El pasado 9 de noviembre tuvo lugar en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas la presentación del libro Pensando en Fútbol, de los pies a la cabeza, del autor navarro Manuel Murie, jefe de Neurología de la Clínica San Miguel de Pamplona. El acto contó con la presencia telemática de Juan Carlos Unzué, padrino del libro, del presidente de la RFEF, Luis Rubiales, del seleccionador, Luis Enrique Martínez y de Mikel Oyarzabal y Rodri Hernández, jugadores de la selección que tienen, cada uno de ellos, un capítulo dedicado en el libro.

Y es que el libro consta de 30 capítulos, y cada uno de ellos explica un valor que debe tener un futbolista -o un deportista-, ya sea un jugador de la elite o un cadete, y lo hace desde la neurología, pero también desde la piel de un jugador o entrenador que encarne dicho valor -en el caso de Oyarzabal se trata de la humildad, en el de Rodri, la disciplina-.

Además de ser jefe de Neurología en la Clínica San Miguel, Manuel Murie es profesor en la carrera de Medicina en la Universidad Pública de Navarra y entrena al Primera Cadete de la Mutilvera, por lo que conoce de primera mano todas las facetas que aborda el libro -la mentalidad y los valores, desde un punto de vista neurológico, la educación y el fútbol, sobre todo el base-.

-¿Cómo y cuándo surgió la idea de escribir el libro?

-Escribí hace como cuatro años un libro, que se llama Refrán viejo nunca miente, y trataba de 50 refranes explicados desde la neurología. Cayó en manos de un entrenador y me dijo que tenía que hacer algo similar con el fútbol. Empecé a darle un poco de forma y como entreno a cadetes y juveniles pensé en hacer algo que pudiera servir a los chavales que entreno, porque es una edad muy buena a nivel cerebral, porque hay un desarrollo a todos los niveles (hormonal, de desarrollo cognitivo, de responsabilidades...). Dejan de ser niños y pasan a ser hombres adultos.

-De manera que es un libro destinado principalmente a jóvenes.

-Sí, yo lo que trato es de ir desarrollando valores que el fútbol tiene asociados. Y claro, cuanto antes se integren esos valores, tanto a nivel personal como deportivo, pues mejor. Cuanto antes seas autocrítico mejor, por ejemplo. Es cierto que si no lo eres lo puedes trabajar más adelante, pero la idea es hacerlo en el momento más adecuado.

-Los beneficios que genere el libro van destinados a la lucha contra la ELA, ¿pensó que fuera así desde el principio, o es algo que surgió más adelante?

-Yo lo que sabía es que quería destinarlos a una entidad que luchara por y para los pacientes neurológicos, pero hasta que no tuve todo bastante desarrollado no me planteé mucho más. En ese momento, cuando ya lo tenía casi todo listo, es cuando Unzué dice que tiene ELA. Me puso en contacto con Juan Carlos y le expliqué todo, me dijo que le parecía muy interesante y le propuse que los beneficios fueran a donde el quisiera, para ayudar en la lucha contra la ELA. Yo tenía claro que quería que fuera para investigación y vehiculizarlo a través de la Fundación Luzón.

-¿Conocía a Juan Carlos Unzué antes de esto?

-No lo conocía Había tenido trato con su hermano Eusebio, porque he llevado a varios ciclistas como médico. Así que me puse en contacto con él a través de Eusebio.

-¿Está presente en el libro la enfermedad y cómo lidiar con ella?

-Sí, hay un capítulo en la que se aborda la enfermedad en el deportista, que es el que trato con Yeray, el futbolista del Athletic Club, que tuvo un tumor en un testículo.

-Hablando de esto, supongo que tratar con futbolistas de primer nivel ayuda a transmitir el mensaje y seguramente a hacerlo más atractivo al público al que está destinado.

-Claro, mi objetivo era que los deportistas leyeran el libro y soy consciente de que mi explicación quizás no es lo más atractivo a estas edades. Traté de buscar la forma de hacerlo más atractivo. Los capítulos consisten primero en una ilustración que hace Beatriz Menéndez, luego hay una parte más teórica desde la neurología sobre el valor que se trata en el capítulo, luego Alfredo Goñi hace una caricatura del personaje con el que vamos a tratarlo y por último va la entrevista con el jugador. Creo la caricatura, la ilustración y la entrevista le dan un plus importantísimo al libro.

