- El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, expresó ayer su rechazo a la propuesta a la subida de las cotizaciones que el Gobierno ha llevado a la mesa de negociación con sindicatos y patronal para la reforma del sistema de pensiones. “No es el momento más adecuado”, remarcó el representante de los empresarios en una entrevista en el programa Espejo Público, de Antena 3, recogida por Europa Press.

El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones planteó la semana pasada, en la mesa de diálogo con los agentes sociales, subir las cotizaciones sociales al 0,5% durante diez años. Este lunes, el Gobierno presentó un nuevo texto en el que elevó la cifra al 0,6%, distribuida en un 0,4% para las empresas y del 0,2% para el trabajador.

“Nosotros no derecho de veto de nada, pero tenemos el derecho a decir que no nos convence”, enfatizó Garamendi. También criticó que la propuesta por parte del Ejecutivo se haya presentado “de golpe”, con el objetivo de tener su aprobación en 10 días. “Queremos los datos y el mapa concreto”, reclamó el líder de la patronal, tras asegurar que lo van a estudiar, aunque anticipando que “lo ve complicado”.

El presidente de la CEOE explicó que las cotizaciones sociales en España “son un 30% más caras” que en Europa, a lo que se suma lo que calificó como “la tormenta perfecta”, ante la subida de precios de la energía o los problemas en la cadena de suministros. “Para las pymes y los autónomos puede ser un mazazo”, indicó.

Por su parte, la secretaria general de LAB, Garbiñe Aranburu, consideró que el planteamiento del Gobierno español es una medida “insuficiente” para garantizar unas pensiones públicas dignas, aunque “puede ir en la buena dirección”.

Aranburu pidió que se eleven las cotizaciones sociales, eliminando los topes a la cotización y gravando más a las empresas, y reclamó que si las medidas planteadas no son suficientes, se actúe a través de los presupuestos y la fiscalidad para asegurar unos ingresos adecuados al sistema de pensiones.

El Gobierno central subirá las cotizaciones a la Seguridad Social un 0,6% durante diez años y destinará esas seis décimas adicionales a la hucha de las pensiones, que ha pasado de tener más de 66.800 millones de euros en 2011 -el máximo histórico- a los 2.133 millones actuales. El trabajador asumiría un 0,2% de la subida y dejaría de cobrar cerca de cuatro euros al mes, tomando como referencia un sueldo medio en el Estado. Sin embargo, para la empresa, que asumiría el 0,4% restante, la nómina se encarecería en ocho euros al mes. Los números serían en cualquier caso más altos en Navarra debido a que su sueldo medio supera el del Estado. Y la factura crecerá en general para las grandes empresas, que son las que tienen los sueldos más elevados.

También hubo reacciones desde el ámbito político. El presidente del PP, Pablo Casado, mostró su oposición a esta subida de las cotizaciones.

Casado considera que ese alza lastrará la contratación y asfixiará “aún más a empresas y familias”, expresó en su cuenta de Twitter. El líder del PP abogó por “mantener el factor de sostenibilidad”, que la futura reforma pretende sustituir por el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), y por bajar los impuestos, como alternativas a esa subida de las cotizaciones. También defendió en su tuit “la reforma laboral para sostener en el tiempo el Estado de bienestar”.

El MEI forma parte de la primera pata de la reforma de pensiones que se está tramitando en el Congreso, aunque su concreción no se incluyó en el proyecto de ley a la espera de acordarla con los agentes sociales antes del 15 de noviembre, para lo que apenas queda una semana. La idea es introducir lo que se pacte vía enmienda.