Con 16 años Ángel Nieva Navarro dejó de estudiar y emprendió su “camino laboral en ocupaciones en el campo, en fábricas; o como chófer para transportar ganaderías por las ferias taurinas durante dos temporadas con Chopera”, relata.

Oriundo de Cadreita, en los 90 inició su trayectoria como conductor de autobús: un lustro en Olloqui, y 27 años en Conda –Grupo Alsa–. “Esta empresa me contrató tras ser recomendado por Jesús Nieva, un primo de mi padre a quien siempre he intentado no defraudar”, cuenta Ángel, casado con Graciela García Pérez, y padre de una hija, Edurne.

 “Mi mujer facilitó que me dedicara a esta profesión”, insiste con la voz entrecortada por la emoción. Hace un año, fue subrogado por el Grupo Interbus al obtener las líneas que Ángel cubría.

"No hay relevo generacional en el sector porque no hay voluntad de pagar ni de regular las condiciones laborales"

Ángel Nieva Navarro - Chófer, 56 años

Al cambiar de compañía cedió un derecho que contemplaba su contrato: librar fines de semana y festivos. “Prefiero que exista rotación y repartir los descansos por igual para todos los compañeros”, señala Ángel, de 56 años y delegado por CCOO.

Paros en servicios discrecionales

Más de mil conductores como él están llamados a una huelga el 5 y 6 de mayo en defensa de renovar el convenio del transporte de viajeros, con incrementos salariales y regulación de la jornada que la patronal quiere “flexibilizar al máximo”, insiste.

Sus movilizaciones comenzaron hace unas semanas, pero Ángel explica por qué decidieron registrar un paro para la final de la Copa del Rey, en la que miles de aficionados de Osasuna van a desplazarse en autobús hasta Sevilla: “Convocamos un paro el 19 de abril pero el Gobierno anuló nuestra protesta al establecer unos servicios del 100%. ¿Por qué un médico en huelga puede aplazar consultas y operaciones no urgentes, y un chófer tiene que llevar a niños y niñas al colegio?”, detalla.

Las grandes empresas no están en la mesa

Este colectivo observó que solo podían presionar a las empresas para negociar “con los servicios discrecionales” como los del 5 y 6 de mayo. "Ese era nuestro altavoz para que la patronal reaccionara", manifiesta.

Nieva suma tres mesas de negociación del convenio y cree que la actual “está siendo la peor”.

Además considera que no está representada toda la patronal. “Alsa, Jiménez, Burundesa e Interbus aglutinan a la mayoría de empleados del sector y no están en este foro”, dice. Tradicionalmente estas firmas han formado parte de la patronal, pero anteriormente a la constitución de esta mesa decidieron salirse e intentar confeccionar otro ámbito de negociación, pero no lo consiguieron. Por ese motivo, ahora carecen de interlocutor con los sindicatos para establecer las condiciones laborales del convenio sectorial, explica Ángel Nieva.

ANET ha convocado a los sindicatos (CCOO, ELA, UGT y LAB) a una reunión el martes 2 de mayo, después de que registraran estos paros.

Un colectivo envejecido

La media de edad de este colectivo supera los 50 años y no hay relevo por “las condiciones laborales”. “Un joven comienza de prueba, trabajando de lunes a domingo y cubriendo todos los fines de semana, con un salario base de 1.260 euros netos”, especifica.

"En un desplazamiento deportivo, por ejemplo, el chófer se convierte en uno más del equipo"

Ángel comprende a la juventud, aunque disfruta de su profesión: “Me suelen llamar autobusero. En un desplazamiento deportivo, por ejemplo, el chófer se convierte en uno más del equipo: comparte la alegría de la victoria y consuela en las derrotas”.

Ángel confiesa que los viajeros ya le conocen porque habla "por los codos"; y que el vínculo que se establece con las personas, a veces, permite que cuentan con él para cubrir cualquier trayecto, independiente de la empresa en la que él esté. "El club ciclista de Cadreita siempre me contrata para las javieradas", concluye satisfecho este relato.