-Entrando más en materia, el libro trata 30 valores que tiene que tener un deportista, ¿cómo de importante es para un futbolista tener una buena mentalidad? Sobre todo en la elite, pero también en cadetes o juveniles.

-Es importantísimo. De hecho con muchos de los jugadores lo he hablado y era una de las preguntas que les lanzaba. Dicen algo que los que ya somos un poco más mayores lo vemos también en el día a día: que la mentalidad es importantísima. Tanto en el fútbol como en la vida vas a tener muchos reveses y si no tienes una mentalidad fuerte te va a costar. El fútbol es un deporte que, por la gran competitividad que tiene, no te espera. La mentalidad es importantísima, de hecho, en uno de los capítulos, un entrenador me decía que la mentalidad es la base del jugador, porque a esos niveles todos son muy buenos técnica y físicamente, así que es lo que puede ser diferencial. Incluso dentro de cada partido, con las circunstancias que pueden ir cambiando.

-¿Cuáles diría que son las cualidades más importantes que tiene que tener un futbolista de elite a nivel mental?

-Diría que tienen que tener una autocrítica muy importante. Tienen que tener un soporte, en cuanto a su círculo cercano, muy importante, que le ponga los pies en el suelo y la constancia en el trabajo. Hay que trabajar cada día. Creo que desde fuera nos quedamos con el partido, pero en el día a día es mucho más importante todo esto. Una de las cosas que más me cuesta inculcar a mis cadetes es que, claro que lo más bonito del fútbol es la competición, pero lo más importante es el entrenamiento.

-¿Y en un jugador más joven, en edad cadete o juvenil, o incluso en un jugador de regional?

-Lo más importante es que sepan disfrutarlo, es fundamental. Que no abandonen otras cosas por el fútbol a esas edades, porque el fútbol da muchas vueltas, puedes tener una lesión y arrepentirte. No sé como llamarlo, pero también el saber que existen dos caras de la misma moneda. En el fútbol uno gana y uno pierde, o los dos empatan, pero no pueden ganar los dos. El contrario también juega, así que es importante poder admitir que el contrario ha sido mejor y saber verle lo positivo si tu has dado el cien por cien. No puedes estar igual de contento si ganas que si pierdes, pero sí estar igual de satisfecho con el trabajo hecho.

-¿Todo esto puede extrapolarse a otros deportes?

-Claro, y es una de las cosas que estoy viendo. Se están acercando mucho gente de otros deportes, y tienen razón, Unzué lo dice también, este libro se puede aplicar a todos los deportes, e incluso sería muy bueno que lo leyeran los padres de deportistas para poder acompañar a sus hijos en ese camino, porque se entienden muchísimas cosas. Me han llamado, por ejemplo, de Cultura y Deporte me han llamado para hacer algo más enfocado en el deporte en general.

-Incluso muchos de los temas que aparecen en el libro serán también aplicables a la vida normal de las personas, mas allá del deporte. ¿No es así?

-Totalmente. La base de esto es que creo en el deporte como vehículo para el desarrollo personal a todos los niveles. El que no tenga sacrificio hoy en día, o un sentido de pertenencia a un grupo, o el que no tenga empatía y ponerse en el lado del otro... Son valores para las personas.

-¿Qué jugador es con el que más ha disfrutado hablando, o qué es lo que mas le ha sorprendido?

-Me han sorprendido muchísimas cosas. Por ejemplo uno me decía que si se quiere, se es futbolista siempre. Otra cosa es que vivas del fútbol o no, pero puedes seguir disfrutando del fútbol, ya sea con los amigos, en un Boscos, o entrenando. El fútbol va mucho más allá del mundo profesional, y es una de las cosas que me llamó la atención. Otra cosa que me llamó la atención, por ejemplo, es algo que me decía Martín Monreal, que siempre se puede dar un poquito más. Me decía que tenía la experiencia de ver a la plantilla al cien por cien, que pensaba que nadie podía dar más, y resulta que llegas al campo y la afición te sube un peldaño más, así que siempre tienes que estar preparado para dar un poco más.