a consolidación del tejido empresarial, la creación de infraestructuras que lleguen a todo el territorio y elevar el emprendimiento en los pueblos a la máxima potencia para evitar el éxodo rural son clave para afrontar el reto demográfico al que se enfrenta Navarra. Ingredientes que hacen de este medio -el alejado de las grandes ciudades- un lugar apetecible y apetitoso para poner en marcha cualquier proyecto.

Son algunos de los factores que ayer desgranaron José Andrés Palacios Ferrer, director gerente de la Cámara de Comercio de Navarra; Carlos Ros Zuasti, presidente de Laseme; Ibon Mimentza De Irala, director gerente de Cederna Garalur; y Cristina Bayona Pérez, coordinadora del Consorcio de Desarrollo de la Zona Media. Participaron en la mesa de debate El desarrollo local como motor de lucha contra la despoblación que, de la mano de DIARIO DE NOTICIAS, consiguió estimular propuestas y analizar realidades sobre aspectos tan importantes como el emprendimiento en el medio rural, las comunidades energéticas y el cambio climático o la necesidad de trabajar conjuntamente, de manera transversal, para conseguir objetivos. Ámbitos en los que, sin duda, los grupos de acción local son una herramienta vital y palanca de cambio para posibilitar ese desarrollo.

Y es que tal y como destacó Ros, la Asociación de Empresas de la Merindad de Estella (Laseme) trata de ayudar a las entidades a resolver problemas de administración, subvenciones, mejoras en servicios o relacionadas con la digitalización. "Les acompañamos en ese complejo proceso para que consigan el éxito y vean que, al instalarse aquí, han tomado la decisión correcta", señaló. Ayudar a quienes afrontan nuevos proyectos a sortear todas las trabas que, muchas veces, hacen de freno, porque tal y como destacó también Palacios (Cámara de Comercio), crear esos canales y trabajar de manera coordinada también a nivel estatal desarrollando diferentes políticas en este sentido es importante.

Una clave para el futuro

Bayona, coordinadora del Consorcio de Desarrollo de la Zona Media, explicó que el emprendimiento es una de las áreas de trabajo que más les ocupa, "y es que el empleo es un condicionante: para poder desarrollar proyectos de vida en un pueblo tienes que tener trabajo". Que esa idea se convierta en algo factible y realizable es la meta.

"Han crecido considerablemente los proyectos liderados por jóvenes en los últimos cinco años, y con unas características muy especiales: tienen mucha pasión, mucho empeño, profesionalidad, y son proyectos muy meditados. Aportan un 'plus', buscan su desarrollo profesional y tienen una impronta diferente, un compromiso con el territorio muy importante", destacó. En pleno Año Europeo de la Juventud, recordó, "tenemos que trabajar más de cerca con ellos y ellas y buscar canales de comunicación. Lo mejor está por venir y eso en el ámbito rural es un mantra: va a llegar en cualquier momento y si es con la ayuda de las personas más jóvenes, mejor".

Y es un reto que se escribe también en femenino. "La realidad de esta mitad de la población es que ha habido también un desarraigo, un abandono. Tenemos que analizar las causas y mirar hacia el futuro. Porque detrás de estos retos demográficos están también quienes se han quedado, quienes han venido y quienes han vuelto y han hecho esa apuesta de futuro por nuestro territorio rural", manifestó Bayona, que aboga por trabajar con perspectiva de género ese nuevo modelo de desarrollo.

Mimentza De Irala (Cederna Garalur), por su parte, subrayó que el emprendimiento en el mundo rural es un proyecto vital "porque va mucho más allá, es una apuesta, y tienen un compromiso con el territorio. Hablamos de calidad de vida y es fundamental entender esta visión. Muchos emprendedores nunca dejan de emprender".

Afianzar empresas en el entorno rural

Durante el debate destacó que el parque de vivienda en el entorno rural "no está adaptado a las necesidades de hoy en día y está paralizado. Es una situación paradójica porque donde más viviendas vacías hay es donde más problemas de acceso existen". Por eso el entorno es también importante y las ubicaciones para futuras empresas, explicó Ros (Laseme) tienen que ser accesibles. "Debería haber una política de discriminación positiva para facilitar que se instalen en zonas rurales. El emprendimiento es importante para consolidar la población en estos territorios, aporta servicios que se habían perdido y que gracias a los jóvenes se van recuperando. Pero lo que aporta la cohesión territorial de verdad es un empleo de calidad y estable, y eso lo da la industria", indicó, citando ejemplos en el Valle de Allín (una empresa textil que lleva décadas trabajando), en Aezkoa (una firma de muebles) o la fundición de Murieta, con más de cien trabajadores. "Es posible, ¿por qué no? Puede haber empresas que se asienten en medios rurales, junto con un acceso más fácil a la vivienda para los jóvenes. Es lo que da riqueza a la zona".

Precisamente destacó también el futuro campus de FP que quieren crear en Tierra Estella, uno de referencia no sólo autonómica, también estatal, para potenciar un ámbito en el que hay "una demanda importantísima", con titulaciones novedosas para desarrollar talento. "Ha generado mucha ilusión y tenemos el apoyo de todos los ayuntamientos".

Comunidades energéticas

Respecto al cambio climático, tal y como recordó Bayona (Consorcio de Desarrollo de la Zona Media), el mundo rural tiene una sensibilización "especial" porque las consecuencias "le tocan de cerca", así que la apuesta por reducirlas "es evidente. Tenemos que aprovechar esa capacidad de innovación del ámbito rural, que está en nuestro ADN. Ahora hay recursos, un interés específico por el crecimiento energético y los grupos de acción local podemos ser palanca, trasladar y poner en marcha más proyectos. Y trabajar en capacitar a todo el territorio para tomar sus decisiones".

En este sentido, Palacios (Cámara de Comercio) puso en valor las comunidades energéticas para dinamizar un modelo "que podía ser bueno con los ayuntamientos como centro promotor. Tienen que ser ellos los actores, con iniciativa para ser más competentes, y hay muchos municipios interesados". Se han inscrito 29 y se trata de un modelo que en Navarra "ha sido pionero".

El territorio como protagonista

Desde Cederna Garalur señalaron que "el 44% de las entidades locales de Navarra y el 15% de la población" se concentran en su territorio, con realidades muy diferentes en las que es difícil articular la gobernanza local, aunque es uno de los objetivos. También en la Zona Media representan el 18% de la superficie navarra y más del 10% de la población, con 40.000 habitantes. "Es necesario que sea el propio territorio quien protagonice sus decisiones, que se nos considere mayores de edad. Porque se hacen políticas dirigidas al mundo rural sin contar con el mundo rural y tenemos que participar en su diseño", reclamó Bayona.

Pero no es un problema exclusivo de las zonas rurales, apuntó Ros, "sino de toda la sociedad. Tenemos un modelo de ciudad que está obsoleto, se desarrolló en el siglo XX y con otras necesidades. Ha llegado el momento de superarlo y pensar qué modelo de territorio queremos para Navarra en el futuro. Hace falta un impulso mayor y en Navarra estamos a tiempo". Algo que, dijeron, debería ser transversal y que es, sin duda, "una oportunidad".

"Ha llegado el momento de superar el modelo de ciudad actual, que está obsoleto"

Presidente de Laseme

"Hay que crear canales para trabajar de manera coordinada con diferentes políticas"

Cámara de Comercio de Navarra

"Emprender en el mundo rural es un compromiso con el territorio, un proyecto vital"

Cederna garalur

"Es necesario que sea el propio territorio quien protagonice sus decisiones"

Consorcio Desarrollo Zona Media