El Banco de España revisará en junio a la baja la previsión de crecimiento del PIB para este año, que estimó el pasado abril en el 4,5 %, y posiblemente también la inflación general, que calculó en el 7,5 %, ha avanzado este lunes el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán.

En la presentación en Sevilla del informe anual del Banco de España correspondiente al ejercicio 2021, Gavilán ha insistido en la necesidad de alcanzar un pacto de rentas, que "de facto ya lo hay" porque los márgenes empresariales asumen parte de las pérdidas y están en torno al 4 % y los salarios en convenio crecen de media un 2,5 %, si bien ha señalado que "sería bueno ponerlo por escrito".

Ha avanzado que el Banco de España monitoriza la inflación de forma permanente y ha admitido que el dato adelantado de IPC, publicado este lunes por el Instituto Nacional de Estadística, que sitúa la tasa interanual en el 8,7 % en mayo, les ha sorprendido por haber subido más de lo previsto.

En este sentido, ha señalado que se están produciendo datos "contrapuestos" en la evolución de los precios por el alza de la inflación subyacente (excluye energía y alimentos elaborados) y por la tendencia a la baja que se refleja en el precio de la energía.

En este contexto inflacionista, el director general del Banco de España ha hecho hincapié en que es necesario un pacto de rentas entre sindicatos y empresarios para "evitar una espiral inflacionista", ya que ha añadido que "algunas políticas de lucha contra la inflación escapan del margen de los gobiernos".

Aunque la economía española es una de las más afectadas por las tensiones inflacionistas debido a que es "especialmente sensible a los precios energéticos", Gavilán ha vaticinado que cuando "se disipen las perturbaciones, que no serán persistentes, España tendrá menos inflación que las economía de su entorno".