El coche eléctrico no tiene marcha atrás. Tampoco en Volkswagen, el primer fabricante europeo, que ayer desveló algunas de las claves de su estrategia para la próxima década. En 2030, pretende que el 70% de su fabricación se mueva exclusivamente mediante sistemas de recarga y para ello planea instalar media docena de gigafactorías de baterías en el continente.

De momento, Navarra no figura entre las ubicaciones favoritas para acoger recibir esta inversión millonaria.

La iniciativa tiene un contexto. Volkswagen confía reducir hasta en un 50% el coste de estos componentes y lograr de este modo una movilidad eléctrica asequible, que profundice en lo que parece ya una tendencia imparable. El precio de las baterías ha comenzado a caer, el coste de los vehículos enchufables empieza a reducirse y la sustitución de los motores de combustión ha comenzado a acelerarse en muchos países. En España, que no es precisamente uno de los países que más ha apostado hasta el momento por fomentar la venta de este tipo de coches, las matriculaciones de coches eléctricos crecieron mientras que el mercado de gasolina y diésel se desplomaba por el confinamiento.

“La movilidad eléctrica se ha convertido en nuestro negocio principal. Ahora estamos integrando sistemáticamente etapas adicionales en la cadena de valor. Nos aseguramos la primera posición de salida a largo plazo en la carrera por la mejor batería y la mejor experiencia del cliente en la era de la movilidad ‘cero emisiones”, ha indicado el presidente del consejo de administración del grupo Volkswagen, Herbert Diess.

Horizonte 2030

Por ello, Volkswagen, junto a sus socios, espera disponer de hasta seis fábricas de baterías en Europa para 2030, con una capacidad total de 240 gigavatios hora (GWh) al año. Las dos primeras operarán en Salzgitter (Alemania) y en la ciudad sueca de Skelleftea, donde el consorcio ha reorientado su plan anterior y prevé iniciar las operaciones en 2023, ampliando gradualmente su capacidad hasta llegar a los 40 GWh anuales.

Por su parte, Salzgitter, que ya opera en la actualidad, producirá una batería unificada (que se usará en todas las marcas del grupo) para el segmento de alto volumen a partir de 2025 y desarrollará innovaciones en procesos, diseño y química. También tendrá una capacidad de hasta 40 GWh al año.

Ambas instalaciones se alimentarán con electricidad procedente de fuentes renovables. Volkswagen ha explicado que está considerando dónde instalar y con qué socios llegar a acuerdos para el resto de las seis fábricas que planea.

“Nuestro objetivo es reducir el coste y la complejidad de la batería y, al mismo tiempo, aumentar su alcance y rendimiento. Esto finalmente hará que la movilidad eléctrica sea accesible y la tecnología de propulsión dominante”, indicó el responsable de Componentes del grupo Volkswagen, Thomas Schmall, quien ha asegurado que espera reciclar hasta un 95% de las materias primas de las baterías.

La ubicación en España

En España, hace apenas diez días el Gobierno anunció la creación de un consorcio público-privado con Seat (marca del grupo Volkswagen) e Iberdrola con el objetivo de montar la primera fábrica de baterías en territorio nacional. Esta iniciativa se enmarcaría dentro de los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) que tiene como objetivo la transición de la industria automovilística española hacia el vehículo eléctrico y conectado.

Sustituir los motores por las baterías brindaría a Navarra la oportunidad de acercar cadena de valor a Landaben, que podría en sus cercanías contar con una planta de ensamblaje de baterías. No se trataría, sin embargo, de una gran instalación y la creación de empleo sería limitada.

El premio gordo en este caso son las gigafactorías de celdas de baterías. Y por una de estas instalaciones, que sería capaz de dar servicio a distintos fabricantes, pujan casi todos los territorios. Las naves de Nissan, en Martorell, han sido citadas como una de las posibles alternativas de ubicación, si bien Valencia y Zaragoza, por cuestiones de logística, contarían también con posibilidades.

El grupo Volkswagen cuenta con tres plantas de producción en la península ibérica (Barcelona, Pamplona y Palmela, en Portugal). Según Schmall, además de la producción interna, una nueva celda de batería unificada propiciará “importantes” reducciones de costes, ya que se lanzará a partir de 2023 y se instalará en todas las marcas.