bruselas - La Comisión Europea rebajó ayer una décima su previsión de crecimiento económico para España tanto este año como el siguiente, al 2,1% y 1,9%, respectivamente, principalmente por la ralentización registrada en el consumo privado, al tiempo que espera que la creación de empleo se modere en parte por la subida del salario mínimo interprofesional. En la eurozona, recortó su previsión de crecimiento hasta el 1,3% frente al 1,9% que preveía en noviembre, una ralentización que se debe en gran parte a las “considerables” revisiones a la baja de Alemania e Italia, que crecerán en 2019 un 1,1% y un 0,2%, respectivamente. Bruselas también empeoró sus proyecciones para el conjunto de la Unión Europea, que se expandirá un 1,5% este año -cuatro décimas menos- y un 1,7% en 2020 -una décima menos-. El Ejecutivo rebajó en Italia un punto porcentual su previsión de crecimiento: del 1,2% que calculaba en noviembre hasta el 0,2%.

La Comisión Europea explicó que la actividad económica se “moderó” en la segunda mitad de 2018 por “factores nacionales temporales” en algunos Estados miembros, como “tensiones sociales e incertidumbre en materia de política presupuestaria”. Asimismo, el proceso del brexit es otra fuente de dudas a nivel interno. A nivel global, las tensiones comerciales “siguen siendo motivo de preocupación”, a pesar de que “se han reducido en alguna medida”. Bruselas también pone el acento en la economía de China, que “se puede estar ralentizando más de lo previsto”, en los mercados financieros mundiales y en que “muchos mercados emergentes son vulnerables a los cambios bruscos en el clima de riesgo y las expectativas de crecimiento”. - E.P.