PAMPLONA / ESTELLA. El sector porcino está de actualidad. Lo cierto es que ha saltado a la palestra ahora tras un reportaje de Jordi Évole en Salvados (La Sexta) en el que se puede ver, entre otras cosas, cómo decenas de animales están hacinados en una granja en la Región de Murcia. Las enfermedades, mutilaciones y hasta el canibalismo entre los animales han hecho saltar todas las alarmas y han puesto al sector en boca de todos ante la estupefacción de los consumidores, pero también de los veterinarios y, por supuesto, de los productores.

La polémica no ha tardado en llegar y es que muchos consideran "totalmente injusto y sesgado" el mensaje que se ha transmitido. Nadie pone en duda la veracidad de las imágenes pero consideran esa situación como un caso muy puntual, alejado de la realidad del sector.

Al finalizar el reportaje, Salvados apunta, no obstante, que "las imágenes grabadas en esa granja no presuponen que sean prácticas habituales del sector", pero para muchos el daño ya está hecho. Las cifras del porcino reflejan la importancia que tiene en Navarra. Se trata del principal sector ganadero, con aproximadamente el 25% de la producción ganadera de la Comunidad y genera unos 1.000 empleados directos. Así hay 1.007 explotaciones y se produce lechones y cerdo cebado.

En la Comunidad Foral hay 56.000 plazas de reproductoras, y una producción de 1.400.000 lechones al año, además de 400.000 plazas de cebo al año.

El sistema de producción de la mayoría de las explotaciones es la integración en la que una empresa controla la fábrica de pienso, las reproductoras, la asistencia veterinaria y firma un contrato de integración con los cebaderos a los que les suministra los animales, el pienso y la asistencia veterinaria y al final del ciclo se lleva los animales a matadero.

El granjero aporta la nave y la mano de obra. p>El reportaje ha indignado a muchos que destacan la lucha constante que tienen los ganaderos para cumplir la normativa y la adaptación que muchos han tenido que realizar en sus granjas en los últimos años, tal y como explica Miguel Ángel Martínez, director del servicio de Ganadería del Gobierno de Navarra. "No tiene comparación cómo se crían y manejan hoy en día los cerdos y cómo se hacía hace 15 o 20 años. Los ganaderos han tenido que adecuarse a las normativas y lo han hecho, son auténticos profesionales, muy volcados en su actividad, conocedores de la normativa, sujetos a controles de la Administración y con pruebas analíticas periódicas de sus productos para garantizar la inocuidad de las producciones. Como en otras actividades se pueden detectar situaciones complicadas o irresponsables pero que no son la normalidad y en ese caso se actúa", indica.

MUCHOS FILTROS Martínez recuerda también que la formación es obligatoria por ley. Intia es uno de los organismos que imparten formación y, como explica Jesús Lumbreras, veterinario especialista en producción porcina, todas las granjas deben tener a una persona que haya recibido esa formación. Además, los transportistas también deben sacarse el carnet de bienestar animal y es que su papel es fundamental. Después está el matadero donde siguen los controles.

Precisamente por esos motivos, entre otros, Lumbreras aclara que no es posible que animales enfermos lleguen a la cadena alimentaria. "Podemos estar bien tranquilos de lo que comemos, de verdad. Para que un cerdo enfermo llegue al consumidor debe saltarse muchísimos filtros. Por un lado el ganadero, por otro el transportista y es que por ley no puede llevarse en un camión ningún animal que no haya podido subir por su propio pie. Esto es responsabilidad del transportista. Y después está el matadero donde hay veterinarios, se inspeccionan los animales uno a uno y está bajo la responsabilidad de Salud Pública. Yo veo que es imposible que esos cerdos enfermos puedan llegar al consumidor", aclara.

De hecho, como informa Martínez en el matadero se controlan desde el punto de vista de seguridad alimentaria todos los procesos de la cadena alimentaria y de bienestar animal. Martínez y Lumbreras señalan que cuando un animal enferma en la granja hay que tomar medidas. Se llevan a la enfermería o lazareto donde se separan del resto para evitar posibles contagios.

Eso sí, no todos pueden estar ahí. "La ley es muy clara al respecto. Pueden estar en el lazareto los animales que tengan posibilidades de curarse. El problema de los que se han visto en la televisión es que si no se pueden curar deberían estar eutanasiados. Hay que evitar el sufrimiento animal si no hay posibilidad de curación", explica Lumbreras.

ANTIBIÓTICOS Y HORMONAS Y hablando de enfermedades, aparece otro tema muy polémico, el de los antibióticos. Lumbreras y Martínez son firmes en este sentido. "Solo se puede dar antibiótico bajo prescripción veterinaria y tras su suministro hay que esperar el llamado periodo de retirada".

Es más, Lumbreras señala que entregar un animal al matadero con restos de antibiótico puede acarrear sentencias penales. Las hormonas son otro de los temas que está en boca de todos. El veterinario aclara que él nunca lo ha visto. "Jamás me he encontrado con animales hormonados, nunca he conocido un caso así", indica. En cuanto a otro punto polémico, la mortandad en las granjas, Miguel Ángel Martínez indica que "si bien en todos los procesos productivos hay bajas, en los últimos años se ha disminuido mucho la mortalidad. Esto es debido a la mejora continua de las condiciones sanitarias de las explotaciones (vacunación, medidas de bioseguridad, origen único) y a las mejoras en el manejo (mejores instalaciones, mejor bienestar animal)", explica el director de Ganadería.

MÁS REGULACIÓN Por último, cabe señalar que se trabaja en un nuevo Decreto Foral que va a regular las condiciones higiénico sanitarias de bienestar animal y ordenación zootécnica de las explotaciones. Este, según Martínez, "pretende regular condiciones de bioseguridad en las explotaciones, distancias sanitarias entre explotaciones, tamaños máximos de nuevas explotaciones, etc.

En el caso del porcino estos aspectos ya están bastantes regulados en el Real Decreto 324/2000 pero como novedades en esta normativa se quiere concretar algunos aspectos de bioseguridad y establecer distancias sanitarias con explotaciones ganaderas de otras especies, especialmente con la avicultura", señala.