pamplona. El Gobierno reconoció ayer el "contagio inmediato" que está sufriendo España por la inestabilidad política de Italia y solicitó un gesto claro de apoyo de la zona euro al tiempo que reavivó el debate sobre el posible rescate de España por parte de la UE.
El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, señaló que "cuando surgen dudas sobre la estabilidad de un país próximo como Italia, al que también se percibe como vulnerable, inmediatamente nos contagia".
"La ayuda que necesita España es que se eliminen las incertidumbres sobre el futuro del euro. Esa es la principal ayuda", indicó el ministro de Economía y Competitividad, que afirmó también que el Gobierno "no se resiste" a pedir el rescate, sino que está analizando la situación y viendo cuáles son "los pros y los contras". De este modo, De Guindos subrayó la necesidad de que "se eliminen las dudas sobre la irreversibilidad del euro", ya que esto haría "mucho más fácil" la situación de financiación en los mercados de España.
También aseguró que la economía española registrará este año una caída "menos mala" de la prevista, pues la contracción del PIB rondará el 1,3% o el 1,4%, frente al 1,5% calculado por el Gobierno.
Por su parte, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, destacó que cuando los problemas políticos de un país, en referencia a Italia, contagian a otros, "conviene enfatizar la importancia de tener un escudo común: un proyecto europeo que no dará marcha atrás por mucho que insistan en que está en su término".
Tras las declaraciones de incertidumbre, los malos datos. La prima de riesgo española -que mide la confianza de los inversores en la deuda soberana- subió al cierre 10 puntos básicos, hasta 426 puntos, tras el anuncio de dimisión del primer ministro italiano, Mario Monti, aunque llegó a estar a 440 puntos.
La incertidumbre institucional generada por la inminente marcha del primer ministro italiano ha sido mal recibida en los mercados europeos, por lo que la prima de riesgo de Italia llegó a dispararse por encima de los 360 puntos, aunque al final cerró en los 351 puntos básicos, frente a los 323 que registró la sesión previa.
Mientras, la bolsa española caía el 0,56% hasta los 7.804,40 puntos. En lo que va de año, las pérdidas alcanzan el 8,89%. Y las cosas podían haber sido peores, porque las pérdidas llegaron a rondar el 2%. La bolsa italiana se hundió el 2,20%, mientras que la de París subió el 0,18%; la de Londres, el 0,12% y Fráncfort, el 0,17%.