Un plumaje azul metálico, un pecho blanquecino y un rostro rojizo caracterizan a una de las aves más populares de nuestro país, las golondrinas. Aunque es una especie con hábitos migratorios y pasa el invierno en el golfo de Guinea -al menos las que vienen a España-, es frecuente verlas en la Península a partir de la primavera. Aunque claro, con algún desvarío en función del territorio: en Andalucía y Extremadura empiezan a verse en enero, en el centro y el este de la Península suelen hacerlo un mes después, y en la Meseta norte y la cornisa cantábrica no se vuelven comunes hasta abril.
Esta pequeña ave nidifica preferentemente en construcciones campestres y urbanas, como establos, porches, patios y terrazas, y destruir sus nidos está penado el el Real Decreto 139/2011 y por la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad.
Así lo recuerdan Guardia Civil y Policía Nacional, que nos advierten de que no es solo por la multa: "Las golondrinas, los vencejos y los aviones comunes comen hasta 800 insectos/día. No hay insecticida más eficiente ni más ecológico. Antes de retirar sus nidos porque ensucian consúltalo con la autoridad municipal. Están protegidos por la Ley de Patrimonio Natural", escriben desde la Guardia Civil.
Por tanto, advierte la institución, si quieres quitar nidos de alguna de estas aves de la fachada de la vivienda, lo primero que debes hacer es consultar con la autoridad municipal, puesto que la sanción prevista por derribar nidos de cualquier especie de golondrina puede alcanzar los 200.000 euros y tanto la legislación española como la europea condenan como ‘infracción grave’ causar cualquier tipo de daño a estas aves y a sus nidos, tanto si están ocupados como si no.
Gran presencia en España
Aunque la población española no se ha cuantificado con exactitud, podría haber más de un millón de parejas de golondrinas. De hecho, se conocen dormideros con más de 100.000 aves. Aunque entre 1980 y 2003 la especie sufrió un grave declive, con una pérdida de población estimada en un 27% en el continente, se calcula que en Europa siguen existiendo entre 16 y 36 millones de parejas.
La época de cría de estas aves es de mayo hasta agosto, período en el que tienen lugar dos incubaciones, cada una de las cuales dura de 14 a 16 días. Una fascinante habilidad de esta especie es que son capaces de comer, beber y alimentar a sus polluelos sin parar de volar.
Son aves extremadamente sociales que huyen de la soledad, prueba de ello es que pasada la época de cría y antes de emprender su vuelo migratorio, se reúen todas las golondrinas, ya sean mayores, jóvenes o adultas, para dormir en instalaciones junto a otras especies afines.
