El abrupto descenso térmico de los últimos días no ha empañado un extraordinario verano para el sector turístico y hostelero navarro, en máximos históricos de actividad y ocupación. El regreso del turismo internacional, sobre todo francés, pero también de otros países europeos, ha servido para compensar un menor dinamismo en la demanda nacional, algo constreñida por el alza de los precios y la peor evolución del poder adquisitivo al sur de los Pirineos.

“El balance es positivo”, explica Nacho Calvo, portavoz de la Asociación de Hostelería de Navarra, quien recordaba que el verano había comenzado muy bien -la ocupación en San Fermín y en fiestas de Tudela mejoró un 10%- y había seguido con la misma tónica. “El consumo en la hostelería también ha respondido, con un muy buen agosto para las terrazas, sobre todo en los restaurantes, aunque quizá el ticket medio ha bajado algo”.

Después de un año de subidas de precios, primero la energía, luego los alimentos y finalmente en los comercios y en la restauración, el sector preveía un verano de 2023 tibio, lejos de los registros del año pasado, cuando el primer verano de normalidad desde 2019 se tradujo en cifras récord de visitantes. “Pero lo cierto es que los datos han estado por encima de lo que esperábamos, aunque siempre hay algunas zonas que se comportan mejor que otras”, dice Beatriz Huarte, secretaria de la Asociación Navarra de Pequeñas Empresas de Hostelería (Anapeh) y de la Federación de Turismo Rural.

Los datos oficiales abarcan hasta el mes de julio, pero ratifican las impresiones de los hosteleros. Los 582.425 viajeros acumulados en los siete primeros meses del año superan en casi un 9% los del año pasado. En todos los meses de 2023 se han superado los registros de 2022, también en julio, con 107.277 viajeros, frente a los 104.218 del año pasado. 

Y confirman asimismo una senda de crecimiento que arrancó hace ya muchos años y que se aceleró a partir de la crisis de 2008-2013. Cuando Navarra se aproximó a los 60.000 desempleados y quedó claro que ni la industria ni la construcción iba a ser capaces de crear empleo con rapidez a corto plazo, la hostelería pasó a ser una prioridad para los gobernantes. Y también el turismo, que hasta ese momento no había merecido especial atención.

El turismo sobre dos ruedas está de moda. En bici, pero también en moto, con un incremento sensible de los visitantes que escogen este medio de transporte para desplazarse. Lo están notando los hoteles, pero también los alojamientos rurales y los campings. “La generalización de las bicicletas eléctricas está dando un impulso muy importante”, explica Nacho Calvo, que regenta ademas su propio establecimiento en Urbasa. La llegada de la Vuelta a España a Navarra el sábado 9 de septiembre a Larra-Belagua, tras cruzar Larrau debe ser un magnífico escaparate para atraer más visitantes

“Hemos trabajado con menos reservas previas, pero ha habido llegadas de última hora, por lo que se ha complicado algo el tema de compras y de personal”, explica Beatriz Huarte, quien explica que factores como las elecciones generales han añadido cierta imprevisibilidad al comportamiento de los turista nacional, que este año se ha dejado ver además algo menos. “No tenemos muy claro por qué, pero yo sospecho que han crecido los viajes de larga distancia. Y que el turista nacional también ha acusado algo más la subida de los precios”. 

Huarte advierte asimismo otra tendencia de cierto fondo. Los ciudadanos ya no concentran los viajes exclusivamente en verano, sino que los reparten a lo largo del año. “Mayo y junio ya fueron buenos –unos 12.000 viajeros más que el año pasado– y las previsiones que se manejan en los alojamientos rurales para el otoño también son buenas. Septiembre y octubre son meses buenos en muchas zonas, con un paisaje que atrae a muchos turistas”. 

Todo ello, junto con el propio comportamiento de los ciudadanos navarros, ha seguido impulsando el empleo en un sector que acusa cada vez más dificultades para encontrar trabajadores formados. En julio, por término medio la hostelería empleaba en Navarra a 19.213 trabajadores,. 158 más que en el mismo mes del año pasado y unos 430 más que antes de la pandemia. “No hemos podido poner en marcha el proyecto de contratar en origen, porque los sindicatos se han negado, pero este es un sector que no se deslocaliza y que no deja de crecer. Yo tengo datos desde hace más de 20 años y el crecimiento medio anual es del 2,2%”, explica Nacho Calvo. En la última década, el sector ha incorporado a 4.000 nuevos trabajadores.