n septiembre, a David Iturbide (Noáin, 28/8/1991) le despertaron de un sueño. De golpe, sin previo aviso. “Fue de sopetón. Nadie se lo esperaba”, recuerda. El delantero es el último jugador navarro de cesta punta que quedaba en Miami enrolado en la plantilla del casino de Dania Beach. Aquel día, hace ya más de dos meses, les comunicaron que la empresa cerraba el frontón y no contaban más con los 26 pelotaris. Hoy, 69 años después, el Dania Jai Alai vive su última función y David tendrá que regresar a Noáin.

El sueño de ser profesional del deporte más rápido del mundo en Estados Unidos comenzó en marzo de 2016. Benny Bueno, intendente del Dania Jai Alai, se puso en contacto con Iturbide y le ofreció la oportunidad de cruzar el charco. No obstante, fue una decisión que tomó con su pareja: “Cuando se dio la oportunidad y ella quiso, nos vinimos a Miami”.

Campeón del mundo sub-22 en 2012 y de la Copa del Mundo absoluta en 2013 -las dos veces en México-, el de Noáin puso rumbo al país norteamericano para ser profesional de cesta punta. “Siempre he querido venir a jugar aquí. Es lo máximo a lo que puedes aspirar”, admite el navarro al teléfono desde su casa en Florida.

Más de uno se lo preguntará: ¿Y cómo es la vida de un pelotari en Miami? “Estamos muy bien, hacemos lo que nos gusta. Estamos casi todos los días -excepto lunes y martes- jugando entre tres y cuatro horas. Y lo demás, disfrutando”, explica Iturbide, que vive a cinco minutos del frontón. Décadas atrás, los puntistas gozaban de fama en el país norteamericano. Sin embargo, ahora es distinto, como dice Iturbide: “No nos conoce nadie, somos como trabajadores del casino”.

En cuanto al sistema de competición, el formato principal son las quinielas individuales o por parejas. Se enfrentan en partidos a un tanto, van rotando y se cuentan las victorias al final del festival. Luego, cada pelotari ocupa un puesto en el ránking de cada temporada (hay tres) en función de los triunfos en las quinielas. David Iturbide logró dos terceros puestos en 2017 en la Summer Season (de abril a junio) y en la Championship Season (septiembre a diciembre).

En estos cinco años, no ha sido el único navarro que ha jugado en el frontón de Dania. Ha coincidido con Rubén Bailo e Israel Asiáin. Bailo, noaindarra y pareja habitual de Iturbide, dio el salto en 2012 tras ganar el Mundial sub-22 y se despidió de Miami hace unos meses. Asiáin, de Cabanillas, tuvo problemas con el visado a principios de año y no pudo prolongar su estancia en Dania, donde llevaba una década jugando al igual que hicieron otros cabanilleros como Luis Javier Alfonso, Javier Rodríguez o Txelis Rodríguez.

El frontón, también conocido como Dania Jai Alai Palace, tenía un aforo de 12.500 personas en sus inicios en 1953. En la actualidad, las butacas se han reducido a unas 500 para dar espacio a las máquinas de apuestas, según relata el delantero navarro: “Vienen unas 30 o 40 personas normalmente”. Clara señal del declive que ha vivido la cesta en Miami. No obstante, en temporada de invierno mucha gente se traslada a Florida y hay más ambiente, y esta semana con el cierre “está lleno todos los días”.

El principio del fin

“Desde que empecé hasta ahora no he notado mucho cambio en el público o en el juego, pero las condiciones sí que han empeorado”, reconoce Iturbide. “Cuando llegué, jugábamos nueve meses y ahora estamos en siete”, cuenta al respecto de las temporadas. Una merma que se ha notado en la plantilla de jugadores: “En 2016 éramos 36, ahora estamos 26”. Hasta seis países están representados en la nómina de puntistas de Dania: España (13), Estados Unidos (6), Francia (4), Filipinas (1), Bolivia (1) y México (1). Cada uno con su número identificativo. El noaindarra es el 20: “Normalmente lo elige el jugador, pero a mí me lo dieron y me encantó”.

