Jokin Altuna ha vivido un 2021 para el recuerdo en lo deportivo. Conquistó las txapelas del Manomanista y del Cuatro y Medio, dos nuevos títulos de una carrera que todavía está muy lejos de terminar pero que ya empieza a tener números históricos. Sin embargo, esas victorias deportivas no marcan el camino del amezketarra. Lo suyo es el trabajo y mejorar cada día. Ser mejor pelotari que ayer y peor que mañana. Siempre en busca de superarse a sí mismo. Altuna siente que ha cumplido con ese trabajo en este último año y por eso se queda con el esfuerzo realizado. Triunfos como consecuencia de un camino lleno de esfuerzo y de éxito. Ahora, en este 2022 afronta un nuevo reto en lo deportivo, pero su deseo va más allá de los frontones y al igual que la mayoría de la sociedad tiene claro que es lo que quiere para el año que arranca: salud.

¿Qué balance hace de este 2021?

—La verdad es que es un año en el que he disfrutado mucho. Me han salido bien las cosas, pero no diría que ha sido solo en el 21, pienso que es desde que salimos del confinamiento. He jugado cuatro finales y la verdad es que para mí el 2021 ha sido fruto del trabajo que estoy haciendo. Las lesiones me han respetado y los resultados están ahí, pero no querría quedarme solo con los títulos de 2021, sobre todo me quedo con el trabajo que estoy haciendo. Las cosas me están saliendo bien, tengo gente muy buena a mi alrededor que me está ayudando mucho, me siento bien y ese es el secreto de mis resultados.

Mirar el camino por encima de la meta.

—Siempre digo e insisto en que el deportista siempre tiene que mejorar. Estoy creciendo todavía como pelotari y mi objetivo es ese. Habrá años que mis resultados serán mejores que otros, pero no me puedo salir del camino del trabajo, de intentar mejorar y superarme a mí mismo.

¿Siente que ha mejorado en algo durante este último año?

—Todavía soy joven, pero pienso que antes, con 19, 20, 21 e incluso con 22, igual me salía más de los partidos. Cuando veía las cosas difíciles, igual me iba. De las experiencias aprendes y pienso que ahora hasta el último tanto lo doy absolutamente todo. Físicamente voy mejorando, en el frontón ese trabajo se ve y me veo un pelotari más hecho. Aunque luego en el 2022 igual no me salen las cosas y llegan las críticas. Por eso no quiero ser ventajista y hablar solo por las txapelas, si no por el trabajo que estoy haciendo, que es lo que me da seguridad y confianza.

¿Destacaría algún momento de estos doce meses?

—Más que un partido, lo más especial ha sido que el público ha vuelto. Buena parte del 20 la jugamos sin público y hasta junio de 2021 también. Que entre otra vez el público al frontón ha sido muy especial.

Lo hizo además en el festival de Amezketa organizado para hacerle un homenaje.

—Ese día fue muy bonito para mí. El homenaje, otra vez ver a la gente del pueblo en el frontón a los cinco días de ganar la txapela del Manomanista. Sí, ese día fue muy especial para mí.

¿Qué significa el público para usted?

—Lo es todo. No solo cuando vas perdiendo o ganando, si no la sensación de que no estás jugando solo para ti. Tienes que centrarte en tu juego pero es muy bonito el ambiente del frontón y ver que la gente lo está pasando bien, que la gente esté contenta porque es nuestro deporte y disfruta de él. Hay una diferencia enorme entre jugar con público y sin público.

Además, en su caso personal, acostumbra a tener mucha conexión con las gradas.

—Sí, me gusta mucho el ambiente en el frontón. Este año por ejemplo he jugado partidos contra Laso, que está llevando mucha gente, y me acuerdo que en Donosti jugamos la revancha y tres cuartas partes del público iban con él. Pero incluso disfrutas de eso. Tienes que aprender a disfrutar de todo. Es bonito que vaya gente al frontón sea de tu afición o de la del contrario, lo más importante es que la gente disfrute. Ahora nos toca jugar a nosotros, pero la gente tiene que seguir yendo para que la pelota siga ahí. Estas navidades y en el Cuatro y Medio están habiendo buenas entradas y eso es lo bonito.

En este último año no solo se han limitado a tener que jugar, también se han tenido que preocupar de lo que ocurría fuera de la cancha. ¿Cómo han hecho para sobrellevar toda esta situación iniciada ya en 2020?

—En nuestro caso hemos tenido una comunicación directa con Fernando Vidarte, con nuestro jefe, durante toda esta pandemia. Tenemos que agradecerle a Fernando porque sabemos que él fue el que dio el paso en su día para que la pelota volviese. Podían haber seguido con el ERTE, pero Fernando fue el que dio el paso para que regresara la pelota. Luego, aparte de eso, los pelotaris hemos respondido muy bien y hemos demostrado mucha solidaridad entre todos. Eso nos ha unido más. En nuestro caso Fernando tiene que estar, y sé que lo está, agradecido porque cuando han venido mal dadas hemos estado ahí. Pienso que en estos momentos hay buen rollo, buen ambiente y que hemos respondido bien. Están siendo momentos difíciles para la pelota, pero nos unen y pienso que eso nos ha reconfortado. Estamos muy contentos de que vaya pasando esta mala racha y a ver si de ahora en adelante no vuelve más.

La pelota se encuentra actualmente metida de lleno en el Parejas, el único campeonato que no ha ganado hasta la fecha, ¿cómo vive la situación de que solo le falte una txapela para lograr la Triple Corona?

—No juego ningún partido, ni ningún tanto pensando que me falta por ganar el Parejas. Más que pensar que me falta, lo bonito es lo que he conseguido. Por eso se me dice que me falta el Parejas, pero parece que tengo 38 años y que me voy a retirar. Durante el año me encuentro muy bien jugando en esta modalidad, mis resultados son buenos, soy competitivo y sí que me gustaría ganar el campeonato, pero sé que tengo años. Lo voy a intentar cada vez que pueda jugar el Parejas y ahora estoy centrado en el siguiente partido. Es lo que he aprendido de la pelota, que hay que centrarse en cada entrenamiento, en cada partido y de ahí en adelante lo que tenga que venir vendrá. Tengo que valorar lo que he conseguido sin mirar a lo que me falta y seguir insistiendo, porque creo que así algún día llegará esa txapela.

¿Cuál es su deseo para el nuevo año?

—Lo más importante es salud y que la situación mejore. Más que en lo deportivo, ahora mismo hay que mirar más a la salud. A ver si el próximo año podemos dar el paso definitivo y que esto se vaya acabando. Deseo salud para mi familia, mis amigos y para mí mismo y de ahí para adelante uno tiene que estar feliz y seguir disfrutando de la pelota.

"No querría quedarme solo con los títulos de 2021, sobre todo me quedo con el trabajo que estoy haciendo"

"No juego ningún partido pensando que me falta por ganar el Parejas. Lo bonito es lo que he conseguido"

"Miro a la salud. A ver si el próximo año podemos dar el paso definitivo y que esto se vaya acabando"