pamplona. Trelleborg Inepsa presentó ayer al comité de empresa un expediente de regulación de empleo para despedir a 26 trabajadores, 25 de ellos de producción y un técnico, informaron fuentes sindicales. La empresa justificó la medida por razones productivas y económicas y la parte social la rechazó.
La compañía, ubicada en el barrio pamplonés de Buztintxuri, se dedica a la fabricación de fuelles de dirección y transmisión para el sector de la automoción y emplea a cerca de 180 trabajadores, de los que cerca de la mitad están en producción. Y es en este último departamento donde se va a realizar el recorte de plantilla que propone Inepsa, ya que el ERE perjudica, aproximadamente, al 26% de los operarios empleados en esta sección de la fábrica.
El comité ha convocado para hoy una asamblea de trabajadores en la que explicará lo tratado en la reunión de ayer y se analizará la respuesta que se va a dar a la empresa.
Inepsa anuncia este ERE después de que el 31 de marzo concluyera el expediente de suspensión temporal aplicado en los primeros meses de 2013. Este ERE fue rubricado entre la empresa y la parte social en diciembre para usarlo según los volúmenes de pedidos. Pero, desde el comité comentaron ayer que "la regulación tampoco se utilizó en su totalidad en este tiempo".
previsiones cumplidas Así, este expediente de suspensión temporal se enmarcó dentro de un pacto que negoció a finales de año la dirección con el comité, que fue respaldado por la plantilla, y que su objetivo prioritario era evitar despidos. Por esa razón, el documento también contemplaba la posibilidad de que los trabajadores se acogieran a bajas incentivadas, y más de 15 así lo hicieron en las últimas semanas. Además, el acuerdo hablaba del incremento de los ritmos de producción y el compromiso de traer nuevas cargas de trabajo a la planta navarra. Desde el comité lamentaron ayer que sus previsiones finalmente se han cumplido: "Una y otra vez expusimos a la dirección que si exigía un aumento de la productividad, después nos iba a plantear despidos, ya que un trabajador iba a fabricar más con el mismo nivel de pedidos. En todo momento, la dirección nos aseguró que este requerimiento a la plantilla no se iba a traducir en extinciones de contrato; pero ahora, solo podemos decir que tenemos un ERE con 26 salidas forzosas", explicaron estas fuentes.
el pago de la prima El año pasado, la subida de los ritmos de producción ya fue motivo de conflicto, porque la empresa decidió no pagar a la plantilla la prima por este concepto desde octubre de 2011. "Inepsa argumentó que no cumplíamos con los nuevos tiempos impuestos", recordaron estas fuentes. El comité llevó el asunto a los tribunales y el juzgado de lo Social de Pamplona "condenó a Inepsa por intentar aumentar ilegalmente los ritmos de fabricación al personal de taller y solicitó que se pagara a la plantilla las cantidades descontadas". La cuantía ascendía a entre 350 y 400 euros al mes por nómina; y en junio, la compañía decidió hacer los abonos.
Ahora, se abre otro proceso diferente, ya que la dirección y el comité tienen 30 días para resolver este ERE con 26 despidos.