- El León está herido. Y eso lo hace todavía más peligroso en su regreso. Sergio Fernández Roda (1/4/1993) está ya en Tokio, donde vivirá sus segundos Juegos Olímpicos después de haberse quedado a dos centésimas de la final en Río de Janeiro, donde batió el récord de España de 400 metros vallas (48.87). Cinco años después, las condiciones son muy distintas. El de Barañáin lleva dos temporadas lastrado por las lesiones y tan solo ha podido entrenar un día en el último mes.

Su estado de forma es toda una incógnita, pero el León guarda todavía un arma secreta: su inquebrantable mentalidad. "Esa es mi parte fuerte. En los momentos importantes, soy capaz de dar el do de pecho", avisa Sergio Fernández a solo dos días de su debut en Tokio (el viernes a las 3.55 horas), en el que buscará el pase a semifinales, su principal objetivo.

"Soy realista. Si llegando en perfectas condiciones es difícil hacer un buen papel, llegando como yo es casi imposible. Creo que ya es demasiado ambicioso creer que puedo pasar una ronda. Pero, a nivel personal, puedo estar muy satisfecho porque sé que he hecho las cosas como tenía que hacerlas pese a todas las dificultades. Cualquier otra persona hubiera tirado la toalla, pero yo he estado ahí mientras me han quedado fuerzas haciendo lo que podía. Creo que eso también es de valorar. Aunque igual el espectador no lo vea así, yo por dentro sí lo siento", explica.

La preparación del navarro para los Juegos Olímpicos, la cita suprema para cualquier deportista, ha sido un auténtico calvario. Reapareció en junio en el Campeonato de España -donde logró su séptimo oro- tras dos años en el dique seco. Un titánico esfuerzo para asegurar su plaza en Tokio que todavía sigue pagando. Desde entonces, solo ha podido entrenar pesas, técnica de carrera, frecuencia, multisaltos y multilanzamientos. Sin entrenador desde hace siete meses y sin tan siquiera acercarse a una valla.

"Me quedé muy tocado después del Campeonato de España. Desde entonces, he podido hacer solo un día de entrenamiento en el último mes. Vi que la cosa no iba bien y he optado por intentar llegar lo más sano posible a la competición. Yo sí que confío bastante y creo que tengo cualidades para hacerlo bien. Pero bueno, ya sabemos que son unos Juegos y que la gente llega preparadísima".

Entre sus rivales en la exigente prueba de los 400 metros vallas, destacan el noruego Kastern Warholm -actual plusmarquista mundial-, el estadounidense Rai Benjamin y el brasileño Alison Dos Santos, a los que el navarro considera claros favoritos a las medallas.

Sus objetivos deben ser este año mucho más modestos: disfrutar y tratar de alcanzar las semifinales. "Pese a las lesiones, yo estoy intentando disfrutar al máximo la experiencia porque sé lo que significan los Juegos. Esto es un sueño compartido con toda mi gente y es una manera de decir a mis compañeros y a mi familia que las cosas que parecían imposibles pueden hacerse realidad con esfuerzo y mucha dedicación. Yo llevo persiguiendo este sueño desde que empecé a correr a los 12 años. Al final, somos gente humilde, que ha salido de Barañáin y que el futuro que nos espera es ser humildes trabajadores. A mí también me llegará el día en que tenga que ser un trabajador más. Con esto quiero hacer ver que siempre se puede llegar un poco más lejos de lo que alcanza nuestra vista", reflexiona.

El atleta de Barañáin saltará al tartán del estadio olímpico con las ideas claras. 13 pasos precisos entre las primeras siete vallas y, en las tres últimas, a sufrir, que es lo que mejor sabe hacer. Encima, este año cuenta con otra ventaja, la experiencia. A sus 28 años, está viviendo sus segundos Juegos, como indican los aros tatuados en su brazo derecho. En su primera tentativa en Río de Janeiro, se quedó a solo dos centésimas de la final con una sensacional carrera.

A sus 28 años, es ya todo un veterano. Su adaptación en los primeros días en Tokio ha sido muy positiva. Sin problemas con la comida, las medidas anticovid ni el clima y ya acostumbrado al horario, tiene la suerte de compartir habitación con otro atleta navarro: Asier Martínez. "Hemos podido conocernos y era como me esperaba: un chaval llano, humilde y con mucho talento. Estoy disfrutando de tener este compañero porque es muy agradable y, si mi veteranía le puede ayudar en algo, fenomenal".

Lugar y fecha de nacimiento. Barañáin, 1/4/1993. Tiene 28 años.

Juegos Olímpicos. Es su segunda participación. En 2016, se quedó a dos centésimas de entrar a la final con récord de España (48.87).

"Cualquier otra persona hubiera tirado la toalla, pero yo he seguido y estoy muy orgulloso por ello"

"Pese a las lesiones, estoy intentando disfrutar al máximo de la experiencia porque los Juegos son lo máximo"

Atleta de 400 metros vallas