Casi diez meses después, la gasolina ha regresado a los precios previos a la invasión rusa de Ucrania. Y repostar es hoy, debido a la ayuda de 20 céntimos al litro aplicada por el Gobierno, tan barato o tan caro como durante el otoño pasado. El precio medio de los carburantes se ha situado esta semana en 1,642 euros el litro, si bien numerosas estaciones de servicio de toda Navarra venden ya la gasolina y el diésel enel entorno de 1,50 euros. Algunas incluso algo más barato.

En concreto, el precio medio del litro de gasolina se ha situado esta semana en los 1,642 euros, tras retroceder un 2,71% con respecto a la pasada semana, encadenando así su cuarta semana de caídas, según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea recogidos por Europa Press.

Por su parte, el precio medio del gasóleo ha descendido hasta los 1,710 euros por litro, con una caída del 3% con respecto a la pasada semana y sumando así siete semanas a la baja.

Además, la brecha entre ambos carburantes sigue así recortándose y ya es tan sólo de algo menos de siete céntimos a favor del diésel frente a la gasolina, aunque suma ya 18 semanas seguidas en esta situación.

Los precios llevan moderándose desde mediados de junio, cuando llegaron a rebasar los dos euros el litro y cuando algunos anticipaban que, en unos meses, tendríamos que pagar tres euros por cada litro de combustible. Desde entonces, el coste de llenar el depósito se ha ido reduciendo, primero de forma suave y en las últimas semanas ya de modo más evidente, hasta un umbral históricamente elevado, pero algo más manejable. Repostar es hoy hasta 28 euros más barato que durante el pasado verano.

A los precios fijados en los rótulos de las gasolineras el consumidor final resta, como sucede desde la pasada primavera, la ayuda de 20 céntimos del Gobierno central. Esto deja la factura entre 1,3 y 16 euros el litro, en función de la estación de servicio que uno escoja. 30 céntimos de diferencia que, en un llenado completo, se traducen en 16 euros de diferencia.

De no renovarse la bonificación de 20 céntimos, una medida que concluye el 31 de diciembre y cuya continuidad ha puesto en duda el propio Gobierno, al menos en su actual y generalizada configuración, los precios finales que paga el consumidor subirían de golpe un 15% y se situarían de nuevo en los niveles de marzo de este año.

Sin tener en cuenta la subvención, el precio del litro de gasolina es un 11% más caro que hace un año, mientras que en el caso del gasóleo el precio es un 27% superior.

Estas cifras se registran en un entorno de precios elevados del crudo en el actual contexto, marcado por la guerra en Ucrania. Así, este jueves el barril de Brent, de referencia en Europa, cotizaba alrededor de los 82,24 dólares, mientras que el Texas americano se intercambiaba en torno a los 76,48 dólares.

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Con estos niveles, el precio de la gasolina sin plomo de 95 y sin tener en cuenta la subvención, se mantiene en España por debajo de la media de la Unión Europea, situada en 1,653 euros el litro, y por debajo del de la eurozona, con un precio medio de 1,729 euros.

En el caso del diésel, el precio en España es inferior al de la media de la UE, que es de 1,729 euros, y también se sitúa por debajo del de la zona euro, con un precio de 1,741 euros.