a pandemia del coronavirus ha marcado un antes y un después en nuestra sociedad y deja un escenario global incierto, pero no necesariamente negativo. En el Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA), miramos al futuro con optimismo y absoluta convicción en la capacidad de afrontar cualquier reto, no hay mejor aval para ello que nuestra experiencia y los resultados obtenidos; también en 2020. El pasado ejercicio ha sido un año de crecimiento. Hemos crecido en actividad, en plantilla y en número de socios, que se ha incrementado en 20 entidades más.

A nivel sectorial, el sector agroalimentario se ha comportado mucho mejor que otros, pero el cierre del canal horeca -hostelería y restauración-, y la caída del turismo, que se traduce en un descenso del consumo de alimentos, le ha llevado a una bajada de la producción industrial -en torno al 3%- por primera vez en muchos años. Por otro lado, hablamos de un sector muy estable, estructural y contracíclico, por lo que la previsión es que supere este 'bache' y acabe recuperándose. En cualquier caso, parece que el futuro de la industria alimentaria pasa por enfocarse a mercados exteriores para poder crecer, y para ello las empresas necesitan tener estructuras comerciales, gente con capacidades y con idiomas, desarrollo de productos que encajen con los gustos de otros países€ siendo muy competitivas, tanto en calidad del producto, como en producción y costes.

Si echamos la vista atrás, especialmente a los meses de marzo, abril y mayo, en CNTA vivimos una situación compleja de grandes contrastes que además requería una capacidad extraordinaria para equilibrar nuestra propia organización profesional y personal, y, en este sentido, creo que podemos estar satisfechos de los logros alcanzados. Los aprendizajes a consolidar derivados de la crisis de este año están ligados principalmente a la flexibilidad en cuanto al trabajo presencial y a distancia.

No cabe duda de que, obligados por las circunstancias, en todas las empresas hemos tenido que dar un salto importantísimo en este ámbito y, probablemente, hayamos llegado hasta un extremo excesivo. Pero eso también nos ha permitido dejar a un lado ciertos vértigos y miedos. El reto ahora es encontrar ese punto intermedio sin perder la vinculación entre los equipos de trabajo. Es muy importante que las personas tengan esos puntos de colaboración, esos puntos de innovación espontánea que pueden surgir en el trato más cercano. Durante este periodo también hemos aprendido a ser más eficientes y eficaces apoyados en las nuevas tecnologías.

En 2021 el objetivo de CNTA es mantener la línea de crecimiento de los últimos años, poniendo el foco en aportar valor para la industria alimentaria. Además, queremos reforzar nuestro vínculo con las empresas y extender todavía más nuestra presencia a nivel nacional. Para ello, seguiremos potenciando todos los ámbitos de trabajo del centro, especialmente aquellos relacionados con proyectos de innovación. Durante el pasado año percibimos un cierto parón en este sentido, ya que las empresas — como no podía ser de otra manera—, estaban más centradas en el día a día que en cuestiones de medio plazo. Ahora la previsión es que los contratos de investigación se amplíen, además, las administraciones públicas están apostando por la I+D+i y eso debería trasladarse también al sector privado. Si queremos tener una sociedad desarrollada y potente, es necesario habilitar una parte importante de los presupuestos públicos para seguir construyendo futuro a través de la I+D+i con una visión a medio plazo que permita consolidar investigaciones.

El sector agroalimentario es un sector estratégico, por eso, invertir en ayudar a incrementar el nivel de competitividad de las empresas agroalimentarias tendrá un efecto multiplicador. Todas estas metas pasan por dibujar el futuro y, para ello, los próximos meses abordaremos un proceso de reflexión estratégica que nos permita identificar cuáles son las tendencias que van a impactar en la industria alimentaria y qué papel vamos a jugar desde CNTA. Un campo de gran relevancia en el que seguiremos trabajando es el de la alimentación saludable: microbiología industrial, calidad y seguridad alimentaria 4.0€ También dedicaremos mucho tiempo a explorar la sostenibilidad, un objetivo global y urgente para el sector alimentario.