- La crisis motivada por la expansión del coronavirus también está golpeando con fuerza al mundo del deporte. La mayoría de las competiciones, en sus diversas disciplinas, se han visto suspendidas para intentar frenar los contagios y muchos equipos han optado también por paralizar sus entrenamientos, con el fin de proteger a sus integrantes.

Al igual que el resto de la población, esos deportistas deberán pasar al menos 15 días confinados en sus domicilios, evitando el contacto con el exterior y con las aglomeraciones. Todo un reto para cualquier persona, pero en especial para quienes están acostumbrados a una actividad física alta, a un nivel de competición exigente y a un trabajo en grupo acorde con su deporte.

Pero, ¿cómo entrena un deportista de elite en su hogar, en un contexto como el actual además? ¿Cómo mantiene un nivel físico en el que invierte horas a lo largo de la semana? No es fácil, está claro, pero ahí entra la figura del preparador físico y de aquellos miembros del cuerpo técnico de un equipo que pueden pautar unas recomendaciones.

Buscar planes personalizados, centrados en las circunstancias y características de cada deportista, crear unos hábitos y ser constantes en su cumplimiento son algunas de las claves para Miguel Hernández, segundo entrenador de Osasuna Magna y preparador físico. "Estamos atravesando una situación rara y tampoco tenemos una fecha de finalización. Así poco se puede plantear, pero siempre hay unas recomendaciones para intentar mantenerse", asegura.

El técnico navarro tiene claro que, ante todo, es necesario "individualizar". Planificar según las circunstancias del jugador. "Una vez que no nos dejan salir de casa, todo se va a limitar a qué tiene cada uno y cuál es su predisposición", explica. "Yo este fin de semana les estoy preparando unas pautas, un asesoramiento personal prácticamente, según los materiales de los que dispone cada uno. Habrá quien tenga una bicicleta estática o una cinta de correr, o habrá quien no tenga nada. Si te puedes permitir tenerlos, siempre se pueden hacer entrenamientos con ellos. El objetivo es atender a la demanda de los jugadores", constata.

Los planteamientos irán encaminados principalmente "al mantenimiento básico de acondicionamiento físico", "fuerza básica". A no perder el tono en la medida de lo posible. "Son chavales jóvenes que están acostumbrados a un nivel de ejercicio diario importante y ahora, de repente, prácticamente se paran. Y encima, su entorno también cambia, porque tienen que estar en casa", prosigue.

En este sentido, un aspecto a tener muy en cuenta según Miguel Hernández será el de la alimentación. Los jugadores del Xota han recibido también consejos acerca de cómo deben alimentarse a lo largo de estos días, porque "llega un momento en el que si el gasto energético es bajo, no puedes consumir mucho". "Si estás todo el día en casa, lógicamente tu consumo energético no es igual que si estás entrenando. La ansiedad de estar todo el día en casa y de no moverte, de tener el frigorífico tan cerca, puede llevarte a consumir unos alimentos que no son muy recomendables. Lo importante, aunque se esté en casa, es crear unos hábitos. Comer bien, no menos, sino bien. Y combinarlo con el ejercicio, con la actividad que cada uno pueda realizar, para no pasarte de peso ni de forma".

Para el preparador físico navarro, es esencial también buscar el momento para realizar los ejercicios, bien sean pesas, bici, cinta, autocargas o lo que cada cual pueda hacer en su casa. "Si no puedes estar una hora entrenando, por la situación que cada uno tiene en casa o lo que sea, pues se está un cuarto de hora o 20 minutos, dos o tres veces al día. Lo importante es que cada jugador se sienta identificado con una serie de ejercicios y que sean constantes. La constancia es esencial", subraya.

Miguel Hernández asegura que es "complicado" hacer un plan de entrenamientos, "encima en el tramo final de temporada, cuando el jugador ya está un poco saturado" y que "sacarlo de su entorno, ya sea fútbol sala, balonmano o fútbol", con unos ejercicios tan diferentes a los habituales, "puede influir en la vuelta al trabajo". Una "incertidumbre", la fecha del regreso, con la que hay que lidiar a la hora de entrenar en casa. "A lo mejor la gente comienza con muchas ganas y después de dos semanas, para. Eso es igual de malo que no hacer nada", advierte. Lo primordial, incide, es no perder la constancia, seguir unos hábitos y cuidarse en la alimentación para regresar a las pistas de la mejor manera posible.

Miguel Hernández advierte de que, al igual que en el caso de los deportistas, uno de los riesgos del confinamiento en casa de la población es el aumento de peso. El técnico navarro recalca que es indispensable "moverse", según la disposición de cada uno. "Si estás acostumbrado a trabajar, a ir para arriba, para abajo... estás haciendo al final un gasto y lo estás compensando con la comida. Si alguien en su entorno puede pasear -según lo permitan las recomendaciones sanitarias-, que lo haga. Si no, habrá que hacer el gasto energético que sea posible, porque si no, nos vamos a poner redondos".