Son cinco multinacionales con sede en Euskadi que representan varias facetas y complementarias de la cadena de valor de la industria eólica Iberdrola, Saitec, Siemens Gamesa, Haizea Wind e Ingeteam tienen relaciones comerciales, pero sobre todo han tejido un ecosistema de innovación que situa a la CAV y al conjunto del Estado en el eje central de desarrollo de una industria de futuro y con un presente muy dinámico.

En el contexto de la feria del sector WindEurope, la organización embarcó a los periodistas que acudieron al evento -la mayoría extranjeros- y a la prensa local en un viaje de 53 kilómetros en dos etapas que puso de relieve la intensa actividad en el campo de las renovables de la zona, a través de tres referencias geográficas que forman un triángulo perfecto. En la base el Global Smart Grids Innovation Hub de Iberdrola en Larraskitu y el Parque Tecnológico de Zamudio y en el vértice superior el Puerto de Bilbao.

Centro de innovación

El futuro de las redes eléctricas

El viaje se inicia en el centro de innovación de redes inteligentes de Iberdrola, el polo de I+D de la eléctrica vasca a nivel mundial en esta materia. Su coordinadora, Noemi Alonso, explica la ubicación “no es casual”. Euskadi está a la cabeza del desarrollo de estas tecnologías. Arteche, Sener, Ormazabal, General Electric... la lista es amplia y todos ellos trabajan junto a Iberdrola en diseñar las redes eléctricas del futuro. La apuesta por la descarbonización de la economía supondrá un cambio en las necesidades de suministro y es necesario afinar las infraestructuras para evitar que el sistema se colapse.

Por ello, en el edificio de Larraskitu las empresas idean entre otras cuestiones los transformadores y contadores adecuados cuando se produzca una conexión masiva a la red de vehículos eléctricos. También se buscan soluciones a las pérdidas en la distribución y medidas de seguridad que eviten que en las líneas de tensión o en las subsestaciones haya fallos en la distribución de energía.

Pioneros en la costa peninsular

El primer aerogenerador flotante

A algo más de 20 kilómetros de distancia del Hub de Iberdrola, Saitec ultima los preparativos para instalar a dos millas de Armintza el primer aerogenerador flotante de la costa peninsular, en la que, por su profundidad, no hay margen para desarrollar a escala parques offshore con cimentación tradicional.

Se trata de un prototipo que se conectará a la red eléctrica de cara a testar y optimizar su diseño para su fabricación a futuro a nivel industrial. Es un gigante que se elevará 80 metros por encima del nivel del mar y tendrá capacidad para generar 2 megavatios (mw) y cubrir las necesidades de 2.000 hogares. Es la punta de lanza del proyecto Geroa, que prevé la instalación de 50 mw offshore diez kilómetros mar adentro a la altura de Bilbao.

Araceli Martínez Rubio, directora de ingeniería de la división offshore de Saitec explica las claves del prototipo Demosath. La tecnología SATH (Swinging Around Twin Hull), desarrollada por esta compañía vasca, se basa en un sistema giratorio que permite al aerogenerador alinearse con el viento. La clave es una pieza que hace las veces de eje de la estructura, anclada al fondo marino por varias cadenas concentradas en ese punto, lo que da libertad de movimiento a la zona del aerogenerador.

Pero nada tendría sentido sin el otro aspecto innovador del proyecto: los flotadores. Saitec, que tiene como socio en la obra civil a la alemana RWE, ha apostado por dos enormes cilindros de hormigón de más de 40 metros de longitud. Cada uno de ellos pesa 4.000 toneladas. ¿Cómo es posible que floten? “Ahí entra en juego Arquímedes”, explica Martínez Rubio.

Los cilindros están huecos y eso permite que la mitad quede por encima del nivel del mar tras soportar el peso del resto de la estructura, que, con 30 metros de manga, 67 de eslora y los más de 80 metros de altura del aerogenerador, ocuparía casi toda la superficie de San Mamés y rebasaría con holgura su cubierta.

Saitec ha apostado por proveedores locales para este proyecto, que aportan el 75% de las necesidades productivas y de materias primas. Este abecé del suministro tiene toda su lógica. En el entorno hay líderes mundiales en el sector que aportan calidad, el coste del transporte es menor y además la huella de carbono se reduce. De modo que Vicinay ha aportado las cadenas, Haizea Wind ha fabricado la torre y Siemens Gamesa, el aerogenerador. Empresas que están ubicadas en el entorno de la Ría y nutren al conjunto del sector.

Un canal de exportación

De Bilbao a Europa, África y América

Precisamente, a pocos kilómetros del lugar donde Demosath probará su flotabilidad en torno a junio antes de viajar hasta Armintza, también en el Puerto de Bilbao está la tercera parada de la visita. No necesita presentación, Siemens Gamesa es un gigante de la industria eólica nacido de la fusión de la compañía alemana con el pionero de la actividad en Euskadi.

El centro logístico de la compañía en el Estado está en pleno corazón de la principal dársena del Cantábrico. Hasta allí llegan las nacelles y hubs que fabrica Siemens Gamesa en todos sus centros productivos en la península y las aspas que llegan principalmente de las factorías de Francia. Santiago de Juan, responsable de comunicación del grupo, explica que estas instalaciones son la “puerta de salida” de la compañía hacia Francia, Suecia, Marruecos, Egipto, Chile y Estados Unidos. La actividad se mide en viajes. Cada año llegan y parten del Puerto de Bilbao 57 barcos con productos de Siemens Gamesa y son necesarios más de 6.000 transportes especiales para llenar esos buques. Para garantizar ese tráfico es necesaria una superficie de 100.000 metros cuadrados.