En agosto, rememora David, “habíamos negociado un contrato para jugar dos años más y habíamos llegado a un acuerdo”. En esas fechas, entró a vivir con su pareja en una nueva casa con contrato de un año. Y de repente, en septiembre, un mensaje del vicepresidente del sindicato de jugadores IJAPA, Iñigo Gorostola, les citaba a una reunión urgente en un parque cercano al casino Dania Beach. La empresa les comunicó que cerraba el frontón el 28 de noviembre y dejaba de contar con los 26 pelotaris. “En tres meses te cambia la vida”, se lamenta.

La única opción de continuar con la cesta punta en Estados Unidos es el Magic City de Miami, frontón de 36 metros (a cesta se juega normalmente en recintos de 54) con frontis y rebote de cristal y pelota sintética, nada de cuero. Esos no son los inconvenientes, ya que seis jugadores de Dania pasarán a la plantilla que cuenta con 20 pelotaris reconvertidos de otros deportes como el fútbol americano, el baloncesto o el béisbol. La cuestión es el visado y los permisos de residencia. En el Magic City solo pueden estar pelotaris nacionalizados o que tengan la green card de residente permanente. No es el caso del puntista navarro. “Mi mujer y yo intentamos obtener la green card a través de mi visado en 2018. Hay que cumplir una serie de puntos. Uno era que yo fuera reconocido internacionalmente y ya lo tenía por la visa. Otro era el palmarés y también lo cumplía”, desgrana Iturbide. “Nos faltó un punto”, el que corresponde a medios de comunicación donde se exponen sus logros: “Básicamente decían que DIARIO DE NOTICIAS y Diario de Navarra no eran suficientemente importantes cuando son los que más se leen en Navarra”.

Opina que “es un proceso muy subjetivo”. Ya tuvieron problemas nada más llegar, coincidiendo con la llegada de Donald Trump al Gobierno de Estados Unidos: “No sé si fue casualidad que entró Trump a gobernar y empezaron todos los problemas”.

Experiencia inolvidable

Ayer se celebró la ceremonia de los premios de la temporada y a continuación se jugaron dos partidos de parejas de exhibición. David Iturbide fue uno de los elegidos. Jugó con Salegi frente a los franceses Yeche-Johan. El otro partido tuvo presencia vizcaína con Barandika-Lekerika frente al donostiarra Zulaika y el francés Ladutxe. Hoy, el Dania Beach Jai Alai echará el cierre con las tradicionales quinielas.

“Ha sido una experiencia increíble. He cumplido las expectativas. Hemos disfrutado mogollón”, afirma David Iturbide, que deja claro que “aquí no vienes a hacer dinero, sino a vivir la experiencia”. Y con eso se queda, “con los amigos y las relaciones que hemos hecho. Todos venimos de fuera y hemos hecho una pequeña familia entre los pelotaris”.

El 12 de diciembre vuelve tras seis años viviendo un sueño. Retomará la cesta punta en Noáin con su compañero Rubén Bailo. No pierde de vista el Pro Tour, circuito profesional donde están Imanol López o Iñaki Osa Goikoetxea. “Intentaré meter la patita, pero es complicado porque hay gente muy buena. En verano se juegan muchos torneos, en Francia sobre todo”, manifiesta Iturbide.

La cesta punta se queda huérfana en Estados Unidos tras un siglo dando espectáculo en frontones de Luisiana, Nevada, California, Connecticut, Rhode Island, Nueva York, Illinois, Missouri y, sobre todo, Florida donde ya solo queda el Magic City. David Iturbide no jugará más con su 20. Ahora, surge “una oportunidad muy buena” de hacer algo en España con el regreso de muchos puntistas y lanza la propuesta: “A ver si alguien quiere apostar por ello”.