madrid - La era de Fabien Galthie al frente de la selección francesa de rugby comenzó con un triunfo de postín, por 24-17, ante la vigente subcampeona mundial, Inglaterra, que llegó tarde a Saint Denis y aunque amenazó con una remontada histórica se quedó en las cercanías de la orilla. El remozado XV del Gallo cuajó tres tramos iniciales del partido magníficos, pero demostró que aún le puede faltar algo de empaque. Con todo a favor, con un contundente 24-0 a favor, permitió dos ensayos de los ingleses, ambos de Jonny May, y el constante acoso del cuadro de Eddie Jones. En este último tramo confirmó su mejoría en el trabajo defensivo para frenar casi sobre la línea de marca los ataques ingleses.

Inglaterra no llegó a parecerse al XV de la Rosa hasta mediado el segundo tiempo. Hasta entonces Francia le pasó por encima. Dos ensayos de Vincent Rattez y Charles Ollivon, convertidos por Romain Ntamack, que añadió un golpe de castigo, firmaron un claro 17-0 al descanso. Ollivon, con los galones de la capitanía, amplió la ventaja de Francia con otro ensayo, convertido con Ntamack (24-0), pero la espectacular montonera que se produjo entre casi todos los jugadores de ambos equipos, que obligó al colegiado galés Nigel Owens, pareció espolear a Inglaterra, que sacó toda su fuerza para evitar un ridículo. Jonny May logró dos ensayos, ambos transformados por Owen Farrell (24-14). El XV de la Rosa comenzó a meter miedo a los franceses. La presión fue constante y a los hombres de Galthie no les quedó otra opción que defender su línea de marca con todo. Lo hicieron con éxito porque resguardaron, pese a momentos de apuro, el triunfo, minimizado al final por un golpe de castigo de Farrell. - Efe