Números de líder mundial. Y toda esa frenética actividad tiene como base un equipo de I+D y de desarrollo de proyectos que está en primera línea del sector. La última joya de la compañía es el aerogenerador 5X, el más potente del mundo, con una capacidad de 6,6 megavatios. Con una sola máquina, Siemens Gamesa garantiza el servicio para 5.000 hogares. Multiplicar esa capacidad de suministro por las decenas de molinos que pueden constituir un parque da medida del alcance.

El centro logístico de Gamesa en el Puerto de Bilbao tiene además la tarea de gestionar los viajes de regreso de los utillajes que protegen las nacelles, las aspas y los hubs que conforman los aerogeneradores.

Cada modelo tiene un utillaje específico y se ajusta como un guante a sus características. Por ello, son necesarios tanto en el viaje por mar como el transporte en camión o en barco hasta el parque eólico. Son elementos a medida que una vez entregado el producto acompañan al siguiente pedido. Ocurre que hay ocasiones en las que las condiciones meteorológicas retrasan la instalación y si los utillajes no vuelven a tiempo se forman cuellos de botella en la producción. “No nos podemos permitir parar la línea, así que ajustamos al milímetro los plazos”, subraya Santiago de Juan.

Un gigante en crecimiento

Industria offshore con vocación exterior

Desde el centro logístico de Siemens Gamesa se ve la próxima meta volante del viaje, Haizea Wind, que saca chispas a vivir al borde del mar. Especializada en la fabricación de torres de aerogeneradores de eólica marina, todo el negocio gira en torno a su presencia en el Puerto.

Los molinos terrestres se elevan sobre torres de cuatro metros de diámetro, pero las unidades offshore llegan a alcanzar los ocho metros, un tamaño que no permite recurrir al camión para transporte. De modo que la clave está en fabricar tan cerca del agua que entran en el barco directamente.

Jordi Mas, director comercial del grupo, e Iñigo Rojo acompañan a la prensa en la visita a la planta, que pronto contará con un nuevo pabellón dedicado a la fabricación de los pilares que asientan los aerogeneradores en el fondo del mar.

Bajo pedido, Haizea Wind fabrica a medida torres eólicas marinas en el Puerto. El origen de la compañía es Tecnoaranda, en la localidad burgalesa de Aranda del Duero, pero tras la apertura de Haizea, se ha convertido en la enseña del grupo, que tiene plantas en Deba, Agurain, Brest (Francia) y Santa Fe (Argentina).

Cada torre eólica que fabrica Haizea Wind se compone de tres o cuatro secciones, en función de las necesidades del pedido. La primera tarea consiste en limpiar las chapas de metal planas, cortar los extremos en bisel para facilitar la soldadura y pasarlos a las máquinas que doblan el metal hasta convertirlos en piezas curvas que conforman cilindros.

Después se ensamblan las secciones, se unen unas otras y reciben un tratamiento anticorrosión y de pintura. Las medidas finales son titánicas. Hasta el punto de que las secciones viajan por separado para su ensamblaje en el mismo parque eólico.Los pedidos, explica Iñigo Rojo, tienen un plazo de entrega de en torno a seis meses. Aquí también hay que ajustar los plazos al milímetro para disponer de las instalaciones casi en su totalidad para cada encargo. Renunciar a un contrato puede suponer un parón de meses.

No es el caso en estos momentos, en los que la actividad en Haizea Wind es frenética. El proyecto de ampliación con la fábrica de pilares viene además respaldado por un contrato con la danesa Orsted, para el que la compañía vasca necesitará contratar a 350 personas, y que garantiza trabajo para cuatro años.

Un histórico del sector

Más de 80 años de competitividad

El viaje termina en Zamudio, en la sede de Ingeteam. Su división de generadores para energía eólica, Indar, dispone de una amplia gama de generadores eólicos desarrollada a partir de tecnología propia. Fundada en 1940, hasta la fecha ha fabricado más de 22.000 generadores para el sector eólico y la potencia total instalada por el mundo supera los 40,5 GW, cifras que “reflejan su competitividad”, su enorme capacidad productiva y la confianza depositada por los clientes durante muchos años.

Las máquinas son diseñadas a medida según las especificaciones del cliente. Se fabrican generadores con un amplio rango de potencias de hasta 9 MW, generadores asíncronos doblemente alimentados, jaula de ardilla y generadores síncronos de imanes permanentes, con distintas velocidades (direct drive, media velocidad y alta velocidad), en baja y media tensión (LV o MV) y refrigerados por aire-aire y por agua-aire.

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La WindEurope Annual Event 2022, celebrada en el BEC (Barakaldo) entre el 5 y 7 de abril, ha generado un impacto económico de cerca de 20 millones de euros, informó el BEC.

La feria en cifras. Cerca de 10.000 profesionales de 78 países han asistido a esta edición y más del 50% de ellos procedían de fuera de España. Los países con mayor representación han sido Reino Unido, Alemania, Francia, Dinamarca, Países Bajos, Bélgica, Noruega, Italia y Estados Unidos. WindEurope ha contado con un programa de conferencias con más de 300 ponentes y una oferta de 330 expositores, que forman parte de toda la cadena de valor de la energía eólica.

Localizador. Con la última tecnología presentada en WindEurope2022, este sector tiene la capacidad de lograr la seguridad energética. De hecho, el evento se ha celebrado en un momento decisivo para poder cumplir los objetivos climáticos y energéticos fijados en Europa: la expansión del sector eólico hasta alcanzar los 1.300 GW para 2050. Actualmente la capacidad es de 180 GW.