unos meses malos y luego ya pelear por los mismos objetivos de antes de la lesión”, cuenta el navarro, que ya está en Larrabide trabajando en su recuperación. Sesiones que suelen rondar la hora y media.

Sin competiciones, ni viajes la vida de Nico ha dado un giro de 180 grados. Ahora se centra en el máster de economía y fianzas que está cursando y aprovecha el tiempo libre para entregarse a la lectura.

experiencia El del Grupompleo asegura que lo está llevando mejor que la primera vez y que el secreto es fijarse pequeñas metas a corto plazo: andar, correr y por último lanzar. Eso sí, hay que creer en uno mismo, esa es la base que cimenta el éxito. “Depende mucho de la confianza que tengas en hacer las cosas: la primera vez que andas, que corres... te dicen que puedes, pero hasta que no tienes confianza tú no lo haces”, dice un Quijera que confiesa que de momento no hecha de menos la jabalina, aunque ahora el grupito de cuatro con el que entrena en Larrabide, entre los que está su hermano Manu, se queda sin uno de sus miembros.

La recuperación se estima en cinco o seis meses y Nico sabe que cada paso que le acerca a la pista es un pequeño triunfo. “Queda la parte de lanzar, pero será como cualquier otra primera cosa que tenga que hacer”, explica el atleta, que destaca el apoyo que está recibiendo de familiares y amigos durante todo el proceso.

“La cabeza es más importante que las cicatrices”, dijo en una reciente entrevista en la web de la federación. De hecho, Nico sabe perfectamente que para triunfar hay que salir de la zona de confort y llevarse al límite. El navarro se marchó a la Mississippi State University y es ahí, con un programa que combina a la perfección deporte y estudios, donde dio un salto de calidad en su carrera, recibiendo incluso el premio a mejor universitario del año.

Una progresión que le ha ido irse por encima de los 80 metros, siendo el segundo español que lograba derribar ese muro. Ahora el del Grupompleo piensa en llegar en buena forma a la próxima temporada y no duda de que disfrutaremos de su mejor versión. “No tengo ninguna duda de que volverá el mejor Nico Quijera”, concluye.

En su cuenta de Twitter tiene una foto vestido con los colores de su universidad y la inscripción “80,21 m” en referencia a su mejor marca. En el texto que acompaña la foto el navarro puso: I will be back, I promise (volveré, lo prometo). No tenemos dudas de que volverá con mas fuerza que nunca.

80,21 metros en eugene (eeuu)

Segunda mejor marca española de la historia. Nico Quijera posee la segunda mejor marca de la historia de la jabalina española, con 80,21 metros, solo superada por el 80,64 del vasco Odei Jainaga. El del Grupompleo realizó el lanzamiento en Eugene (Oregón, Estados Unidos ) vistiendo los colores de Mississippi State en los prestigiosos Campeonatos Universitarios. Nico se convirtió en el segundo español en tumbar la barrera de los 80 metros, distancia que ya había rondado dos meses antes con un lanzamiento de 79,75 metros. Quijera promete que volverá a por los 80,21 metros cuando se recupere de su lesión.