El patinaje navarro volvió a la competición el pasado fin de semana en la pista urbana de Antoniutti, donde se disputaron los campeonatos regionales de las modalidades puntos y sprint en las categorías alevín, infantil, juvenil, júnior y sénior.En la jornada hubo tres nombres propios: Telmo Parra, alevín del Amaya; Beatriz Pejenaute, júnior del San Juan; y Maite Ancín, sénior del mismo equipo; que lograron sendos dobletes consiguiendo el pleno en sus niveles. En cuanto a equipos, destacó la actuación del Amaya, que logró 23 medallas: 9 oros, 7 platas y 7 bronces, quedando por delante de San Juan y Txantrea, con 16 cada uno.

Según aseguró Pedro Sarasibar, presidente de la Federación Navarra de Patinaje, la celebración de estos campeonatos supuso “la vuelta a la competición en un paso hacia adelante” ante un “incierto futuro” que comprometía la celebración de los mismos. A pesar de la actual incertidumbre “y de que la gente tiene miedo y es precavida”, los títulos se dirimieron con la participación de “alrededor del 90%” de los deportistas con ficha en una jornada que ha sido “complicada” organizar para la Federación.

“Nos hemos encontrado obstáculos sobre la marcha, pero los hemos ido superando. La situación sanitaria es muy complicada y para hacer la situación lo más segura posible hay que tomar muchas medidas y definir protocolos de actuación”, explica Sarasibar, que expuso que el principal bache a la hora de la organización fue la sede.

“Al retomar la competición en Antoniutti el mayor problema era el público. No podíamos hacerlo a puerta cerrada, no se puede controlar. Deportistas, familiares, se controlan, pero la vía pública no”, desgrana. Ante este problema, desde la federación se propuso una solución a través de dos ejes: no publicitar su celebración y hacerlo a horas en las que la actividad diaria de la ciudad interfiriese lo menos posible.

“Ha sido paradójico, porque estamos deseando competir para darle visibilidad al patinaje en la calle y en este momento hemos tenido que hacer todo lo contrario. Empezar las competiciones a las 8 de la mañana y a las 2 de la tarde para minimizar al máximo la asistencia de público”, lo que terminó funcionando, ya que no se registró ninguna incidencia y los paseantes pudieron disfrutar de un patinaje navarro que “está viviendo un momento muy bueno” merced al trabajo de los equipos que compitieron en Antoniutti.