Mañana comienza una de las semanas del año de mayor gasto en las familias. Pese a que en los últimos años, desde la irrupción de fechas importadas como el Black Friday el inicio de la campaña navideña aparece cada vez más difuso, el grueso del consumo se va a concentrar en tres semanas en las que partidas como alimentación, hostelería, regalos y turismo van a convertirse en conceptos de uso frecuente en muchos hogares.  

Eso sí, no parece que el contexto económico actual sea el más favorable a un dispendio elevado. El ahorro cobra fuerza en momentos como este y también será la dinámica los próximos meses. “Los datos macroeconómicos y las expectativas de desaceleración no invitan a pensar que se vaya a echar el resto estas Navidades”, explica Jon Bernat Zubiri, profesor del Departamento de Economía Aplicada de la Facultad de Relaciones Laborales de la UPV-EHU. En todo caso, “el gasto se quedará igual que el año pasado o, como mucho, se incrementará de forma mínima”, confirma Isabel Rodríguez Tejedo, profesora de Economía de la Universidad de Navarra. El año pasado, la fuerte irrupción de la variante ómicron del coronavirus en pleno mes de diciembre condicionó la Navidad, con la obligada reintroducción de restricciones para frenar el golpeo de la sexta ola de la pandemia. Eso frenó buena parte del gasto en ocio y restauración. Este año, con un virus más controlado pero que aún sigue causando daño, es la inflación la que ataca al consumo. No obstante, se prevé que los patrones de gasto recuperen fuerza, pero sin las alegrías de antaño.

“Cada vez hay más familias que no tienen la capacidad de generar un cierto ahorro”

Isabel Rodríguez Tejedo - Profesora de la Universidad de Navarra

De hecho, aunque se destine el mismo presupuesto que antes de la llegada de la crisis del covid, lo más probable es que ese mismo volumen de gasto sirva para hacer un menor acopio de bienes y servicios. La principal culpable es la subida desbocada del precio de los alimentos, parte indispensable de estas fiestas. La comida es, según el último dato del IPC de noviembre, un 15,3% más cara que hace un año, lo que ha provocado un sobrecoste anual de 830 euros en la cesta de la compra. Es lo que se desprende de un informe de la OCU, que ha reclamado al Gobierno que rebaje al 0% el IVA de productos básicos como frutas, verduras, legumbres, arroz, carne, pescado o leche, entre otros. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, deslizó el viernes que el Gobierno baraja medidas en esa dirección.

AHORRO EMBALSADO

El último informe trimestral publicado por el Banco de España incluye un apartado en el que sus analistas se preguntan por el impacto del “cuantioso” ahorro acumulado por los hogares en pandemia y qué impacto puede tener en el consumo a corto plazo. Al finalizar el año pasado, los ciudadanos del Estado tenían en cuentas corrientes y depósitos un total de 959.000 millones de euros, mientras que dos años antes, a escasas semanas de que estallase la crisis sanitaria, era de 853.200 millones. De entre los hogares españoles que ahorraron en las fases iniciales de la pandemia, apenas un “colectivo relativamente reducido”, que el informe cifra en un 15%, dice haber recurrido a ese ahorro para financiar sus gastos recientes. “De acuerdo con esta evidencia, no cabría esperar que el exceso de ahorro acumulado durante la pandemia, cuyo valor en términos reales ya se habría reducido de forma apreciable en los últimos meses debido al incremento de los precios, vaya a proporcionar un impulso muy significativo al consumo agregado de los h ogares en los próximos trimestres”, remarca el documento. Para Bernat Zubiri ese ahorro “ha estado concentrado en las clases altas, ya que dos tercios de las familias ahorran entre poco y nada”. Por ello, sostiene, y dado que se mantienen altas cotas de ocupación laboral que permiten generar ingresos económicos en estas semanas se espera “un consumo igual o mayor” que antes de 2020, pero sin que “la gente vaya a hacer ni comprar nada extraordinario adaptado a su nivel de renta”, añade el docente de la UPV-EHU. “La economía avanza ahora más despacio y cada vez hay más familias que están notando que no son capaces de generar capacidad de ahorro. Además, se está viendo que los alimentos suben de precio en una proporción mucha mayor que el resto de cosas”, indica Rodríguez Tejedo. “Los alimentos son los productos que más se han encarecido, y eso se va a notar en las fiestas”, añade Bernat Zubiri.

“Los alimentos son los productos que más se han encarecido este año, y eso se va a notar ahora”

Jon Bernat Zubiri - Profesor de la UPV-EHU

La consultora Deloitte, en un estudio sobre la previsión de gasto de las familias en Navidad, estima un gasto medio por persona de 634 euros, en línea con el de 2021 (631 euros). Regalos, con 270 euros estimados de desembolso, y alimentación, con 165 euros, son los apartados de mayor gasto, aunque el informe apunta a un incremento del 29% -hasta 140 euros por persona- en ocio y restauración. Pese a las dificultades que implica la subida general de precios, “existe una necesidad de compensar las experiencias no vividas en años anteriores”, apunta la profesora de la Universidad de Navarra.