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LEXUS IS300H Híbrido Eficiencia que entusiasma

LEXUS DESLUMBRA CON UN DISEÑO EXTERIOR FASCINANTE Y CON LA SOFISTICADA ELEGANCIA QUE SIEMPRE LE DISTINGUE

LEXUS IS300H Híbrido Eficiencia que entusiasmaFoto: T.P.

LA eficiencia se ha convertido en el nuevo caballo de batalla de los fabricantes de automóviles. Todos quieren que sus vehículos consuman poco combustible y sus emisiones de gases contaminantes sean las menores posibles. Y eso está muy bien, pero también es cierto que si priorizamos la eficiencia energética, terminaremos convirtiendo la conducción del automóvil en mero transporte privado; y eso supondría matar la emoción, eliminar la parte más fascinante, divertida y emancipadora del automóvil. No podemos ni debemos, y menos todavía en una comunidad que depende tanto de la fabricación de vehículos a motor, desterrar la emoción de la conducción. El automóvil tiene que ser algo más.

Y en ese algo más caben muchísimas cosas, enormes posibilidades de hacernos disfrutar y ser un poco más felices tanto en los pequeños desplazamientos diarios como en los largos viajes de placer o trabajo. Hay, y debe haber siempre, coches que nos hagan volver la vista a su paso, vehículos que nos dejen con la boca abierta con solo contemplarlos en parado o en movimiento, automóviles que nos corten la respiración al advertir su presencia, máquinas sobre ruedas que provoquen exclamaciones de admiración, modelos que nos hagan soñar, desear poseerlos o simplemente anhelar conducirlos. Y aquí reside la magia de los diseñadores, esos seres dotados de una rara, apreciada y admirable habilidad para que la sabiduría de los ingenieros, los verdaderos druidas de la eficiencia, adquiera la belleza necesaria para cautivar nuestras almas de conductores.

Esta semana les proponemos uno de esos automóviles que sirven de ejemplo perfecto de todo lo apuntado anteriormente, de paradigma de eficiencia energética dotada de emoción, belleza, elegancia, estatus y exclusividad. En el nuevo concesionario Lexus de Navarra (Lexus Pamplona), situado junto a las instalaciones de Toyota Tauro Motor, se encontraba esperándonos el Lexus IS 300h Híbrido, una berlina de tres volúmenes y cuatro puertas dotada de un sofisticado grupo motriz híbrido de gasolina y eléctrico que hará las delicias de los amantes de los motores de gasolina, pero con la eficiencia energética de los mejores diésel del mercado.

APASIONANTE La capacidad de apasionarnos es probablemente la principal virtud no cuantificable del Lexus IS300h. El resto lo podremos medir más fácilmente: sus dimensiones (4,665 metros de largura, 1,810 de anchura, 1,430 de altura y 2,800 de distancia entre ejes), un peso de 1.620 kilogramos o su aceptable maletero de 450 litros y en el que nos tendremos que conformar con el kit de reparación en lugar de la rueda de repuesto.

Sin embargo, por encima de los registros están su diseño, el dinamismo de la carrocería, su refinado funcionamiento y un completo equipamiento de confort y seguridad desde la versión de entrada, por 35.900 euros. En este sentido, hay que hacer una mención a algunos elementos de la dotación especialmente brillantes, como el capó activo para minimizar las lesiones en caso de atropello, la alerta de tráfico posterior, el monitor de ángulo muerto, sus ocho airbags o los reposacabezas activos.

La estética exterior es, como siempre, la puerta de entrada y la mejor carta de presentación de un vehículo: nos dice cómo es y sobre todo cómo quiere que lo veamos. Y en el Lexus IS300h es simplemente imponente. La llamativa parrilla frontal, la iluminación delantera con ópticas de leds o xenón y luces de día de leds, una aerodinámica sencillamente fabulosa por su belleza y eficacia (Cx de 0,25), sus espectaculares formas y unas proporciones exquisitamente equilibradas dibujan un automóvil seductor y bello como pocos. Por dentro, también convence el diseño en general, aunque sin la espectacularidad del exterior, y con el añadido de su gran calidad de materiales y deliciosa terminación, por montaje, funcionamiento y agrado de uso, junto a una correcta habitabilidad.

El grupo propulsor es otra de las joyas que aguardan a los afortunados propietarios y usuarios del IS300h. Protagonizado por un motor de gasolina de cuatro cilindros con 2.494 cc, 181 CV a 6.000 rpm y 221 Nm de par máximo de 4.200 a 5.400 vueltas, se complementa con una unidad motriz eléctrica, con sistema de recuperación de energía en frenadas y deceleraciones. Ambos motores combinados aportan un total de 223 CV, logran una velocidad máxima de 200 km/h, aceleran de 0 a 100 km/h en 8,3 segundos y homologan unos consumos de 4,4 litros en ciudad, 4,5 en carretera y 4,3 en recorrido combinado, con unas emisiones medias de CO2 de 99 gramos por kilómetro.

Sobre su manejo, con tracción trasera y cambio automático de entrada que podemos reemplazar de inmediato por un eficaz secuencial de seis marchas en su caja CVT a través de las levas situadas tras el volante o con el pomo tradicional, solo cabe hacer elogios. Está claro que las prestaciones y filosofía de producto miran más a la eficiencia energética y al agrado de uso, con un funcionamiento refinado, silencioso y progresivo por encima de cualquier otra consideración, lo que no deja de ser todo un elogio, porque lo borda. Sus tres modos de uso: Eco, Normal y Sport, además del totalmente eléctrico (EV), son todo un acierto, igual que el espectacular y emocionante mando regulador de la sonoridad del motor.

La marca nipona describe el manejo del IS300h como un "movimiento de precisión, con la suavidad y el confort que asegura Lexus". Dicho con otras palabras, cuando deseemos practicar una conducción alegre y dinámica, tendremos una respuesta mecánica satisfactoria, no nos veremos desbordados por la potencia y prestaciones, pero sí que podremos disfrutar con el buen rendimiento mecánico, acompañado de un bastidor que responde ejemplarmente, de forma rápida y precisa, con unas suspensiones consistentes que a la vez garantizan una notable comodidad, buenos frenos y un comportamiento no de carreras, pero sí lo suficientemente deportivo como para convencer. Se nota claramente que la rigidez de la carrocería, el reparto de pesos y el equilibrio general del chasis están muy logrados, culminado todo ello por un elevado placer de conducción y unos asientos delanteros irreprochables en confort y sujeción. Ya ven que la eficiencia energética también puede ser emocionante.