La Comisión Europea instó este lunes a fijar salarios que mitiguen la pérdida de poder adquisitivo que está generando el aumento récord de la inflación para los sueldos más bajos y defendió que no hay señales de una espiral al alza de los salarios en la eurozona.

"En este contexto difícil es importante que la fijación de salarios mitigue la pérdida de poder adquisitivo, sobre todo para quienes ganan salarios bajos, al tiempo que se reflejan las condiciones socioeconómicas", dijo el comisario europeo de Empleo, Nicolas Schmit, en una audiencia con las comisiones de Economía y Empleo de la Eurocámara.

Schmit añadió que los análisis del Fondo Monetario Internacional "muestran que no hay indicación de una espiral de precios de los salarios en la eurozona".

Esta cuestión preocupa al Banco Central Europeo, que considera que existe el riesgo de efectos de segunda ronda -una espiral de precios al alza- si las negociaciones salariales arrojan aumentos generalizados de los sueldos y ha asegurado que vigilará este fenómeno.

El comisario europeo incidió en que la negociación colectiva "desempeñará un papel clave" para lograr acuerdos "equilibrados" sobre los salarios y para "no desacoplar" los aumentos de precios de las subidas de salarios.

Asimismo consideró que adelantar la puesta en marcha de la directiva europea sobre salarios mínimos, aprobada recientemente, contribuirá también a proteger el poder adquisitivo puesto que va enfocada a aumentar estos sueldos, que "son los más bajos", para garantizar un nivel "decente" de los mismos, y recordó que Bruselas viene animando a los países a subir los salarios mínimos incluso antes de la adopción de esta norma.

El aumento de los precios de la energía ha empujado la inflación en la eurozona a niveles récord, llegando a alcanzar el 10,6 % en octubre, y el incremento de los precios supera ya el 20 % para productos básicos como el pollo, la leche, los huevos, las verduras o el arroz.

Esto está afectando al poder de compra de los hogares, en particular los vulnerables, señaló Schmit, subrayando que en el segundo trimestre del año los ingresos reales de los hogares cayeron por primera vez desde el inicio de la pandemia y que los salarios mínimos reales descendieron en la mayoría de países.

Así, aunque la reactivación económica tras la pandemia a finales de 2021 e inicios de 2022 propició niveles récord de empleo (74,8 %) y mínimos de paro (6,1 %) durante el segundo trimestre del año, el empeoramiento del escenario económico podría empezar a notarse en el mercado laboral europeo, advirtió el comisario.

"La perspectiva ha devenido incierta. Las presiones inflacionistas, los altos precios de la energía, la caída de la demanda y la importante ralentización podrían tener un impacto en el mercado laboral, especialmente porque las empresas empiezan a retrasar inversiones o incluso prevén deslocalizarlas", dijo ante los eurodiputados.

Los efectos, añadió, variarán en función del sector, la región o el género, pero mujeres, jóvenes, inmigrantes, mayores y discapacitados seguirán siendo quienes encuentren las mayores dificultades para incorporarse al mercado de trabajo.