- Mikel Zabala, icono español en el mundo de la preparación física y las ciencias del deporte, continua dando pasos agigantados hacia la perfección profesional. Esta vez se enfrenta a uno de los retos más atractivos de su carrera: los Juegos Olímpicos de Tokio.

Tras sus inicios en el ámbito de deporte en el año 2000 como preparador físico del equipo nacional de Mountain Bike (MTB), ascendiendo más tarde al cargo de seleccionador y pasando a ocupar el puesto de director técnico de la selección, además de ser el director de rendimiento del equipo Movistar durante 8 años, Mikel vuelve a ser el seleccionador español de MTB, esta vez con la mirada puesta en los Juegos Olímpicos de Tokio.

Asimismo, también ocupará simultáneamente el cargo de seleccionador nacional en carretera en categoría sub-23. No obstante, el mérito es mayor aún si se tiene en cuenta que Mikel Zabala compagina esta clase de proyectos deportivos con su labor como profesor en la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Granada.

En cuanto a los Juegos, el seleccionador es realista y lo tiene claro. "Teniendo en cuenta que hay otras potencias que aspiran a por las medallas como Suiza o Francia, además de nombres propios como el holandés Van der Paul, nosotros nos tenemos que concentrar en el diploma olímpico. Tanto con Valero en masculino con Lucia en femenino, podemos apuntar alto. Eso sería lo realista, luego pueden suceder milagros. Sin embargo, hablar de medallas me parece excesivo teniendo en cuenta los contrincantes que tenemos enfrente", aseguraba.

Los Juegos, constituyéndose como un reto mayúsculo tanto para deportistas como para entrenadores, no es una cita a la que Mikel Zabala llegue poco preparado. "En 2009 fui el director técnico de la selección, encargándome de los seleccionadores en todos los ámbitos. En ese periodo conseguimos un buen puñado de medallas, por lo que todo esto ya es familiar para mí. El tema covid sí que puede ser algo más inquietante, pero esperemos que podamos llevarlo de la mejor manera", comentaba el seleccionador.

Además, para cualquier participante en un evento deportivo de tales magnitudes, el mero hecho de poder llevar a cabo su particular papel dota de experiencia y orgullo su figura. "Vengo del mundo del MTB y de la carretera prácticamente desde sus inicios. Fui el entrenador de Carlos Coloma en la medalla que consiguió en Río 2016 y he visto crecer a todos los corredores. Por eso mismo me encuentro muy cómodo en este contexto y para mí es todo un orgullo poder desempeñar este cargo durante los Juegos", certificaba.

Sin embargo, el deporte en ocasiones va de la mano con la decepción de no llegar a ciertos resultados. Mikel Zabala aseguraba con franqueza que "el respeto siempre está ahí, pero el miedo no hay que tenerlo. Si no sale bien, que no sea por no darlo todo. A partir de ahí, el que da todo lo que tiene no está obligado a dar más", confirmaba.

Hay profesionales que se mueven por dinero, fama o reconocimiento social. No obstante, Mikel Zabala se inspira día a día gracias a una enorme vocación por su trabajo. "Yo me muevo por las sensaciones que me otorga buscar un objetivo en concreto. Cuando Coloma consiguió su medalla en Río, él insistía en conseguirla, pero yo lo veía muy lejos. El hecho de buscar ese reto distinto es lo que me motiva. No se trata de buscar los galones, sino de encontrar incentivos. Es un reto muy bonito", analizaba Mikel Zabala.

El éxito del actual seleccionador se acentúa si se tiene en cuenta que, además de todos los proyectos deportivos, lleva a cabo su particular labor como profesor en la Universidad de Granada. "Sí que es verdad que doy pocas clases. Lo bonito es que doy clases en la especialidad de ciclismo, que es la única universidad que ofrece esto. Además, tengo la suerte de estar un sábado en la carrera, llegar el martes a clase y analizar los datos y el análisis de dicha carrera con mis pupilos. La verdad es que no puedo tener más suerte. Yo mismo alucino con mis propias clases y con el compromiso de los alumnos", garantizaba.

Así es Mikel Zabala, una persona que, lejos de simples motivaciones como el dinero o la fama, se mueve meramente por el deseo de buscar nuevos retos en el horizonte y atacarlos para cumplirlos. El siguiente está a la vuelta de la esquina y no será nada fácil. No obstante, el seleccionador de MTB navarro buscará asaltar los Juegos de Tokio y, al menos, conseguir el diploma olímpico, aunque estará por ver si cae eso o algo más gordo.

Edad. 47 años (26/09/1974).

Lugar de nacimiento. Natural de Estella (Navarra), aunque ha vivido toda la vida en Grocin.

Estudios. Etapa escolar en los Institutos de Lizarra y Oncineda. Graduado en magisterio por la Universidad de La Rioja y en ciencias del deporte por la Universidad de Granada y la John Moores University de Liverpool. En estas dos últimas universidades también realizó el doctorado.

Trayectoria deportiva. Piloto de motocross y ciclista junto a su hermano Javier Zabala. Campeón de España Juvenil. Corrió a nivel nacional e internacional hasta los 23 años.

Trayectoria profesional. Además de ser entrenador de los equipos nacionales y director de rendimiento del equipo Movistar (2013-2020), ha llevado a nivel personal a Iñaki Lejarreta (campeón mundial de mountain bike junior y equipos), Rubén Ruzafa (8 veces campeón mundial de Triatlon cross), Carlos Coloma (medalla bronce mountainbike en Rio 16) o actualmente al dos veces campeón del mundo de motocross Jorge Prado, entre otros.

"No se trata de buscar los galones, sino de encontrar los incentivos"

"Hablar de medallas me parece excesivo teniendo en cuenta los rivales que hay enfrente"

Seleccionador nacional de MTB