Adiós, amigo Zuñi; te marchaste temprano, a las 9 de la mañana, seguro que te habías acostado tarde, leyendo algún libro, verías algo de fútbol y luego a la piltra.

Yo me levanté tarde; tenía el móvil apagado y me puse a buscar en el ordenador por dónde desfilaban los Gigantes de Pamplona, ésos que diseñó tu antepasado Amorena.

De pronto sentí un escalofrío; joder, tu noticia, tu adiós. Encendí el móvil y nuestro buen amigo Rafita, destrozado, me dio la mala nueva.

No pude articular palabra, las pasé malamente. Por la tarde me fui al Tanatorio para estar con los tuyos. Le di un abrazo a Uxue y un beso para ella y para María Jesús.

Rafa y Laqui me dijeron que estabas cubierto con la bandera de Osasuna, nadie con más méritos que tú para llevarla.

Javi, no me pude aguantar, me tuve que ir. Tampoco he tenido valor para ir a Berrichitos, seguro que me perdonas.

Cuando se fue el bueno de Miranda te gustó lo que escribí y me dijiste: si pasa, cuando pase, pon unas letras de mí y yo haré lo mismo.

Voy a contar cosas; todo el mundo te conoce por Osasuna y la radio y yo también, pero yo sé más cosas. Sé que de pequeño, en Javier con los Jesuitas interno, con un vaso y una servilleta jugabas con el micrófono a trasmitir cosas. Sé que jugando al fútbol con el equipo de periodismo le paraste un penal ni más ni menos que a Pablo García Castany. Sé que Fernando Martínez de Murguía, siendo entrenador del Pamplona, os ponía marchas con el magnetofón para motivaros en los partidos. Un famoso encierro que retransmitiste desde tu casa para toda España y que terminó con un aplauso de toda la redacción en Madrid. Aquellas tertulias con Antoñete y con Zabala en los toros junto a Molés. Recuerdo tus alineaciones de los años 60 y el viejo San Juan. Con La Praviana y Amuebladora Comercial Navarra. Sé cómo querías fichar a Alfredo y renovar a Lotina.

Toda Pamplona está triste, muy triste: se ha ido la voz de Osasuna, de esta forma te vamos a recordar.

No te puedes imaginar todo lo que se está hablando de tí, con qué cariño y respeto.

Me siento muy orgulloso de ser tu amigo.

Siento mucho tu marcha.El autor fue árbitro de Primera División y directivo de Osasuna.