La pieza que faltaba del rompecabezas energético va tomando forma. El hidrógeno verde, un vector llamado a protagonizar la generación limpia de los próximos años, recibirá en Navarra inversiones millonarias aún indeterminadas, pero muy abundantes durante la próxima década. Según los cálculos del ejecutivo foral, entre 500 y 750 millones de euros, que deberían servir para instalar unos 150 megavatios de producción.

El objetivo de esta nueva tecnología, todavía en fase desarrollo y no competitiva en precio -debe reducirse en más de un 60%-, es claro: ir sustituyendo al gas de uso industrial, aquel que emplean las industrias que requieren de un mayor poder calorífico. Como primer hito, el Gobierno de Navarra quiere sustituir el 5% del consumo industrial del gas en 2030. En este sentido, el director de Movilidad e Industrias Intensivas en Energía de la Comisión Europea, Joaquim Nunes de Almeida, remarcó la importancia del hidrógeno verde para “contribuir a la neutralidad climática”, algo que solo se puede alcanzar si “esta tecnología alcanza una escala mucho mayor”. “Puede ser muy útil -dijo- para industrias como la del acero”.

Por su parte, Mikel Irujo subrayó que la Agenda Navarra del Hidrógeno Verde está alineada con la estrategia europea en este ámbito, que tiene previsto movilizar 400.000 millones de euros hasta 2030 y la atracción de 2 billones de euros de inversiones; y con el plan de recuperación de España, que prevé una inversión de 1.555 millones de euros en esta cuestión.

Irujo recordó que, en el marco de esta Agenda, el Departamento de Desarrollo Económico y Empresarial organizó la pasada primavera una mesa de trabajo para el desarrollo del hidrógeno verde, en la que participaron empresas e instituciones “interesadas en la implementación del hidrógeno verde en sus procesos”. Una mesa para “coordinar diferentes actuaciones de todas las empresas y diferentes organismos que ya estaban trabajando con el hidrógeno verde” y elaborar una Agenda que sirviera como “hoja de ruta para alinearnos” tanto con la estrategia europea como con el plan de recuperación nacional.

Destacó, además, que Navarra cuenta con dos proyectos de I+D centrados en el hidrógeno verde, así como “empresas explorando la tecnologías, promotores en fases de prospección y más de 20 compañías interesadas en descarbonizarse por medio de este vector energético”.

Mikel Irujo resaltó que el hidrógeno verde constituye “un reto técnico y tecnológico, por ello la investigación y desarrollo suponen también un potencial de líneas de trabajo así como para encontrar nuevos nichos y oportunidades de crecimiento en el tejido empresarial de Navarra y en todas sus fases de la cadena de valor”.Así, avanzó que en el 2022 el Gobierno foral “actualizará su plan energético que deberá integrar las aportaciones que ya se van a realizar por medio de esta Agenda”.

La Agenda Navarra del Hidrógeno Verde recoge las líneas de actuación para implantar esta tecnología en Navarra. El impulso a esta energía responde a que “tiene un gran potencial para colmar algunas lagunas como el vector de almacenamiento, junto con las pilas y el transporte de energía renovable, garantizando el apoyo para las variaciones estacionales y conectando las zonas de producción hacia centros de demanda más distantes”, ha indicado el Ejecutivo foral.

El principal objetivo marcado en la agenda es la instalación en Navarra de 150 megavatios de producción de hidrógeno verde a partir de electrólisis para 2030, siendo necesaria una primera fase para 2024 de entre 10 y 30 MW a través de las primeras instalaciones bandera. Se fija asimismo como objetivo la instalación de tres hidrogeneras de acceso público y que tres líneas de autobuses y una flota de entre 50 y 75 vehículos pesados se muevan mediante esta fuente de energía.