- El debate sobre la fiscalidad cobra fuerza conforme se evidencia el desplome de los ingresos fiscales de 2020 y 2021. Unidas Podemos ha aprovechado la oportunidad para retomar una vieja idea que ha tomado fuerza en un planteamiento ya más concreto con el que se quiere recaudar en torno al 1% del PIB (unos 13.000 millones) y que gravaría a aquellos patrimonios que superen el millón de euros. En el caso de Navarra, una iniciativa similar afectaría a unas 6.000 personas y permitiría ingresar unos 200 millones de euros al año.

La cifra no arreglaría de un golpe la insuficiencia recaudatoria del sistema fiscal español, pero multiplicaría por cinco la capacidad que tiene un ya muy agujereado Impuesto de Patrimonio. Esta figura, nacida en 1977 en el conjunto del Estado, apenas aportó 33 millones de euros y muestra una clara tendencia a la baja desde que se recuperó en 2012. La Comunidad de Madrid lo tiene, además, bonificado al 100%, por lo que ha provocado el traslado de contribuyentes navarros que no quieren pagar los impuestos en su comunidad.

La propuesta de Podemos vendría a salvar este escollo, al constituirse como un impuesto de carácter estatal que debería aplicarse en todas las comunidades de régimen común. Según la información que ha trascendido aplicaría un tipo del 2% a quienes declaren patrimonios de entre uno y diez millones de euros, al margen de la vivienda habitual, que no computaría para la base imponible. De esta manera, quien declarase un patrimonio de un millón de euros debería hacer frente a una cuota anual de unos 20.000 euros.

A partir de ahí, los tipos se irían incrementando en función de la riqueza que declare el contribuyente. A partir de diez millones de euros, se aplicaría un 2,5%, lo que supondría al menos 250.000 euros al año por contribuyente; llegaría al 3% para que declare entre 50 y 100 millones de euros (entre 1,5 y tres millones de euros al año) y ascendería un escalón más para patrimonios que superen los 100 millones de euros: un 3,5%.

Estas cifras exceden con mucho el impacto del Impuesto del Patrimonio en Navarra, que afecta a quienes declaran patrimonios por encima de los 600.000 euros. De este modo, quien atesora un patrimonio de unos dos millones de euros paga en la actualidad unos 6.000 euros, mientras que con el nuevo impuesto tendría que satisfacer una cuota de 40.000 euros al año. Los patrimonios por encima de diez millones pasarían de pagar una medida de 80.000 euros a un mínimo de 250.000.

Unidas Podemos defiende la creación de este impuesto no solo por la emergencia recaudatoria, sino porque "el aumento de la desigualdad de la renta que se produjo durante la década anterior en España se tradujo también en una fuerte concentración de la riqueza".

No parece, sin embargo, que cuente con el respaldo del Ministerio de Hacienda, encabezado por María Jesús Montero, que aboga por mejorar y revisar las "figuras actualmente existentes", en lugar de crear tasas específicas sobre la riqueza, y por hacer finalmente efectiva la fiscalidad al mundo digital.