Etxauri -Aimar Irigoien volvió a coronarse en el Memorial Alberto Lakosta igualando, por tercera vez, su propio récord personal. El de Errezil logró levantar la piedra en 17 ocasiones en una mañana marcada por el calor y el ambiente festivo en la localidad de Etxauri.

En las faldas de la sierra de Sarbil, cinco harrijasotzailes guipuzcoanos se citaron en el 16º Levantamiento de la antigua piedra de Etxauri. La plaza mayor de la localidad albergó el evento.

Sin resina ni ningún tipo de ayuda, los participantes intentaron levantar el mayor número de veces el pedrusco en un tiempo de 5 minutos cada uno.

El sorteo dirimió el orden de participación de los deportistas. Xabier Aramburu Gutza participó en primer lugar, consiguiendo una marca de 10 alzadas válidas. Un defectuoso comienzo -con problemas para levantar la irregular piedra por primera vez- hipotecó la marca final del azkoitiarra.

A continuación, Iban Ugartemendía, con más pausa entre alzada y alzada, logró una marca de nueve levantamientos, quedándose a uno de su mejor marca personal. Escasos segundos le privaron al guipuzcoano de lograr la décima izada.

Jon Unanue Goenatxo III, consiguió una docena de alzadas. Su padre, el también harrijaso-tzaile Goenatxo II, presente en la competición, ayudó a su sucesor en su comparecencia. Juan José Unanue afirmó haber disfrutado mucho con la actuación de todos los participantes: “Los cinco han hecho un gran esfuerzo y el nivel ha sido muy alto”.

Por su parte, el máximo favorito al triunfo, Aimar Irigoien, erró en la colocación de la irregular piedra para la primera alzada. Una vez corregida la posición, Irigoien incrementó su ritmo entre izadas, al tiempo que los espectadores comenzaban a soñar con un nuevo récord del levantador de Errezil. Finalemente, la marca volvió a establecerse, como ya ocurriera en 2013 y en 2017, en los 17 levantamientos. Tras confirmarse su victoria, el campeón se mostraba apenado por el error inicial: “Creo que podría haber llegado a las 18. Es una pena que hayamos colocado la piedra al revés”. El guipuzcoano confirmó su intención de volver a participar en la competición. “Si me llaman el año que viene, volveré a intentar mejorar mi registro”.

136 botellas de vino, como 136 kilos pesa la mítica piedra, recibió como premio el vencedor del certámen.

Jokin Eizmendi, por último, completó una actuación también excepcional. Tan solo se quedó a una alzada de su rival, mejorando en dos su mejor resultado en el certamen. Eizmendi controló cuidadosamente los tiempos.

En la posterior entrega de premios, Eizmendi declaró con deportividad: “Aunque me ha ganado, es un lujo competir ante rivales como Aimar”. Con la ovación del público presente en la plaza y el saludo entre ambos campeones, se puso fin al acto festivo, patrimonio ya de la localidad navarra.